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Actualidad

23 May 2022

La falta de trabajadores cualificados compromete los fondos europeos

Mano de obraEl sector pide socorro.

La situación del sector constructor en España se está tornando compleja, según advirtió el pasado 19 de abril la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en una jornada organizada conjuntamente con la consultora de recursos humanos Randstad. A la carestía de la energía, el aumento de los costes de los materiales y el retraso en las entregas se suma el gran problema de la escasez de mano de obra, lo que complica la situación laboral de las empresas en un momento decisivo por la financiación de los fondos europeos. Los responsables de distintos organismos dieron la voz de alarma porque hace falta de todo. Encargados de obra, capataces, albañiles, encofradores, instaladores, especialistas en trabajos verticales, mecánicos, operadores de grúas... La lista de personal que necesita el sector de la construcción para acometer los trabajos comprometidos por los fondos europeos es extensa. A ello se suma la escasez de talento que se viene arrastrando desde hace años, lo que genera una gran “desa coplación formativa” con las necesidades reales de las empresas.

Las pequeñas y medianas empresas del sector necesitan alrededor de 700000 de estos profesionales para ejecutar el volumen de obras previsto para los próximos cinco años, que es la fecha de ejecución que mandan las condiciones de la financiación europea recibida. “En diciembre pasamos el primer examen con la Comisión Europea y tengo dudas de que se supere”, explicó Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) y de la Fundación Laboral de la Construcción, organismo especializado en la formación de trabajadores para el sector.

Se ofrece trabajo

El problema de la falta de personal es generalizado entre las pymes, como revela el hecho de que, sin necesidad de proyectar la actividad a los próximos años, las pequeñas y medianas empresas necesitan a día de hoy unos 109000 trabajadores, que no encuentran en un país con más de tres millones de parados, de los cuales la mitad no tiene formación alguna, según el estudio de la patronal Cepyme, que señala el retraso de las políticas formativas con respecto a las necesidades del mercado laboral, por lo que se necesita que el Gobierno realice una mayor adecuación de la formación a la demanda de las empresas, así como mejorar la eficiencia de la política de empleo haciendo atractivo el relevo generacional en las zonas despobladas para que estas puedan seguir funcionando.

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme, pidió al Gobierno que se “tome en serio” la dificultad para encontrar mano de obra en determinados sectores, ya que se trata de “un problema para la empresa y el sistema económico”. Y aclaró: “No es una cuestión de pagar más sino de la inadecuada cualificación para los trabajos”, en respuesta a la referencia de la vicepresidenta y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha dicho cada vez que se le ha puesto un micrófono delante que “la falta de trabajadores se explica por las bajas remuneraciones que pagan las empresas”.

Fernández Alén señaló que, en el caso concreto del sector de la construcción, la falta de personal es la mayor limitación de las empresas, hasta el punto de que, tras una década en la que el sector ha sufrido la resaca del estallido de la burbuja inmobiliaria, las empresas no pueden optar a licitaciones por falta de trabajadores para cumplir con los contratos.

Una muestra de lo que se afirma es que las pymes que deberían encargarse de las 50 licitaciones para depuradoras en Castilla- La Mancha no pueden hacerlo por falta de personal especializado, lo que va a acarrear serios problemas porque la Comisión Europea anunció el pasado 6 de abril que llevará a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por incumplimiento de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas.

Desde los tiempos en los que representaba el principal pilar del empleo en España, los jóvenes han dado la espalda a esta actividad y el número de trabajadores ha caído en picado. Según Fernández Alén, “en el sector de la construcción, en el año 2007, los menores de 25 años eran 345000, mientras que en el cuarto trimestre del año pasado esa cifra se ha quedado en apenas 54000”. Esta situación es grave porque “tenemos un desempleo juvenil excesivamente elevado, más del 30%”, afirmó el presidente de la CNC. Y encima, al problema de la escasez de mano de obra cualificada, que las empresas necesitan de manera inmediata, se une que nadie quiere entrar en el sector de la construcción.

Como dato curioso, decir que en España, en la población de entre 25 y 29 años, se aprecia que la tasa de trabajadores con baja cualificación supera el 20%, duplicando la media de la Unión Europea.

A DÍA DE HOY, SIN PROYECTAR A AÑOS VISTA, LAS PYMES DE TODOS LOS SECTORES NECESITAN 109000 TRABAJADORES. SOLO EL 40% DE LOS TRES MILLONES DE PARADOS CUENTA CON FORMACIÓN, EL 60% NO TIENE FP NI FORMACIÓN SUPERIOR.

La formación es la clave

Las quejas por la falta de personal en la construcción se replican en otros sectores como la logística, la agricultura o la industria del metal. Para Jesús Echevarría, presidente de Randstad, los problemas que presenta el mercado laboral español son comunes en aspectos como el demográfico, con una pirámide de población que “se está estrechando” y con una tasa de relevo que “es la mitad” de la necesaria. Alertó de que el déficit de talento “es una cuestión crítica para España, que será aún mayor en los próximos años”. Y afirmó que “la formación es la puerta definitiva al empleo”, por lo que las empresas tendrán que hacer un gran esfuerzo para ser más atractivas y atraer talento. Según Echevarría, España es otro caso de estudio en comparación con el resto de los países de la UE: “Solo el 40% de los parados cuenta con formación. El 60% de los tres millones de personas que están en desempleo no tienen formación profesional (FP) o superior”. Dado que el mercado laboral es cada vez más técnico y la formación va a ir ganando peso, “resulta evidente que tenemos mucho recorrido en la mejora en este aspecto”, sentenció.

Por su parte, Valentín Bote, director de Randstad, catalogó a las empresas con déficit de talento como aquellas que tienen “dificultades para encontrar profesionales en el mercado, ofreciendo unas condiciones adecuadas en compensación y salarios”. Y resaltó que es una problemática generalizada en todo el mundo, pero “diferencialmente más grave en España. Por tanto, tenemos que crear un marco atractivo para poder contar con ese talento. O lo generamos desde dentro o tendremos que atraerlo de fuera, entrando en competencia con otros países europeos, norteamericanos o asiáticos”.