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Actualidad

01 Julio 2018

"El Peligro del éxito... y sobrevivirlo" de Pepe Monteserín

El Peligro del éxito... y sobrevivirlo El amargo sabor del éxito.

Durante la “Fiesta de la Maquinaria” organizada por la firma alquiladora GAM el pasado mes de octubre (2016), en su sede central en Asturias, en Granda (Siero), cayó en mis manos el libro “El peligro del éxito… y sobrevivirlo”, de Ediciones Nobel, escrito en 2013 para celebrar su 10º aniversario, del que es autor Pepe Monteserín, conocido escritor asturiano y cronista oficial de Pravia.

El encargo de un libro para glosar las glorias propias podría parecer parcial, banal y de escaso interés, pero ocurre con su atenta lectura todo lo contrario, resulta de lo más interesante gracias a la pluma del autor, que transforma una cuestión aparentemente técnica y económica en algo atractivo gracias a la fórmula escogida de la entrevista. Monteserín, en tono desenfadado y a veces humorístico, relata la trayectoria de esta empresa asturiana fundada en Oviedo en 2003 por Pedro Luis Fernández Pérez, contando una historia de superación a través de los testimonios de los propios implicados en el nacimiento y desarrollo de la compañía, desmenuzando vivencias que tienen que ver con el triunfo, la caída y el renacer de General de Alquiler de Maquinaria, que se ha convertido a lo largo de este tiempo en la empresa de referencia del sector del alquiler y servicios de maquinaria en España y en otros países.

El libro se encargó para «llegar a nuestra gente, para que tanto los viejos del lugar como los nuevos cojan todavía más cariño a la empresa, sepan por qué estamos aquí, cómo llegamos, las dificultades y retos».

El libro, según especifica el propio autor, se le encargó con el objetivo de “llegar a nuestra propia gente, la que forma parte de la compañía, para que cuando lo lea, tanto los viejos del lugar como los nuevos, cojan todavía más cariño a la empresa, sepan por qué estamos aquí, cómo llegamos, las dificultades por las que hemos atravesado, los retos que hemos superado”. Empleados, técnicos, economistas, compañeros, amigos y la propia familia de Fernández, el artífice y alma mater de GAM, desfilan por las páginas de la obra ante el irónico, afilado y literario escalpelo de Monteserín, que metido a cirujano de almas disecciona las relaciones entre ellos y el líder carismático de GAM. Decía Saint-Exupéry que “quizá la grandeza de un oficio consista, más que nada, en unir a los hombres. Sólo existe un lujo verdadero, y es el de las relaciones humanas”.

Grandes éxitos y batacazos en bolsa

Con bellas ilustraciones de Pablo Suárez, el libro narra los orígenes de la compañía, cuando Pedro Luis Fernández, estudiando Derecho inició el negocio de carretillas industriales al crear Ascasa, que pronto pasó a ser Caprisa, extendiéndose por Asturias, León, Valladolid y Madrid. Al tiempo se hizo directivo del equipo del Real Oviedo y en 1994 fue su director general. En el año 2000, Fernández vendió Caprisa a Hertz y, tras cumplir los tres ejercicios preceptivos de parón, con 36 años montó GAM con financiación de Cajastur y una empresa de capital-riesgo, en una operación simultánea en la que, tras negociaciones muy duras, se hizo con tres empresas alquiladoras: la asturiana Alquioviedo, la bilbaína Aldaiturriaga y la sevillana T. Cabrera; a las que siguieron otras como TC Renta Mas, Safe 2000, J. Crespo, Viasolo, Proset, Guimerá, acabando con la catalana Vilatel, que costó 120 millones de euros. Salió GAM al mercado bursátil contra viento marea tres años después, en junio de 2006, con tan mala suerte que ese día cayó la bolsa casi un 5%. Claro, era martes y 13. Espeluznante es el relato de los implicados en esta fulgurante operación.

Pedro Fernández recibió muchos premios por su brillante gestión y por su vertiginosa e imparable trayectoria empresarial, pero llegó en 2008 la crisis tremenda y con ella perdió el control de las compras, se vio envuelto en un excesivo endeudamiento, obligado a diversificar, a salir al extranjero, a recortar la empresa, a reducir el personal a la mitad (2400 trabajadores tuvo la firma) y a sobrevivir. Y lo consiguió.

Estupenda y didáctica lectura la del libro de Monteserín sobre GAM, cuyas páginas están salpicadas por el amor a la empresa, la preocupación por los empleados y accionistas, por los clientes y proveedores de su máximo hacedor, Pedro Luis Fernández, demostrando con ello su calidad humana y su categoría profesional, que le han llevado a regentar un imperio que simboliza su fortaleza en el logotipo del elefante, que hoy cuenta con unos 1200 empleados, 30000 equipos, 100 delegaciones y 25000 clientes en 14 países. • P.F.


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