Grúas Aguilar lleva a cabo la compleja operación de elevar a 70 metros las cerchas para la cubierta retráctil del estadio con las grúas sobre orugas LR 1700-1.0 y LR 1600/2.

Durante diciembre y enero, aprovechando la ausencia de fútbol en territorio patrio debido al Mundial de Catar y a las fiestas navideñas, se han llevado a cabo las maniobras de izado de las 12 cerchas de la cubierta retráctil del estadio Santiago Bernabéu, que cuando esté terminado el techo será capaz de cerrarse y abrirse en una operación totalmente automática que durará aproximadamente 15 minutos para el guiado y 20 minutos para el inflado completo. Realizar esta compleja maniobra ha sido posible gracias a dos grúas sobre orugas LR 1700- 1.0 y LR 1600/2 de la marca Liebherr, encargadas de realizar el izado de las cerchas sobre el estadio a una altura de 70 metros. Grúas Aguilar tuvo que emplearse a fondo con las dos unidades para superar algunos retos inherentes a estas maniobras debido a las dimensiones de las cerchas, con 72 metros de longitud y 72 toneladas de peso, a los reducidos espacios disponibles, los radios máximos de montaje, el posicionamiento final de las cerchas y los movimientos simultáneos de las grúas durante la ejecución del traslado «aéreo» de las estructuras. El parón por el mundial se ha aprovechado para dar un último y casi definitivo impulso en la remodelación del nuevo estadio, que si nada lo impide estará prácticamente terminado después del verano.

Primitivo Fajardo

La nueva cubierta del estadio del Real Madrid, en obras de remodelación desde hace más de dos años, se basa en un concepto de celdas infladas de membrana asociadas a una tecnología de guiado que permite la apertura y cierre de la misma, la cual se repleglará desde la mitad en ambos sentidos en dirección norte-sur, deslizándose a través de unos rieles previstos bajo la parte longitudinal de la cubierta fija.

La cubierta retráctil con cojines neumáticos constituye sin duda uno de los elementos más singulares de la cubierta del estadio. Este aspecto innovador se ha reforzado con un diseño híbrido acerocomposite de las propias cerchas de la cubierta. Estos materiales avanzados se emplean desde hace tiempo en las industrias aeroespacial, naval y eólica y su uso en la construcción se encuentra en expansión.

Con este tipo de cubierta se reduce significativamente el peso propio de las cerchas, lo que combinado con la ligereza de los cojines inflables, compuestos de una doble capa de membrana de tejido de PTFE revestido de fluoropolímero, que proporciona una excelente capacidad de plegado, resulta en una clara optimización de los mecanismos de traslación y sobre todo de elevación de la cubierta retráctil, lo que redundará en un menor coste de operación de la cubierta.

Sistema operativo de la cubierta

Cada celosía de la cubierta retráctil se soporta sobre unos carros sobre raíles. Cuando la cubierta interior se repliega, cada carrito de las vigas se guía independiente por un mecanismo de cremallera y piñones. Una vez todas las celosías han alcanzado su posición final, las primeras vigas de la parte norte y sur se encuentran en el centro, por encima del terreno de juego. Cuando se ha estabilizado el sistema de vigas en su sitio, el proceso de inflado de las celdas comienza automáticamente.

El proceso de apertura ocurre en sentido inverso al de cerrado. Primero las celdas de membrana se desinflan, las celosías intermedias son desbloqueadas y el sistema de estabilización horizontal se separa. Después las vigas son guiadas hacia la posición plegada debajo de los voladizos de la cubierta principal.

Para poder operar la cubierta retráctil, lo primero a considerar son las condiciones medioambientales. En este sentido hay una serie de limitaciones a tener en cuenta y que pasan por el exceso de viento en altura, precipitaciones en forma de nieve o cuando la temperatura exceda de 40 grados o baje de cero. En esas condiciones la cubierta retráctil no se podrá abrir o cerrar, es decir, que si la cubierta se encuentra abierta y el viento es muy elevado, la temperatura elevada o hay previsión de nieve no se accionará su funcionamiento por seguridad.

El manejo de todos esos parámetros se realizará desde una sala de control dispuesta para el accionado y supervisión de la cubierta retráctil, operada con total seguridad por expertos que vigilarán la cubierta, repleta de sensores climatológicos (4 ópticos de lluvia, anemómetros, sensores de nieve, termómetros...).

Desde un punto de vista arquitectónico, se han tenido en cuenta multitud de cuestiones, como el drenaje de la cubierta, que lo hará hacia los lados debido a una curvatura de las vigas de la cubierta retráctil desde el centro hacia los laterales. Dos sistemas de canalones lineales en los bordes de la cubierta fija permitirán que la cubierta interior de sagüe eficientemente en estos canalones.

La cubierta retráctil cuenta con voladizos de cobertura adicionales más pequeños para evitar que la lluvia impulsada por el viento con cierta inclinación se cuele a través del hueco por la diferencia de altura inevitable entre la cubierta retráctil y la fija. También se ha tenido en cuenta el mantenimiento de la retráctil: a lo largo de los bordes interiores de la cubierta fija una pasarela circunferencial permitirá el mantenimiento de los rieles y la tecnología de arrastre de la retráctil, así como el mantenimiento de los canalones y las tuberías de inflado en posición desplegada.

