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Actualidad

18 Noviembre 2021

41 años de Smopyc

Smopyc | Feria de ZaragozaEl primer certamen se celebró del 20 al 24 de febrero de 1980.

En realidad son 41 años los que contemplan. Pero hubiera sido la cifra redonda de 40 de haberse celebrado la edición correspondiente del Salón Internacional de Maquinaria de Obras Públicas, Construcción y Minería, Smopyc, en el mes de abril del año pasado, cuando estaba previsto y tuvo que suspenderse por la interrupción en nuestras vidas y haciendas del coronavirus. Como no se sabía el alcance del mal, se desplazó en principio al otoño, pero viendo la trayectoria pandémica del virus hubo que volver a aplazarla hasta el otoño de 2021 y por fin se celebra este mes de noviembre, del miércoles 17 al sábado 20, si bien con todas las precauciones que, tras la remisión de la gravedad del virus gracias a la vacunación de la mayor parte de la población, impone la norma sanitaria de andarse con ojo, con distancia y con mascarilla. Aprovechando la celebración de esta 18ª edición, repasamos su historia, siquiera someramente, que se remonta a mediados de la década de los 70 del siglo XX, cuando era una sección monográfica dentro de la Feria General de Muestras de Aragón, que se celebraba en octubre en Zaragoza coincidiendo con las fiestas del Pilar (la feria general se sigue celebrando es esas fechas). Pasó a ser un salón independiente en 1980 y el despegue fue inmediato, llegando a alcanzar el culmen de su celebridad en 2008, la edición más grande, populosa y atractiva de toda su historia. La feria ha continuado funcionando por encima de crisis y pandemias hasta nuestros días, si bien al ralentí en algunas ediciones. Esta es su resumida historia, que ilustramos con el facsímil del reportaje de aquel primer salón de 1980, publicado por Primitivo Fajardo en la revista técnica «CA, Carreteras y Autopistas», época en la que aún se editaban algunas publicaciones en blanco y negro.

Ha cumplido Smopyc 41 años y a lo largo de este tiempo se llegó a situar en los puestos estelares del panorama mundial de los salones de su especialidad, si bien en la actualidad se encuentra capitidisminuido por los estacazos de la brutal crisis que comenzó a partir de 2008 –que fue al tiempo la mejor edición de su historia– con la explosión de la burbuja inmobiliaria, crisis que aún andaba coleando cuando en 2020 vino a rematar las esperanzas de crecimiento del sector la maldita pandemia.

Remontándonos a sus orígenes hay que decir que Smopyc surgió en el año 1975 como un sector monográfico dentro de la Feria General de Muestras de Zaragoza, de carácter anual. ¿Por qué se erigió en Zaragoza?, se preguntarán muchos lectores, habiendo regiones más potentes económicamente en aquella época, como Barcelona, Madrid o Valencia, especialistas además en la organización de otros certámenes comerciales profesionales, incluso internacionales.

Pues, sencillamente, analizando el nacimiento de la feria hay que tener en cuenta que en los años 70 la producción de maquinaria para obras públicas y construcción de la región aragonesa era el 42% del total de España, centrándose la producción en las provincias de Zaragoza y Huesca. No hay más que añadir. Ese aspecto, unido a la acreditada experiencia de Feria de Zaragoza organizando también certámenes, fue el punto de arranque de una iniciativa ine ludible para el sector que se haría independiente en pocos años y alcanzaría con el tiempo notables cotas de éxito.

El gran salto adelante

Tras su paso por la Feria General de Muestras durante los años 1975, 76, 77 y 78, en febrero de 1980 se decidió dar el gran salto adelante y configurar una feria monográfica de maquinaria de obras públicas y construcción, como se venía haciendo con la Feria Técnica Internacional de Maquinaria Agrícola, Fima, que precisamente en 1980, un mes después de esa iniciática Smopyc, desarrollaba ya su decimocuarta edición.

SMOPYC SURGIÓ EN EL AÑO 1975 COMO UN SECTOR MONOGRÁFICO DENTRO DE LA FERIA GENERAL DE MUESTRAS DE ZARAGOZA, QUE SE CELEBRA ANUALMENTE.

