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Actualidad

30 May 2025

Los 50 años de TST Servicios

Los hermanos Torres Muñoz, responsables de la firma alquiladora TST Servicios. De izda. a dcha., Jordi, Ana Lis, Mayi y JuanjoTST celebra en Barcelona su medio siglo de andadura empresarial.

En el corazón de Barcelona, el emblemático Museo Marítimo se vistió de gala el pasado 15 de mayo para celebrar un importante acontecimiento: el 50º aniversario de la compañía TST, una conmemoración empresarial que se erigió como un emotivo tributo a los cimientos familiares sobre los que se ha construido esta sólida compañía a lo largo de cinco décadas. La esencia del Grupo Torres, impregnada del inconfundible legado de José Torres y Juana Muñoz, sus fundadores, continuada en sus hijos Juanjo, Jordi, Mayi y Ana Lis, resonó en cada rincón del recinto, trascendiendo la mera gestión empresarial para abrazar un espíritu de cercanía y afecto que se extendió a empleados, clientes, proveedores y amigos. La masiva asistencia a esta memorable jornada en la Ciudad Condal fue elocuente testimonio del profundo calado de estos valores. La celebración de este cincuentenario se centró en honrar la visión y el esfuerzo de los fundadores, pilares fundamentales sobre los que se erige hoy un referente nacional en un abanico sorprendente de actividades, desde el control de humedades hasta la climatización integral (calefacción y refrigeración), pasando por la ventilación, el suministro energético, el bombeo y la ambientación. TST es una empresa familiar que ha diversificado su actividad sin perder de vista su compromiso con la calidad, y la elección del Museo Marítimo no ha sido casualidad: simboliza la navegación constante y el rumbo firme que TST Servicios ha mantenido a lo largo de estos 50 años de singladuras.

La elección del Museo Marítimo como escenario para esta significativa celebración tiene otro simbolismo. El majestuoso edificio forma parte de la historia de TST, ya que fue el primer gran desafío que afrontó Juan José Torres Muñoz, su actual máximo responsable, al tomar las riendas de la empresa en 1990, cuando tenía 18 años. Tuvo que climatizar el recinto con recursos limitados: cuatro generadores de aire caliente diésel y un centenar de estufas de gas, ayudado por un par de técnicos de la casa. Han pasado 37 años y Juanjo ha regresado emocionado a este mismo lugar para celebrar, junto a sus hermanos Jordi, Mayi y Ana Lis, que el negocio que fundaron sus padres y ellos impulsaron ha sido próspero y tiene futuro, contando hoy con 140 profesionales y con miembros de la tercera generación Torres ya incorporados a la tarea.

La celebración de la efemérides ofreció a los asistentes una retrospectiva visual de la trayectoria de TST a través de una exposición que detallaba cronológicamente las diversas líneas de negocio que la empresa ha ido incorporando a lo largo de su medio siglo de existencia. La primera de ellas, el secado de obras, germen de la compañía, ocupó un lugar destacado, recordando los humildes comienzos de esta gran empresa, cuya génesis se remonta a la historia de dos jóvenes emprendedores: José Torres, originario de Bobadilla-Antequera (Málaga), y Juana Muñoz, natural de El Robledo, en Ciudad Real. Sus caminos se cruzaron en el bullicioso barrio madrileño de Usera, donde forjaron una familia. Antes de eso, José instalaba equipos portátiles de calefacción industrial para calentar con máquinas rudimentarias de propano y petróleo grandes espacios, naves industriales y edificios. Luego se dedicó al secado de obras, recorriendo incansablemente la geografía española con su fiel Renault 4.

LA CRISIS ECONÓMICA DE 2008 SUPUSO UN PUNTO DE INFLEXIÓN. LA ACTIVIDAD RELACIONADA CON LA CONSTRUCCIÓN EXPERIMENTÓ UN DRÁSTICO DESCENSO, OBLIGANDO A TST A TOMAR DECISIONES ESTRATÉGICAS.

Impulsados por la búsqueda de nuevas oportunidades, José y Juana tomaron la trascendental decisión de trasladarse a Barcelona en 1973, cuando la crisis del petróleo. Dos años después dieron vida a TST (Torres Servicios Técnicos), en la que José asumió la responsabilidad del área técnico-comercial, mientras que Juana, licenciada en Derecho, gestionaba la administración desde el propio hogar familiar. Sus hijos Juanjo y Jordi atendían de niños las llamadas telefónicas si sus padres no estaban en casa.

