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Actualidad

18 Marzo 2025

Los Galardones de la FDA

Parte del jurado de los «Premios Nacionales FdA de Desarrollo Sostenible en Canteras y Graveras»Fallo de los «Premios Nacionales de Desarrollo Sostenible en Canteras y Graveras» 2025 de la FdA. Premio a las empresas más comprometidas.

El pasado 19 de febrero se reunió en la sede de la Federación de Áridos (FdA), en Madrid, el jurado independiente de los «Premios Nacionales FdA de Desarrollo Sostenible en Canteras y Graveras» 2025, con el fin de valorar las candidaturas de las empresas participantes y emitir los correspondientes fallos. Estos galardones tienen como objetivo promover una correcta gestión de los aspectos que integran el desarrollo sostenible –medio ambiente, social y economía, sin olvidar la prevención de riesgos laborales y la conservación de la biodiversidad– en las diferentes etapas del proceso de producción de los áridos y fomentar entre las empresas miembro de las asociaciones que integran la FdA el compromiso con el entorno social y con las generaciones futuras. Debido al gran número de candidaturas presentadas, 34 en total, el jurado se dividió en dos mesas para analizar con detenimiento las diferentes categorías. Los ganadores de los premios se darán a conocer públicamente en la ceremonia de entrega que tendrá lugar durante el acto de clausura del VII Congreso Nacional de Áridos, que se celebrará del 22 al 24 de octubre de este año en Córdoba.

Primitivo Fajardo

Los Premios Nacionales de Desa rrollo Sostenible en Canteras y Graveras 2025 de la FdA tienen un objetivo muy concreto de cara a dejar un mundo mejor a las generaciones futuras: promover entre las empresas una correcta gestión de los aspectos que integran el desarrollo sostenible buscando la transición de la sociedad actual a otra más respetuosa con el entorno. Es decir, pretende garantizar el equilibrio entre el crecimiento económico, la preservación del medio ambiente y el bienestar social, fomentando la seguridad y la prevención de los riesgos laborales y la conservación de la biodiversidad.

Candidaturas extraordinarias
Muy felices me las prometía cuando dije que sí a esto de participar como vocal del jurado de los premios porque ignoraba su alcance real. Creía que juzgar las candidaturas y las exposiciones de cada una de las empresas aspirantes a los premios, señalar a la mejor y emitir el fallo correspondiente iba a ser pan comido. Si hay un proyecto o acción más impactante que los demás porque genere mayor contribución a los valores del desarrollo sostenible, para ese la perra gorda. Pero qué va, ni mucho menos era tan sencillo. En esencia, la misión del jurado es esa y era fácil de ejecutar, pero su aplicación práctica iba a resultar mucho más estresante y comprometida porque todas las candidaturas presentadas eran extraordinarias y algunas no admitían comparaciones. Tal era su esencia y el logro exhibido que eran merecedoras de premio directo sin tener que competir. A otras con indiscutibles méritos per se, además del premio habría que erigirles un monumento en la puerta de la FdA, frente al hotel Palace. Por tanto, debíamos tener bien abiertos los ojos –el café ayudó lo suyo– e hilar muy fino para, en el tiempo estimado, seleccionar a la mejor en cada una de las categorías.

El caso es que el 19 de febrero tuve el honor de participar en el jurado analizando los proyectos, calificando a las empresas y contribuyendo con mis votos a elegir a los premiados. Los galardones, por tanto, ya han sido concedidos, sé quiénes son los afortunados ganadores pero –he ahí la lucha intestina que señalo en el editorial de este número– no puedo cantar la traviata hasta que se hagan públicos en la ceremonia oficial de entrega, que tendrá lugar en el acto de clausura del VII Congreso Nacional de Áridos que se celebrará en octubre en Córdoba. ¡Cuán largo me lo fiais!

Debo añadir que la experiencia de ver los toros desde la barrera, formando parte del jurado que debía “señalar” a las mejores entre las mejores de las empresas que se presentaron, ha sido tan fascinante que aún no he salido de mi asombro. Porque asombroso ha resultado comprobar el nivel que tienen muchas compañías en lo concerniente a la materia objeto de los galardones. Nadie que no esté metido en faena en este sector de los áridos puede imaginarse el alto nivel tecnológico, de calidad y compromiso que exhiben las empresas agrupadas en el mismo, que han demostrado estar involucradas hasta el tuétano en el empeño de llevar a cabo la sagrada misión de cumplir con la aplicación de los principios y conceptos básicos del desarrollo sostenible a su actividad minera.

Más aspirantes que nunca
Fue una satisfacción tremenda contemplar el ánimo de los responsables de las firmas que comparecieron ante el jurado para defender sus tesis, sabedores de que lo que están haciendo en el seno de sus compañías es importante y ello les ha impulsado a presentarse a los premios teniendo que sumar a su trabajo habitual las lógicas exigencias requeridas en las bases de unos galardones tan relevantes. Empezando porque el jurado debía valorar a las firmas aspirantes de manera presencial o telemáticamente, es decir que quienes se presentaban debían comparecer ante el jurado y explicar su propuesta en directo o bien on line a través de la pantalla –cada empresa escogió su modo y de los 34 candidatos sólo 12 prefirieron decantarse por aparecer vía plasma–.

