Skip to main content

Actualidad

01 Julio 2019

Anefa celebra su Asamblea General anual

Asamblea anual de AnefaLa Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos (Anefa) ha celebrado en mayo su Asamblea anual en Madrid.

Frágil Crecimiento.
El pasado 9 de mayo, una nutrida representación de los empresarios del sector de los áridos de toda España, integrados en la asociación Anefa, participaron en su asamblea general anual, que se celebró en Madrid. En el informe del sector, una vez consolidados los datos estadísticos de consumo de áridos para 2018, se destacó un crecimiento inferior al previsto, alcanzando el +6,6% para un consumo total de áridos naturales para la construcción de 121 millones de toneladas, pero siempre partiendo de valores muy bajos y con gran variabilidad territorial. Desde el máximo previo a la crisis (2006), cuando la producción era de 486 Mt, el consumo de áridos para la construcción sigue en el –75,1% de lo registrado aquel año. En el sector se teme que estar inmersos en una interminable sucesión de periodos pre-electorales, electorales y post-electorales terminará pasando factura al tímido crecimiento de un sector que está muy lejos de poder hablar de recuperación. La tramitación de las licitaciones, las adjudicaciones y las ejecuciones de obras pecan de falta de continuidad y de ausencia de una planificación coherente. En consecuencia, la parálisis derivada de la incertidumbre política, así como las amenazas que pesan sobre la industria está comprometiendo la débil y frágil recuperación. El crecimiento en 2018 y el crecimiento previsto para 2019 siguen situando el consumo de áridos en España en los últimos lugares de Europa, muy alejado de los niveles de los países de nuestro entorno de la UE y más próximos al tercer mundo. Las necesidades de inversión en mantenimiento de infraestructuras son cada vez más acuciantes, ante el importante deterioro que están experimentando en los últimos años.

El presidente de Anefa, Ramón Ruberte, puso de manifiesto en su discurso de apertura la importancia del sector de los áridos como industria que “construye país”. Ruberte hizo balance de la compleja evolución del sector y lanzó un mensaje positivo y de futuro, en el que, además de seguir impulsando la sostenibilidad, la economía circular, la calidad, la seguridad y salud, así como las relaciones con el entorno social, se trabajará para implantar y asentar la cultura de la innovación en el sector, buscando ofrecer productos con mayor valor añadido para hacer las empresas más rentables y más sostenibles.

La asamblea de Anefa, que estuvo patrocinada por varias empresas miembro de la asociación, como Maxam, Peris Correduría de Seguros, Finanzauto, Ascendum, Metso, EyP Consulting y Simecal, contó, además del presidente, con las palabras del vicepresidente Manuel Casado Álvarez, el director general César Luaces Frades, y el expolítico socialista Eduardo Madina Muñoz, director de la unidad de análisis y estudios de Kreab España, invitado especial que impartió una interesante conferencia sobre “La situación política en España. Análisis y perspectivas. Claves para un buen posicionamiento empresarial”. Destacó Madina que no se puede desarrollar un país sin industria. “Vivimos en unos tiempos que la lógica de antes no funciona. No tenemos que dar por hecho que el que va a decidir por nosotros tiene más conocimiento que nosotros en el campo que nos afecta”, dijo. Y aconsejó a la asamblea: “Creen sinergias positivas, creen influencias positivas y hablen mucho con el que decide, seguro que ustedes tienen más conocimientos”.

Análisis del mercado de los áridos
Una vez consolidados los datos estadísticos de consumo de áridos para 2018, el crecimiento ha sido finalmente algo menor de lo previsto, alcanzando el +6,6%, frente al 13,2% del 2017, y siempre partiendo desde valores todavía muy bajos y con gran variabilidad territorial, según destacó el presidente Ruberte. Las perspectivas iniciales para 2018 hacían esperar otro año de crecimiento sostenido pero, nuevamente, la convulsa y cambiante situación política ha hecho que se vuelvan a sembrar las dudas sobre el comportamiento futuro del consumo.

“Aunque los ascensos son siempre positivos, el dato nos indica una desaceleración, pues estamos hablando de 121 millones de toneladas de áridos naturales, un 75% por debajo con respecto al 2006 (el año récord fue 2007, con 485 millones). Solo hemos recuperado 7 u 8 puntos. El consumo europeo está en 5 t/hab/año y el español está en 2,6”, dijo Ramón Ruberte, quien añadió: “Teniendo en cuenta que el consumo de áridos es indicativo de prosperidad, estamos en números tercermundistas. Vamos a ver si el gobierno que se forme va a seguir con el gasto social o va a invertir en industrias productivas”.