El primer encargo de TST fue un servicio de secado en una tienda de la Rambla de Sabadell, una labor que les reportó 40000 de las antiguas pesetas. Fue el inicio de un camino lleno de desafíos. Con una firme vocación de servicio, TST fue consolidando su crecimiento hasta que en 1979 adquirió su primer local en el barrio de Horta. Sin embargo, no tardaría en llegar el primer gran obstáculo: la segunda crisis del petróleo, que provocó un aumento desorbitado del precio de los combustibles, impactando directamente en los costes operativos de la empresa. Ante esta situación crítica, José Torres demostró su visión estratégica al realizar una previsora compra masiva de combustible justo antes de la subida, una decisión que permitió a TST mitigar el golpe económico.

Los primeros años 80 fueron testigos de decisiones cruciales para el futuro de TST. En primer lugar, la empresa apostó por la diversificación, incorporando la calefacción como una nueva línea de negocio. En segundo, demostró su capacidad para abordar proyectos de gran envergadura, estableciendo colaboraciones con clientes de la talla de Fira de Barcelona y ofreciendo soluciones efectivas ante catástrofes naturales como las trágicas inundaciones de Bilbao.

Con la empresa en constante expansión, José Torres acometió el relevo generacional y, con tan sólo doce años, su hijo mayor, Juanjo, comenzó a familiarizarse con los entresijos del negocio. José le llevó consigo a un proyecto en una sucursal bancaria de la Gran Vía de Barcelona, una experiencia iniciática marcada por la significativa frase “Pisa donde yo pise”, un consejo paterno que el actual director general lleva grabado a fuego.

Expansión y diversificación
A partir de los 90, con la incorporación de Jordi Torres, TST mantuvo una trayectoria de crecimiento sostenido. En el 92 se añadió una tercera línea de negocio, la de aire acondicionado, generando importantes sinergias con las áreas ya existentes. En 1994, la adquisición de una nave de 2000 m² en Malgrat de Mar permitió almacenar el creciente volumen de material, realizar trabajos de reparación e incluso fabricar algunos equipos con una mayor autonomía operativa.

El 2002 marcó un hito significativo en la estrategia de diversificación de TST con el nacimiento de dos empresas: Mator (Maquinaria Torres), en colaboración con el fabricante italiano ITM Italia y el objetivo de distribuir equipos de climatización y limpieza industrial, y Máquinas y Máquinas, que se concibió para ofrecer un servicio diferenciado en el entonces floreciente sector del alquiler de maquinaria para construción e industria, que se mantiene vigente hoy en día con una flota de 2000 equipos y una red de tres delegaciones en Barcelona, además de la central en Cornellá.

En 2004, TST dio un paso fundamental en su expansión territorial con la apertura de su primera delegación fuera de Barcelona, ubicada estratégicamente en Madrid. Esta nueva base se convirtió en un punto neurálgico para dar servicio a toda la península Ibérica, especialmente en el ámbito de eventos y climatización. Ana Lis Torres fue la encargada de liderar con éxito su implantación.

A mediados de la década de 2000, Mayi Torres asumió un rol crucial en el desarrollo de TST al frente del departamento de márketing e IT. A través de una estrategia de comunicación acertada y la adopción de los últimos avances en digitalización, la compañía logró una creciente proyección a nivel nacional.

TST continuó su imparable crecimiento, incorporando nuevas líneas de negocio como la ventilación, en 2006, y la potencia eléctrica, en 2007, y ampliando su cartera de clientes. Sin embargo, la crisis económica de 2008 supuso un punto de inflexión. La actividad, especialmente la relacionada con la construcción, experimentó un drástico descenso, obligando a TST a tomar decisiones rápidas y estratégicas. En 2009, se lanzó la nueva línea de negocio de frío industrial y se creó, aunque sin éxito, la empresa Pedalea para desarrollar una innovadora bicicleta urbana de tres ruedas. En 2010, se inauguró la división de bombeo de agua y se abrieron nuevas delegaciones en Sevilla y Valencia, seguidas por la de Bilbao, en 2012.