Hay que decir que el número de empresas participantes era menor a las candidaturas presentadas porque varias firmas se posturalon a distintas categorías, una hasta en cuatro apartados, dos en tres y cuatro en dos. Esto ha ocurrido este año por primera vez en las doce ediciones celebradas desde la puesta en marcha de los premios por Anefa en 1997, hace casi tres décadas.

La presentación física de cada candidatura tenía mucho mérito considerando que sus representantes vinieron exclusivamente a echar el día para defender su proyecto desde lugares tan alejados de la meseta como Baleares o el extrarradio peninsular: Badajoz, Barcelona, Castellón, Málaga, Cantabria, etc. La fórmula consistía en arbitrar un cuarto de hora para la exposición de cada candidatura y que el jurado tomara buena nota –los vocales se habían estudiado previamente los trabajos–. De ese tiempo, los defensores de la propuesta contaban con diez minutos de oratoria, más cinco para someterse a la gota malaya del jurado.

NADIE QUE NO ESTÉ METIDO EN FAENA EN ESTE SECTOR DE LOS ÁRIDOS PUEDE IMAGINARSE EL ALTO NIVEL TECNOLÓGICO, DE CALIDAD Y COMPROMISO QUE EXHIBEN LAS EMPRESAS AGRUPADAS EN EL MISMO.

Debido al gran número de candidaturas, por lo visto más que nunca, el jurado tuvo que dividirse en dos mesas para abarcar las dos clasificaciones principales de los premios: jurado de Medio ambiente, imagen y comunicación de la empresa sostenible, y jurado Social. Tras valorar todas las propuestas, al finalizar la jornada, ambos jurados se reunieron para aportar cada vocal sus puntuaciones a un programa informático que se encargó de asignar las puntuaciones y proclamar finalmente a los ganadores que más puntos sumaron en cada categoría.

Un jurado multidisciplinar
El mecanismo percutor de los premios estaba bien engrasado por las mentes brillantes de la FdA y Anefa, encabezadas por su presidente Alberto Novoa Rodríguez y el director general César Luaces Frades, respaldados por el secretario general Jaume Puig i Canal, la directora técnica Rosa Carretón Moreno y el responsable de comunicación Íñigo de Amescua Fdez. de Casadevante, que participaron en el jurado como vocales sin voto, cosa que también hicieron tres gerentes de asociaciones regionales: Ana Barella Val, de la valenciana Arival; Aitor Puente del Cabo, de la gallega Arigal; y José Antonio Ezquerra Hernández, de la vasca Euskalárido.

Las categorías de los premios de Medio ambiente, imagen y comunicación fueron: a) Medio ambiente en el sector de los áridos (Restauración, Buenas prácticas medioambientales, Biodiversidad, Neutralidad climática y Economía circular), y b) Medio ambiente en otras industrias extractivas (Buenas prácticas medioambientales y Buenas prácticas en imagen y comunicación de la empresa sostenible).

Las categorías de lo Social fueron: a) Social (para medir materias como Seguridad y salud y Participación en la comunidad local); b) Economía (para tratar las Buenas prácticas operacionales, iniciativas e innovación); y c) Contribución a la economía o Valor añadido a la sociedad.

En esta edición, además, se ha incorporado una nueva categoría denominada Neutralidad climática, que ha permitido a las empresas presentar todas aquellas acciones realizadas en las explotaciones en relación con la adaptación y mitigación del cambio climático.

En la sesión maratoniana del jurado también se seleccionaron los nominados para los Premios Europeos de Aggregates Europe, de la asociación europea UEPG, que competirán con otros candidatos de distintos países y se entregarán en Bruselas el día 26 de noviembre de este año. Asimismo, se eligieron los candidatos del sector de los áridos a los Premios Fundación Minería y Vida 2025.

Ambos jurados estuvieron presididos por sendos responsables de la Administración Pública: el jurado Social por Daniel Torrejón Braojos, subdirector general de Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que actuó también como vicepresidente del jurado, contando como secretario con Jaume Puig i Canal; y el jurado de Medio ambiente, imagen y comunicación de la empresa sostenible, por Jesús Portillo García-Pintos, director general de Minas de la Junta de Andalucía, que a su vez era el presidente de todo el jurado y contó como secretario con César Luaces.

Del primer jurado señalado, el Social, fueron vocales Pedro Bueno Carro, jefe de servicio de Nuevos Vectores Energéticos y Descarbonización del Gobierno de Castilla-La Mancha; Miguel García Tejera, director técnico de Cepco; Daniel Barragán Burgui, secretario general de CC.OO. del Hábitat, y Primitivo Fajardo, responsable de OP MACHINERY.

Como vocales del segundo jurado, el de Medio ambiente, formaron parte: Carlos López Jimeno, coordinador de la cátedra Anefa-ETSI de Minas y Energía; Beatriz Olmo Gilabert, directora técnica de la Red de Restauración de Minas y Canteras; Christian Peña Narciso, coordinador de la Fundación Minería y Vida; Santiago Berjano Serrano, jefe del Servicio de Minas del Principado de Asturias; y Xavier Carbonell Sánchez, jefe del Servicio de Información, Inspección y Control Ambiental de Actividades de la Generalitat de Cataluña.

 


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