El I Salón de Maquinaria para Obras Públicas y Construcción fue recibido de forma entusiasta por fabricantes, técnicos y publicaciones especializadas, formalizándose con periodicidad bienal, a pesar de haber tenido que renunciar a una parte del negocio en base a la solicitud de Barcelona, que aspiraba también a un salón específico. Ante la indefinición del Ministerio de Comercio y el temor de que se esfumaran sus pretensiones, ambas ferias se reunieron para repartirse salomónicamente el pastel de la construcción: Construmat se dedicaría a los materiales en los años impares y Smopyc a la maquinaria en los años pares; si bien, algunos sectores debieron compartirlos.

Esta primera muestra de 1980, de cuya organización ferial era director general Manuel Campo Lafuente, registró 229 expositores de 15 provincias que ocuparon 960 stands. Como curiosidad, el precio del metro cuadrado de suelo oscilaba entre las 800 pesetas de la zona exterior y las 1250 ptas en el pabellón cubierto. En ambas se pudo ver a los fabricantes y distribuidores del momento, como Luna, Pingón, Ebro, Comoplesa, Maquinista Terrestre y Marítima, Calsa, Orenstein & Koppel, Poclain, Liebherr, JCB. Fiat, Korota, Tabe, Firestone, Goodyear, Man y Volvo BM, entre otros.

En el Concurso de Diseño Industrial, formalizado por segunda vez para premiar las novedades importantes de los fabricantes españoles, se llevó el primer premio, categoría oro, Motor Ibérica por su retrocargadora Ebro I-90, de 8,4 toneladas, motor Perkins de 75 CV/56 kW y servotransmisión Power Shift de Clark.

La categoría de plata se la llevó Talleres Luna por la carretilla portacontenedores TH-40, de 40 toneladas de carga, y el trofeo de bronce fue para Comoplesa por su rodillo vibrante autopropulsado Rahile 152-4N, de 15 toneladas.

En esta primera edición monográfica se llevó a cabo durante los días de feria la exposición “Eduardo Torroja”, que mostró una treintena de paneles con lo más sobresaliente de la obra del gran ingeniero de caminos madrileño, que elevó el trabajo con hormigón a cotas artísticas.

Los años ochenta

Pasó Smopyc en su siguiente edición de 1982 a constituirse en internacional, confirmando una de las sólidas bases que paulatinamente iban a convertirlo en un certamen fundamental del mapa europeo. De hecho, en su tercera edición de 1984, la UFI, Unión de Ferias Internacionales, le otorgó su reconocimiento y sería en 1992 cuando el prestigioso Comité Europeo de Constructores de Equipos, CECE, le dio el espaldarazo concediéndole su esponsorización, al igual que ya contaba con el fundamental patrocinio de Anmopyc, por entonces la Asociación Española de Fabricantes Exportadores de Maquinaria para Obras Públicas, Construcción y Minería.

En la feria del 84 se tomó conciencia de que el viejo recinto de La Romareda, pegado al estadio del club Real Zaragoza, tan característico por su ladrillo visto y su singular torre-faro de 59 metros, de sobrio diseño y alzado prismático, de clara evocación neomudéjar y chapitel de aire escurialense, construido en 1940, se había quedado pequeño y había que hacer algo para ampliar el espacio.

EN EL AÑO 1986 SE TERMINARON LAS OBRAS DEL NUEVO RECINTO FERIAL Y FUE INAUGURADO EN OCTUBRE POR LOS REYES DE ESPAÑA DON JUAN CARLOS Y DOÑA SOFÍA.

La creciente dimensión de las ferias principales, Smopyc, Fima y la Feria General, creaba problemas de todo tipo, empezando por esa carencia de espacio suficiente para la creciente demanda de los expositores y continuando por la ocupación permanente de las vías públicas, lo que obligó a la organización ferial y a la Cámara de Comercio e Industria a afrontar una operación de venta del viejo recinto y a buscar terrenos aptos para levantar otro más extenso, funcional y polivalente, dotado de las mejores instalaciones, que fuera competitivo y estuviera a tono con el aforo y la categoría de las ferias con aspiración internacional que allí se celebrarían en el futuro.