Ese año, tras el fallecimiento del progenitor José Torres, Juanjo y Jordi pusieron en marcha el denominado Plan JJ, una estrategia basada en la habilidad de Juanjo para establecer contactos y su proactividad para integrarse en el mayor número posible de asociaciones sectoriales. Fue en este periodo cuando TST se unió a reconocidas organizaciones como Aseamac, Aefyt, Acip, Actecir, Aspec, Aetos, el Gremi de Constructors d'Obres y Aepc, entre otras. De hecho, hoy es presidente de Aseamac, la asociación de alquiler de maquinaria y equipos.

TST SE HA CONVERTIDO EN UN REFERENTE PARA MILES DE CLIENTES EN TODO TIPO DE TRABAJOS, INCLUSO LOS MÁS DESAFIANTES, COMO LOS REALIZADOS RECIENTEMENTE EN VALENCIA TRAS LA DANA.

La estrategia de diversificación se intensificó en 2014 con la incorporación de las líneas de negocio de iluminación y alta presión. La expansión geográfica se fortaleció con la apertura de delegaciones en Marruecos, en 2015, y Murcia, en 2017, aunque éstas no lograron consolidarse y hubo que cerrarlas.

En 2019, la sede central de TST se trasladó a las nuevas instalaciones de Vilassar de Dalt, que precisamente en este 2025 han sido objeto de una ampliación.

Resiliencia ante la adversidad
La llegada de la pandemia en 2020 supuso un desafío sin precedentes para TST, especialmente al tener el 50% de su actividad vinculada al sector de eventos, prácticamente paralizado. La facturación de la compañía se desplomó un 32% ese año. La designación de la actividad de TST como esencial para otros sectores cruciales, como el suministro de energía, ventilación y climatización en infraestructuras críticas como hospitales y morgues, fue un factor determinante para evitar un impacto aún mayor.

La situación se normalizó gradualmente y un año después TST había recuperado los niveles de facturación prepandemia. Este difícil periodo se convirtió en un trampolín, impulsando un crecimiento superior al 30% en los ejercicios de 2022 y 2023. Tras la pandemia, la plantilla experimentó un notable aumento, pasando de 45 trabajadores a más de 100 en 2024, superando los 140 profesionales en la actualidad. Torres destacó en este acto que “el equipo humano es el verdadero tesoro de TST, profesionales comprometidos con una vocación de servicio al cliente las 24 horas del día, los siete días de la semana”, especialistas en cada sector: ventilación, frío industrial, potencia eléctrica, clima, ambientación y secado rápido de humedades.

Mirando al futuro
Llegando al presente, Juanjo y Jordi compartieron una anécdota reciente que ilustra la magnitud alcanzada por el grupo TST. Observando la fotografía de un destructor de la US Navy para el que TST debía realizar un servicio, ambos hermanos, unidos por una profunda conexión, se miraron y sonrieron, percibiendo en la imponente embarcación una analogía con la dimensión actual de su empresa.

LA LLEGADA DE LA PANDEMIA EN 2020 SUPUSO UN DESAFÍO SIN PRECEDENTES PARA TST, AL TENER EL 50% DE SU ACTIVIDAD VINCULADA AL SECTOR DE EVENTOS, PRÁCTICAMENTE PARALIZADO. LA FACTURACIÓN DE LA COMPAÑÍA SE DESPLOMÓ UN 32%.

Efectivamente, la TST de hoy poco se parece a aquella pequeña empresa que nació hace 50 años en un taller de Barcelona. Con más de 11800 máquinas, 16 kilómetros de mangueras de agua, 12 kilómetros de conducciones de aire, 147 kilómetros de cable y 2500 cuadros eléctricos, TST se ha convertido en un referente para miles de clientes en todo tipo de trabajos, incluso los más desafiantes, como los realizados recientemente en Valencia tras la dana.

Pero más allá del crecimiento en tamaño e infraestructura, lo que permanece inalterable en TST a lo largo de este medio siglo son los valores fundamentales de esfuerzo, tenacidad, honestidad, franqueza y constancia inculcados con esmero por José Torres y Juana Muñoz a sus hijos y nietos, así como a cada miembro de la gran familia TST.

Guiados por cuatro directivos excepcionales, tanto en lo profesional como en lo personal (un testimonio de su unión es el grupo de guasap que comparten, bajo el lema Hermanos antes que socios, Juanjo, Jordi, Mayi y Ana Lis), y con una fuerza laboral de centenar y medio de profesionales extraordinarios, el futuro de TST se presenta muy prometedor. Esta historia de éxito de medio siglo de trayectoria tendrá sin duda muchos más capítulos que protagonizar en los próximos 50 años. Que así sea

 


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