Ramón Ruberte: «teniendo en cuenta que el consumo de áridos es indicativo de prosperidad, estamos en números tercermundistas».

El presidente expresó su temor a que la interminable sucesión de convocatorias electorales acabe pasando factura al tímido crecimiento de un sector que está muy lejos de poder hablar de recuperación. La tramitación de las licitaciones, las adjudicaciones y las ejecuciones de obras pecan de falta de continuidad y de ausencia de una planificación coherente. Los recurrentes problemas ligados a las dificultades para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, así como la dotación de más gasto social no productivo en detrimento de la inversión en obra pública, ahora mismo tan necesaria después de tantos años de desinversión, no mejoran las perspectivas. Además, las bajas temerarias y los aplazamientos de pagos siguen siendo un mal endémico que perjudica enormemente al conjunto del sector.

“Con el nuevo gobierno tenemos que volver a presentarnos a las Administraciones para conseguir mejores inversiones, necesitamos un plan de infraestructuras para que las inversiones sean duraderas. Tenemos que conseguir que se estabilice la demanda de áridos y sobre todo tiene que haber un pacto de estado de infraestructuras”, afirmó Ruberte.

Afortunadamente, los indicadores relacionados con la iniciativa privada, edificación residencial y no residencial se siguen comportando positivamente, aunque con desigualdades territoriales, lo que está paliando, en buena medida, el déficit de obra civil.

César Luaces: «según la estadística minera, en 2017 el precio por tonelada de árido en cantera estaba en 4,98€ y en gravera 3,98€; en Francia o Alemania el precio se triplica».

Por eso, a pesar de todo, el sector confía en que 2019 y 2020 serán años de crecimiento para esta industria, en el conjunto del país, si bien con grandes variaciones territoriales e, incluso, alguna Comunidad Autónoma en retroceso. Tras una interminable crisis, las capacidades productivas de las empresas están limitadas, con necesidad de crecer en productividad y eficiencia, mientras que las exigencias para el sector siguen aumentando. Cada vez es más clara la necesidad de que la fase de expansión de la demanda de áridos se consolide para que las empresas puedan adoptar las decisiones de inversión que la actividad necesita.

Consumo de áridos naturales para la construcción

Crecimiento mínimo del consumo
El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras, la edificación, la industria y la protección del medio ambiente, lo que le confiere el carácter de industria estratégica. Es la segunda materia prima más consumida por el hombre después del agua y cada español ha consumido, en 2018, unos 2590 kilogramos anuales, es decir unos 7,1 kg diarios (en 2007 se consumieron cerca de 33 kg). Los áridos se emplean en las obras como hormigón preparado, prefabricados de hormigón (el 80% del hormigón son áridos), mortero, aglomerados asfálticos (el 95% son áridos), construcción de carreteras (el 94% de los materiales necesarios para la carretera son áridos), ferrocarriles (balasto), etc. Los materiales se emplean, mayoritariamente en las etapas iniciales de las obras, por lo que la evolución de su consumo es un buen indicador de la eficacia de los planes de infraestructuras. Además, el sector de los áridos es el primer subsector en explotaciones abiertas, en volumen de negocio y en generar empleo: 22000 personas, de las cuales 850 son mujeres.

Según las estimaciones finales de Anefa, dichas en la asamblea por el director general César Luaces, el año 2018 se ha cerrado con un crecimiento del 6,6%, para un consumo total de áridos naturales para la construcción de 121 millones de toneladas, como queda dicho. A esta cantidad hay que añadir 1,7 millones de toneladas de áridos reciclados y 0,7 millones de toneladas de áridos artificiales. El consumo total de áridos para la construcción alcanzó los 123,3 millones de toneladas. No obstante, se ha experimentado en el ejercicio una desaceleración respecto a las perspectivas iniciales y se mantienen variaciones territoriales importantes.

“El crecimiento es muy desigual territorialmente, la zona que más ha crecido es Galicia, luego Navarra, La Rioja, Canarias, Baleares, Asturias y Aragón. Murcia ha descendido un 6% y Extremadura sigue igual. El problema es que partimos de un consumo muy bajo y se han reducido un 2,5% el número de explotaciones, 50 entre canteras y graveras. Somos el último país de Europa en consumo de áridos; estamos al nivel del África subsahariana”, afirmó Luaces, quien añadió que, según la estadística minera, “el precio por tonelada de árido en cantera estaba en 2017 en 4,98 euros y en gravera 3,98 €; en Francia o Alemania el precio se triplica. Encima el precio bajo del producto hace que no sea rentable la exportación debido a los altos costes del transporte”.