Cambio de sede

Se construyó, por tanto, un nuevo recinto en la carretera de Madrid, a las afueras de Zaragoza, sobre 200000 metros cuadrados de terreno. Las obras duraron 18 meses y se invirtieron 3000 millones de pesetas (18 millones de euros). La Cámara de Comercio aportó 1200 millones y el resto corrió a cargo del Ayuntamiento de Zaragoza, la Diputación Provincial, el Gobierno de Aragón e Ibercaja. Se creó una junta de partícipes compuesta por la Diputación General de Aragón, el 38%; el Ayuntamiento, el 11%; el 6% la Diputación Provincial; el 3% Ibercaja; y el 42% la Cámara y la propia institución ferial.

Fue en el año 1986 cuando se culminaron las obras del nuevo establecimiento ferial y los entonces Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, acompañados del Ministro de Industria, Carlos Croissier, y de las primeras autoridades aragonesas, lo inauguraron en octubre de ese año. Al celebrarse en el mes de febrero, estando aún en obras el nuevo recinto ferial, Smopyc’86 se desarrolló por última vez en el antiguo recinto.

A partir de aquí no se puede hablar más que de constante crecimiento y éxitos continuados, tanto de Feria de Zaragoza como de Smopyc, que a lo largo de sus ya más de 40 años de historia ha exhibido como constantes la rapidez en la adecuación a las necesidades de los clientes y la adaptación al marco internacional con un óptimo posicionamiento en el mercado de los certámenes europeos de alto nivel. Esta adecuación al calendario de ferias internacional obligó a Smopyc a transformar su periodicidad, que pasó a ser trienal a comienzos del siglo XXI, en la línea de los grandes encuentros europeos de la especialidad, conjugándose con las más importantes del sector: Bauma e Intermat, y yendo a la par en celebración en el mismo año con la italiana Samoter.

El éxito de 2008

La última edición fastuosa de Smopyc, que se celebró en Feria de Zaragoza del 22 al 26 de abril de 2008, inaugurada por los actuales Reyes, entonces Príncipes de Asturias, Don Felipe de Borbón y Doña Letizia, consiguió las mejores cifras de su historia y, en opinión de voces autorizadas, se consolidó definitivamente como la tercera feria más importante de su especialidad en el panorama europeo.

Para entonces, el recinto ferial había crecido hasta disponer de una superficie total de 360000 metros cuadrados, distribuidos en 11 pabellones de distintos tamaños y amplias áreas exteriores, configuración que se mantiene actualmente.

Luego llegaría la debacle con la crisis, que alcanzó su cénit en las ediciones de 2011 y 2014. De la primera, probablemente la más triste de la historia de Smopyc, por salud mental es mejor no hablar, y de la segunda, a pesar de seguir el tono lacrimógeno de la anterior, recordamos que registró un ligero impulso.

EL I SALÓN DE MAQUINARIA PARA OBRAS PÚBLICAS Y CONSTRUCCIÓN, CELEBRADO EN FEBRERO DE 1980, FUE RECIBIDO DE FORMA ENTUSIASTA POR FABRICANTES, TÉCNICOS Y PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS, FORMALIZÁNDOSE CON PERIODICIDAD BIENAL.

Después, la de 2017 estuvo en consonancia con una cierta recuperación de la economía del sector que se iba a consolidar con un importante crecimiento en las ventas de maquinaria previsto para la edición de 2020. Pero llegó el coronavirus, se frenaron todas las aspiraciones y se aplazó la feria a octubre y luego a 2021. Aún así, y después de todo, la inminente feria va a ser una edición digna y supondrá el reencuentro para todos los protagonistas del sector, después de casi dos años de aislamiento general y de parón parcial de las relaciones institucionales, comerciales y humanas.

Esperemos que así sea y vuelva nuestra preciada feria a circular por donde solía. A continuación, ofrecemos la reproducción de algunas páginas en blanco y negro dedicadas a la primera edición de 1980, publicadas en la revista CA Carreteras y Autopistas, editada por la Asociación Española de la Carretera y dirigida entonces por un veinteañero principiante en periodismo que es hoy director de OP MACHINERY, Primitivo Fajardo.