La marca pionera celebra más de medio siglo de innovación en miniexcavadoras.

Cuando la canción de los Beatles «Hey Jude» sonaba en la escena pop de la cultura japonesa, otro fenómeno social ocurría en el país del sol naciente ese año 1968. En medio del notable auge de la construcción que tenía lugar en Japón, el fabricante de motores diésel Yanmar tuvo la idea de montar uno de sus motores en una pequeña excavadora hidráulica. El resultado fue la YNB300, una máquina de ruedas autopropulsada que revolucionó la industria. Al igual que los Beatles con sus canciones, Yanmar Construction Equipment sigue cosechando éxitos con sus miniexcavadoras 55 años después. Y lo ha celebrado rompiendo records, no sólo económicos –el año pasado, la compañía registró las mayores ventas de todos los tiempos– sino también musicales. La empresa ha reunido a su «Yanmar allstars » de músicos talentosos, en el que figura como trompetista el jefe de marca y diseño de Yanmar, Nagaya «Dezi » Akihiro, para producir una canción de jazz y blues especialmente escrita para la ocasión. Se titula simplemente «55 años» y ya está disponible en Spotify y en las principales plataformas digitales de música.

Yanmar, fabricante mundial de equipos compactos y motores diésel, cumple sus 111 años de existencia, fundada en Japón por Magokichi Yamaoka para comercializar motores de gas. El enfoque cambió hacia la agricultura y en 1921 adoptó la actual denominación Yanmar. Innovaciones de ingeniería consecutivas culminaron con la fabricación en 1933 del primer motor diésel de baja potencia del mundo y en 1968 con la introducción de su primera miniexcavadora.

Los modelos de miniexcavadoras de la marca global Yanmar Construction Equipment, ViO35 y SV17e, de última generación, éste totalmente eléctrico, son las últimas aportaciones de una larga línea de miniexcavadoras innovadoras que Yanmar ha lanzado a lo largo de los años. Una trayectoria que empezó en el 68 con la YNB300 y siguió en 1972 con la YB600C, que tenía un brazo deslizante para excavar junto a las muros. En 1974, las miniexcavadoras Yanmar fueron equipadas con cabinas, y el ruido fue suprimido para permitirles trabajar en espacios confinados, en áreas residenciales y en tajos nocturnos.

A mediados de la década de 1970, la YB1200 de Yanmar sentó las bases de la moderna miniexcavadora. Tenía un motor diésel refrigerado por agua, podía girar completamente 360 grados y estaba equipada con una hoja dózer móvil. La década de 1980 vio las orugas de goma y las máquinas de menos de una tonelada de peso, mientras que en la década de 1990 se produjo el lanzamiento de la revolucionaria máquina de “giro cero de rotación de la superestructura”, concepto que contribuyó a la seguridad evitando colisiones y accidentes.

Un mundo mejor
Aquella primera máquina, la YNB300, puede parecer hoy rudimentaria, pero en 1968 era de lo más vanguardista, pues contribuyó a reducir el trabajo manual de los obreros y a facilitar el trabajo en los tajos pequeños, haciéndolos tan eficientes como los grandes. Desde el cambio de milenio, Yanmar CE ha impulsado de manera espectacular la mejora técnica de sus equipos, yendo de la mano de la sostenibilidad para afrontar las preocupaciones ambientales, procurando emisiones cada vez más bajas (la reciclabilidad de sus máquinas anda en el 90%). La seguridad también ha sido un valor en alza, evidenciado por características tales como el acoplador rápido. Las excavadoras compactas son más populares hoy que nunca y, de cara al futuro. Yanmar seguirá trabajando estrechamente con los clientes para satisfacer sus necesidades y garantizar su éxito en el mercado.

Las “minis” japonesas cumplen 55 años de excelencia y la marca lo celebra batiendo records, mejorando sus equipos, apoyando a sus clientes y, al igual que ocurrió en el mítico año 68, contribuyendo con música propia a lograr un mundo mejor.