Aunque el año fue más decepcionante de lo inicialmente esperado, se confirma el cambio de tendencia, si bien la industria se encuentra muy lejos de los volúmenes de consumo aceptables.

Áridos para la construcción
Siguiendo con el informe del sector, visto en la asamblea, es importante resaltar cómo la aplicación de los principios de la economía circular va avanzando de forma progresiva. Además de los áridos reciclados y artificiales, ya citados, dentro de las cifras de áridos naturales se contabilizan 5,2 millones de toneladas de áridos procedentes de otras industrias extractivas que los producen como subproductos de los procesos de extracción y tratamiento principales. Es decir, que sobre los 123,3 millones de toneladas de áridos para la construcción producidos en 2018, 5,8 millones (el 4,7%) no proceden de explotaciones de áridos.

Aunque el año fue más decepcionante de lo inicialmente esperado, se confirma el cambio de tendencia, aunque la industria se encuentra, todavía, muy lejos de los volúmenes de consumo aceptables y que son insuficientes para poder hablar de recuperación. Desde el máximo previo a la crisis (2006), momento en el que la producción era de 486 Mt, el consumo de áridos para la construcción sigue en el –75,1% de lo registrado aquel año.

En 2018, se ha procedido a modificar y a ajustar el procedimiento de cálculo del consumo de áridos para otras aplicaciones industriales. De acuerdo con este nuevo procedimiento, las canteras de áridos produjeron 45,4 millones de toneladas de áridos industriales con destino a la fabricación de aglomerantes, a la de productos cerámicos, a otros usos industriales, a la industria alimentaria y a la exportación. El 78% del consumo de los áridos industriales se destina a la fabricación de cementos y cales, que suman 35,2 millones de toneladas. Le siguen en importancia la industria del vidrio (1,7 Mt; 3,8%), la industria química básica (1,7 Mt; 3,7%), agricultura y jardinería (1,3 Mt; 3,0%), exportación (1,3 Mt; 2,9%) y la metalurgia básica (1,2 Mt; 2,6%). Por lo tanto, en 2018, se consumieron 166,3 millones de toneladas de áridos naturales para el conjunto de aplicaciones. Contando los áridos reciclados y artificiales, se alcanzaron los 168,7 millones de toneladas de áridos totales.

En cuanto a su origen, los áridos proceden mayoritariamente de canteras (72,3%); el 23,2% de graveras, en claro retroceso, el 3,1% se origina como subproducto en otras explotaciones mineras; el 1% se produce en plantas de RCD y el 0,4% en plantas de fabricación de áridos artificiales.

Volumen de negocio y distribución
Se estima en 573,1 millones de euros el volumen de negocio del sector de áridos para la construcción, excluido el transporte. Para otros usos industriales el volumen ascendió a 253,6 millones de euros. Por lo tanto, el volumen de negocio total alcanzó los 826,7 millones de euros. A partir de los datos oficiales de la Estadística Minera de España, se puede calcular el valor medio nacional que es de 4,86 euros/tonelada. En el caso de las canteras, el valor asciende a 4,98 €/tonelada, un 24,8% superior al de las graveras, que es de 3,99 €/tonelada.

Consumo áridos Anefa

El crecimiento del consumo de áridos para la construcción, en 2018, muestra una evolución territorial positiva en la gran mayoría de Comunidades Autónomas, retrocediendo únicamente en Murcia (–5,8%). Castilla y León (+3,3%), Cantabria (+3,3%) y Extremadura (+0,8%) registraron el crecimiento más débil. Por el contrario, Galicia (+13,3%) lidera el crecimiento, seguida de Madrid (+8,6%), la Comunidad Valenciana (+8,6%), Navarra (+8,3%), La Rioja (+8,1%) y el Principado de Asturias (+7,9%), que han tenido un comportamiento más positivo en crecimiento porcentual, aunque las variaciones absolutas en volumen de consumo son todavía muy pequeñas. Navarra (–48,1%), Galicia (–61,4%), La Rioja (–64,4%), Castilla y León (–64,5%) y País Vasco (–64,5%) son, por este orden, las Comunidades Autónomas con menor incidencia desde el inicio de la crisis. En el otro extremo se sitúan Murcia (–85,7%), Canarias (–83,6%), Andalucía (–83,4%), Extremadura (–82,0%) y Madrid (–81,5%), con retrocesos todavía superiores al –80%. Con un promedio global de –75,1% desde el valor máximo.

