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Actualidad

01 Agosto 2018

"Breve historia de la Geología" de Antonio Durán López

Breve historía del geólogo Viaje fascinante por el tiempo geológico.

«Audentes fortuna iuvat», la fortuna sonríe a los audaces, dijo Virgilio en el verso 284 de la «Eneida». Es el caso del geólogo Antonio Durán, que ha forjado una joya impagable en forma de libro: «Breve historia de la Geología», que está teniendo una gran acogida y una demanda considerable. Su valiente autor nos ha sorprendido con un trabajo encomiable y ambicioso que le ha llevado a investigar durante una década todo lo relacionado con el devenir de la geología, que es la ciencia de la tierra en la que incluso se refleja la ciencia en general y la propia historia del hombre.

Durán se ha dejado la epidermis en el loable empeño de condensar en este tratado extraordinario, profuso y rico en datos un relato completo en el que recopila, disecciona y pondera acontecimientos, mitos y personajes relacionados con esta doctrina, a la que exprime y saca un jugoso partido del que es beneficiario el lector. Nuestro planeta tiene sus propios aconteceres, que han ido descubriendo los sabios que nos precedieron; una historia sorprendente que bien merece ser contada. Y eso es lo que ha hecho Antonio Durán: viajar por el tiempo geológico en esta nave fascinante.

En Breve historia de la Geología, Antonio Durán abraza el desarrollo de la geología en diez capítulos donde contempla, a través de sus protagonistas, la dimensión de la escala temporal en la que se mueven las eras geológicas, desde el precámbrico al cuaternario, desde la aparición del hombre sobre la faz de la tierra, con los primeros homínidos y sus herramientas de sílex, a la edad moderna, con el descubrimiento de los metales y otros minerales –cuando se constituyó como ciencia la geología a principios del siglo XVIII–, pasando por las diversas aplicaciones que esta disciplina científica ha aportado al desarrollo de la humanidad a lo largo de los siglos, hasta el futuro que nos espera fuera de la tierra con la recién creada geología planetaria, fruto de la exploración espacial que nos abre el camino para entender, de cara a la posible explotación industrial de los recursos extraterrestres, cómo se han formado los cuerpos del sistema solar. E incluso de cumplir el anhelo del hombre de encontrar vida más allá de nuestro planeta.

La geología es además un río con multitud de afluentes tributarios, como la hidrogeología, la estratigrafía, el vulcanismo, la geología minera o la ambiental, que han influido, cada una según su caudal y el ímpetu de sus aguas, en el avance de la sociedad y en la manera que hoy tenemos de interpretar y entender la tierra en que vivimos.

Aportación de grandes científicos

Las ilustradas páginas de Breve historia de la Geología discurren con el pensamiento de los grandes científicos que fueron trillando el camino, desde los hombres de Atapuerca a Clair Patterson y el Proyecto Manhattan, pasando por la cultura clásica griega y romana, cargada de mitos y leyendas, donde los dioses marcaban el errático rumbo de los aconteceres terrenales y los minerales eran tratados por los filósofos griegos, como Ptolomeo y Estrabón, desde el punto de vista de sus propiedades mágicas o curativas. Después llegaron los romanos a emplearse en la extracción de rocas y minerales por su valor económico, y con los cristianos en los siglos siguientes la historia geológica de la tierra estuvo sujeta a las interpretaciones de la Biblia. Desde la Edad Media hasta el Renacimiento, lo mítico quiso hacerse realidad mediante la magia y la alquimia, usando la “piedra filosofal” para tratar de transformar los metales de escaso valor en oro, abundando en las propiedades astrológicas y curativas de los minerales. Destaca en este periodo el Lapidario de Alfonso X el Sabio, que relaciona cada mineral con los ciclos de las estrellas, y por tanto con el zodiaco.

Ya en el Renacimiento se desarrollaron técnicas de observación y experimentación propias de la mineralogía y la minería, es decir una visión más científica de la geología al estudiar la estructura de los minerales y la geoquímica de las rocas para determinar sus propiedades mecánicas, ópticas y magnéticas y sustantivando su comportamiento y sus aplicaciones. La invención de la imprenta vino en auxilio de la difusión de todo este conocimiento y en la Enciclopedia se condensó toda esta sabiduría.

Destacaron a partir de la Ilustración y hasta nuestros días, pasando por la Revolución Industrial, sabios como Newton, Leonardo, Agricola, Linneo, Steno, Leclerc, Werner, Hutton, Cuvier, Holmes, Hess, Smith, Lyell, Darwin, Murchison, Sedgwick, Vine, Mattews, Opdike, el español Alonso Barba, etc.