LA CUBIERTA RETRÁCTIL CON COJINES NEUMÁTICOS, REFORZADA CON EL DISEÑO HÍBRIDO ACEROCOMPOSITE DE LAS PROPIAS CERCHAS, CONSTITUYE UNO DE LOS ELEMENTOS MÁS SINGULARES DE LA CUBIERTA.

Liebherr y Grúas Aguilar

La firma Grúas Aguilar trabaja a pleno rendimiento en las obras de renovación del estadio Santiago Bernabéu con variadas grúas. Desde diciembre con dos sobre orugas: Liebherr LR 1700-1.0 y LR 1600/2, encargadas de realizar el izado a una altura de 70 metros de las 12 cerchas que compondrán la cubierta retráctil del nuevo estadio del Real Madrid. Con 72 metros de longitud y 72 toneladas de peso, cada una de estas cerchas han sido instaladas en el interior del estadio a unos radios máximos de trabajo de entre 70 y 118 metros.

Grúas Aguilar ha tenido que enfrentarse a grandes retos en la ejecución de estas maniobras, como el montaje de la pluma de la grúa Liebherr LR 1600/2, que por problemas de espacio tuvo que llevarse a cabo en un aparcamiento situado en un lateral del estadio y que conllevó un exhaustivo trabajo de ingeniería. Todo para conseguir una mejor distribución de las cargas en el proceso de montaje y desmontaje de la pluma principal y el plumín abatible.

Otro reto fue la dificultad de visibilizar las cerchas por parte de los operadores de las grúas en algunos momentos de los izados. Para solventar este problema, desde el departamento de ingeniería de Grúas Aguilar diseñaron la maniobra de cada cercha teniendo en cuenta los grados de giro y los ángulos de la pluma principal y del plumín abatible de cada una de las grúas y para cada una de las fases de los respectivos izados.

Finalmente, se afrontó las posiciones y el movimiento de las grúas durante las maniobras y el complejo proceso de posicionamiento final de cada cercha.

En un primer momento se planteó la opción de realizar las maniobras con una sola grúa, pero tras llevar a cabo un exhaustivo estudio se determinó que era inviable por cuestiones de espacio, por los radios de montaje, porque se necesitaría una grúa de mayor tamaño y por el entorno de la obra en sí. Por todo ello, se optó por hacer las maniobras con las grúas sobre orugas Liebherr LR 1700-1.0 y LR 1600/2, que trabajaron en tándem.

“Después del montaje de toda la cubierta del estadio Santiago Bernabéu, la culminación de dicho proyecto ha supuesto para el equipo de Grúas Aguilar cerrar un ciclo de un trabajo bien hecho y emocionante”, aseguró Luis Aguilar, propietario de Grúas Aguilar. “La mejor valoración que podemos tener es la confianza que día a día nos demuestran nuestros clientes desde que comenzamos esta aventura hace ya cuatro años, además de la seguridad que nos proporciona contar con el respaldo del equipo de Liebherr Ibérica en cuestiones de postventa y asesoramiento”.

Otras actuaciones

Por seguridad, en las obras no se ha trabajado de manera simultánea en la zona del terreno de juego debajo de la cubierta retráctil, por lo que toda la parte de mecanización del terreno de juego se hará efectiva durante el siguiente parón que haya en la competición. Casi 400 líneas de actuación están pendientes de ejecución en el nuevo Bernabéu antes de su culminación. Se continúa trabajando en la habilitación de espacios, destacando la ejecución de los nuevos ascensores panorámicos junto a las torres B y C, la instalación de varios ascensores nuevos en el lateral oeste, ejecución de barandillas perimetrales y las nuevas escaleras de desembarco en el nivel 9.

Se sigue instalando la parte industrial del hipogeo y se ejecuta la ventilación de este con los trabajos de micropilotaje y armados de losas en la zona norte. Se ha empezado a ejecutar, en virtud del proyecto de aforo, los primeros sectores en el lateral este del primer anfiteatro. El proyecto de aforo contempla multitud de actuaciones de mejora en la evacuación y seguridad de los socios y aficionados. Se modifican gran cantidad de vomitorios y escaleras para hacer de la accesibilidad y el confort una de las señas de identidad del nuevo Bernabéu.

LA FIRMA GRÚAS AGUILAR HA TENIDO QUE ENFRENTARSE A GRANDES RETOS EN LA EJECUCIÓN DE ESTAS MANIOBRAS, COMO EL MONTAJE DE LA PLUMA DE LA GRÚA LIEBHERR LR 1600/2.

El edificio este sigue creciendo y ya se ven acabados definitivos del nuevo aparcamiento en su nivel –5 con la ejecución de resina. Ya se termina de habilitar la nueva sala de prensa y se avanza en la habilitación de la nueva grada del lateral este, que se abrirá al público cuando el ritmo de la obra permita la apertura de las evacuaciones por los torreones.

En el estadio se trabaja también intensamente en el skybar y en el voladizo norte del skywalk. Y se sigue trabajando a buen ritmo para el cubrimiento final de la fachada de lamas.