Las incertidumbres políticas afectan negativamente a la tramitación de las licitaciones, las adjudicaciones y las ejecuciones de obras y a las decisiones de inversión y creación de empleo.

Desde el punto más bajo de consumo de 2014, el incremento ha sido del +26,9%. Aplicando la media europea por habitante, el país debería consumir, al menos, unos 240 millones de toneladas, es decir, cerca del doble del valor registrado en 2018. Desde 2006, cuando el consumo de áridos por habitante en España era uno de los más importantes de Europa, con cerca de 12 toneladas/ habitante/año, esta cifra ha sufrido una reducción considerable.

A pesar del incremento de 2018, hasta las 2,6 t/hab/año, sigue netamente por debajo de la media europea (5,4 t/hab/año). Estos valores siguen siendo más propios de países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE como la española. De los 39 países europeos para los que la UEPG elabora estadísticas, España ocupa, nuevamente, el último puesto. Destacan, por lo negativo de los valores que presentan, la Comunidad de Madrid (1,4 t/hab/año), Canarias (1,5 t/hab/año), Andalucía (1,8 t/hab/año) y Murcia (1,9 t/hab/año). Navarra (7 t/hab/año) es la única Comunidad Autónoma con consumos superiores a la media europea. Actualmente, España –que se encontraba en segunda posición en 2006– ocupa el noveno lugar de Europa en producción total de áridos, por detrás de Rusia, Alemania, Turquía, Francia, Polonia, Reino Unido, Italia y Noruega.

Empleo y explotaciones
El empleo directo asciende a 8347 trabajadores, a los que hay que sumar otros 13725 indirectos, para un total de 22072 trabajadores, según los datos de la Estadística Minera de España (2017) y datos propios. El incremento total de empleo se estima en un +2,3%.

Según estos datos, el número de explotaciones de áridos activas (que reportan algún dato de actividad) asciende a 1754, cifra que supone el 64,2% del total de las explotaciones mineras del país, habiéndose reducido la cifra en 45 explotaciones en el último ejercicio (–2,5%). Prácticamente se distribuyen al 50%, entre las 868 canteras (49,5%) y las 886 graveras (50,5%). Según las informaciones de Anefa, aproximadamente el 20% de estas (unas 350 explotaciones) tiene una actividad casi nula, por lo que la cifra más real es de 1400 explotaciones. El peso del sector de los áridos en cuanto a número de explotaciones es muy elevado dentro de la industria extractiva, con el 64,2% del total.

La desaceleración económica general y la ausencia de una planificación a medio y largo plazo han llevado a todos los sectores de productos de construcción a revisar a la baja las buenas perspectivas.

En cuanto a las principales rocas empleadas para la producción de áridos para la construcción son la caliza (45,6%), las arenas y gravas (29,1%), el granito (6,4%), la dolomía (5,2%), las arenas silíceas (1,3%), los pórfidos (1,1%) y la ofita (1,1%). Entre todas éstas, representan el 89,9% del consumo.

En cuanto a los áridos para otros usos industriales, los más empleados son la caliza (65,6%), las margas (12,1%), las arenas y gravas (5,2%), la dolomía (3,5%), la arena silícea (2,9%), la creta (1,5%) y la serpentina y dunita (1,3%). Todas ellas representan el 92,3% del consumo en aplicaciones industriales.

La industria extractiva y previsiones.
Como resumen de los datos anteriores, contextualizados en los de la Estadística Minera de España, el subsector de los áridos representa, respecto al conjunto de la industria extractiva española: el primer subsector en empleo directo, con el 40,9% del total; el primer subsector en número de explotaciones activas, con el 64,2% del total; el primer subsector en volumen de producción, con el 79,2% del total de las rocas y minerales extraídas; y el segundo subsector en volumen de negocio, con el 22,3% del total, tras la minería metálica.

A pesar de que buena parte de los indicadores han iniciado el curso de forma positiva –buen tiempo en el primer trimestre, semana santa en el segundo trimestre, efecto de arrastre preelectoral, etc.–, se puede presagiar un parón licitador y de la gestión y tramitación de muchas obras públicas por los procesos de formación de los gobiernos tras las Elecciones Generales, Autonómicas y Locales, que pueden ser largos.

La desaceleración económica general y la ausencia de una planificación a medio y largo plazo, han llevado a todos los sectores de productos de construcción a revisar a la baja las buenas perspectivas iniciales. En este sentido, a estas alturas del ejercicio, se prevé un crecimiento del consumo de áridos del 5% para el conjunto del país, aunque con muchas desigualdades territoriales.