De los dinosaurios a los asteroides

Algunos de ellos están considerados eminencias y padres fundadores de la geología, como Nicolas Steno y sus leyes de la estratigrafía, que aumentaron la edad de la tierra. O Charles Lyell y sus Principios de Geología, que revolucionaron esta ciencia para hacer más comprensible nuestro planeta e influyeron en otros científicos que a su vez revolucionaron el conocimiento de otras muchas ciencias, como Charles Darwin, que entre los libros que embarcó en el Beagle para su viaje alrededor del mundo estaba la obra de Lyell. Claro ejemplo de cómo científicos de otras ramas de la ciencia contribuyeron al desarrollo de la geología es Alfred Wegener, que con su Teoría de Wegener sobre la deriva continental ayudó a tener una visión global de la larga evolución de nuestro planeta.

Las formulaciones que estos sabios de la geología y otras ramas de la ciencia nos legaron, contribuyeron sobremanera a aumentar nuestros conocimientos y la comprensión de la evolución del universo, de la tierra y de los seres vivos que la habitamos, y de entender lo inexplicable, como la extinción de los dinosaurios por el impacto de un meteorito. Sucesivos descubrimientos técnicos posibilitaron el avance del conocimiento de la materia, como ocurrió a principios del siglo XX con los Rayos X, cuando se aplicó su uso en la determinación exacta de la estructura de los minerales.

El desarrollo a finales del siglo XIX de la industria automovilística y de la aviación a principios del XX, suscitó la investigación de las cuencas sedimentarias en busca de materias primas para elaborar los hidrocarburos y con ello se estimuló la exploración de los territorios y al tiempo el perfeccionamiento de las técnicas geofísicas y el desa rrollo de modelos que acabaron convergiendo en una nueva interpretación del funcionamiento de nuestro planeta: la Tectónica de Placas. La experimentación atómica posterior posibilitó la datación de las rocas por métodos radiactivos y la cronología relativa de las series geológicas dio paso a las escalas crono-estratigráficas, que daban respuesta a uno de los grandes interrogantes de la humanidad: conocer la verdadera edad de la Tierra.

Finalmente, cuando el hombre pisó por primera vez la luna, en 1969, surgió una nueva modalidad: la geología planetaria, hoy de moda por la posibilidad que nos ofrecen los avances tecnológicos de acceder a la exploración de cuerpos siderales como la propia luna, asteroides y planetas cercanos como Marte, y a sus recursos, justo cuando en nuestra órbita terrestre empiezan a escasear.

Una obra imprescindible

A lo largo de sus 350 páginas, Antonio Durán, con una prosa amena, fluida y doctoral al tiempo, nos somete al hipnotismo de contemplar la geo logía con una mirada extasiada al descubrir de su mano la importancia que para nuestras vidas tiene tan sublime disciplina.

El autor, cuyo libro ha sido prologado por Manuel Regueiro, presidente del ICOG, ha escrito una obra ambiciosa, exhaustiva, didáctica y documentada, de un valor incalculable no sólo para geólogos e instruidos en esta materia sino para cualquier lector interesado en conocer los procesos geológicos y los resortes que mueven el planeta Tierra y a sus avezados y estudiosos protagonistas.

La veterana firma Fueyo Editores lanzó en 2017 esta obra imprescindible al módico precio de diez céntimos cada página del libro, que deben darse por bien invertidos por tanta sabiduría como Durán ha volcado en cada una de ellas para condensar este viaje por la historia de la geología, que es la historia de la tierra y de sus ocasionales ocupantes.


Breve historia del geólogo

Antonio Durán LópezAntonio Durán López es licenciado en Ciencias Geológicas, especialidad de Geofísica, por la Universidad Complutense de Madrid; diplomado en Hidrogeología por la misma universidad; Executive MBA por el Instituto de Empresa Business School; auditor de calidad certificado por Aenor; perito judicial y vocal del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos; director de varios cursos sobre gestión de canteras y explotación de áridos; y director de la división de canteras y de la delegación centro de la firma leridana Benito Arnó, dedicada desde hace cincuenta años a la construcción civil, la edificación y la fabricación de materiales para la construcción. En Arnó, Antonio Durán es también responsable del proyecto europeo SLIM de minería sostenible del programa Horizon 2020, en el que participa la compañía junto con otras trece empresas y universidades europeas. El autor de Breve historia de la Geología ha publicado infinidad de artículos técnicos en revistas del sector de la minería y cuatro libros especializados en esta materia.

  • Título: «Breve historia de la Geología»
  • Autor: Antonio Durán López
  • Editorial: Fueyo Editores
  • Año: 2017
  • Páginas: 350
  • ISBN: 978-84-942420-4-5
  • PVP: 35

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