Skip to main content

Actualidad

11 Marzo 2022

El precio de las materias primas

Crisis Materias PrimasLa escasez y el precio de las materias primas complican la actividad en muchos sectores.

Según venimos comentando en estas páginas, y lo ha recordado el pasado 16 de febrero el diario El Mundo, la industria mundial está ralentizada como consecuencia de la pandemia, pero esta no es la única culpable. Mucho tiene que ver, sin duda, pero lo que de verdad podría cercenar las expectativas del crecimiento económico previsto está más bien marcado por la ralentización en el suministro de materias primas, que está afectando a todo tipo de infraestructuras: edificación, energía, telecomunicaciones, transporte...

La construcción en especial se está viendo afectada por el desabastecimiento global de materiales esenciales. El retraso en los plazos de ejecución y entrega de las infraestructuras básicas es la principal consecuencia de la escasez, que en casos graves llega al abandono de los proyectos, tanto públicos de envergadura como privados del tipo edificaciones de pisos, “una parálisis que afecta a centros de salud y educativos, redes de transporte, desaladoras y demás servicios básicos”, según afirma Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).

Materiales como el vidrio, plásticos o pinturas están sufriendo retrasos de unos 30 días en el aprovisionamiento, que en el caso de las maderas y el aluminio suben a los 35, mientras que el acero tarda ya 50 días de media. En octubre pasado, un informe de la CNC exponía que la escasez afectaba a la maquinaria y los vehículos con un retraso medio de 90 días. En otros sectores se registraron a finales de 2021 demoras en el 75% de los proyectos de su ámbito, así como un 6% de paralizaciones y otro tanto de cancelaciones. El mayor problema lo encuentran en la adquisición de componentes fuera de la UE.

Si bien, las consecuencias que estamos sufriendo ahora vienen de más lejos, tanto a en el tiempo como en el aspecto geográfico. El origen está en la guerra comercial que EEUU y China iniciaron hace exactamente cuatro años con la imposición mutua de aranceles. A partir de ahí, y por el fuerte retorno de la actividad industrial tras el parón inicial de la crisis sanitaria, muchos materiales escasean, en especial el cobre y la madera, que EEUU está consumiendo para la edificación de vivienda, absorbiendo casi toda la disponible que se exporta desde la UE.

Al problema del desabastecimiento se añade un alza de precios desconocido desde 1976 en muchas materias primas. Conforme a los datos de la CNC, la madera subió hasta octubre un 125%, la piedra un 68% y el cobre un 63%. “De más de 30 materias primas analizadas se habían incrementado todas”, dice Fernández Alén. Eso hizo que el coste de las obras durante los 10 primeros meses de 2021 del año se incrementase hasta un 22,2%. Esta situación se debe al aumento de la producción de las fábricas chinas, que han reducido las existencias de cobre de su país hasta un mínimo histórico para estimular su economía.

La demanda de este recurso –necesario para los motores eléctricos de los coches, los teléfonos móviles, los escáneres de resonancia magnética o los lubricantes para motores– ha hecho que su precio se haya duplicado desde el estallido del Covid-19. A nivel mundial, los precios de los metales industriales, incluido el estaño, se han disparado desde marzo de 2020, lo que nos lleva a una nueva preocupación, pues la demanda anual de cobre podría llegar a cuadruplicarse esta década debido a la transición energética, las mejoras en la red eléctrica y los usos de la energía eólica y solar.

LA RALENTIZACIÓN EN EL SUMINISTRO Y EL FUERTE ENCARECIMIENTO DE ALGUNOS MATERIALES IMPRESCINDIBLES PARA FINALIZAR OBRAS Y EMPEZAR NUEVOS PROYECTOS SUPONE UNA AMENAZA PARA LA RECUPERACIÓN.

Para colmo, la Agencia Internacional de la Energía señala que la calidad de varias materias primas ha bajado, lo que exige métodos más intensivos para extraer el mineral, con el correspondiente coste ambiental. Por otro lado, aún queda por ver el impacto que esta situación podría tener en la ejecución de los proyectos financiados con los fondos europeos. Y también sus repercusiones en otros de gran relevancia, como las canalizaciones del hidrógeno, actualmente en fase de estudio.

Licitaciones desiertas como resultado de los sobrecostes

EEUU, China y Europa planean inversiones en infraestructuras en el largo plazo para impulsar sus economías y acelerar la transición hacia tecnologías neutras en carbono. De momento, la crisis de materias primas hace que los proyectos susceptibles de retrasos o cancelaciones sean los de obra nueva, con mayor riesgo si el promotor es público.

Hay licitaciones que se cierran sin atraer a ninguna empresa porque el problema va más allá de la escasez. “La subida de precios está destrozando la cuenta de resultados de las empresas que trabajan con la Administración”, refrenda la CNC. Para llevar a cabo las obras, se han de solicitar modificaciones de precios o analizar cambios de material. Ya se han quedado desiertas la modernización del hospital de Cabueñes (Asturias), la edificación de viviendas sociales en Baleares o la ampliación del trasvase Júcar-Vinalopó en Alicante.