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Actualidad

25 May 2025

Moda y minería

Adolfo DominguezLa pizarra decora las tiendas del diseñador de moda gallego Adolfo Domínguez.

El gusto por lo artesanal y el uso de piedra natural como la pizarra en la decoración de sus tiendas de ropa y accesorios para hombre y mujer es una constante que, junto a la innovación, forman parte de la esencia del negocio textil y de la imagen de marca del famoso diseñador gallego Adolfo Domínguez, renombrada marca española con gran prestigio internacional cuya creación artística en moda de autor conecta con el compromiso y reivindicación de sus raíces como parte de la filosofía de la compañía. La inclusión de elementos artesanales en sus establecimientos crea un ambiente atractivo, acogedor y exclusivo que invita al comprador a explorar con relajación las colecciones del diseñador y forma parte del empeño de siempre de la empresa por realzar la naturaleza geológica de su origen. En una especie de comunión con la tierra, el grupo mantiene desde hace años su apuesta por crear espacios abiertos y de gran calidez impulsando el uso de elementos naturales de cada zona donde se asientan sus comercios, bien sea materiales para la decoración procedentes de la geografía gallega o productos de proximidad, de kilómetro cero, empleados en la construcción de sus locales. Lo mismo utiliza la pizarra orensana en tiendas galaicas o lusas que la pizarra de los pueblos negros de Guadalajara en el centro peninsular, el granito de Extremadura, Brasil, India o Italia, el mármol blanco de las canteras de Macael (Almería), el crema de Alicante o los de Carrara (Italia), Turquía y Grecia, e incluso la piedra de muñeca en los centros de venta de Colombia. Cada tienda tiene un diseño específico y utiliza diferentes tipos de piedra según la ubicación, el espacio y la disponibilidad de materiales. Los últimos años ha sido la pizarra la protagonista de las tiendas de AD.

El diseño textil gallego es muy dinámico y ha dado al mundo muchos diseñadores talentosos. Adolfo Domínguez es uno de ellos, pilar de la industria española con origen en Orense, junto a otros diseñadores gallegos famosos como Roberto Verino, Purificación García, Amancio Ortega (Zara) y Modesto Lomba (Devota & Lomba). Otros diseñadores y marcas más pequeñas, quizás no tan mediáticos, también tienen una trayectoria importante y reconocimiento en el mundo de la moda y contribuyen a la riqueza y diversidad de lo gallega, como Jorge Vázquez, María Barros, Sara Coleman, etc.

Adolfo Domínguez es el empresario español que revolucionó la industria de la moda en los años 80 con su visión minimalista y contemporánea del diseño. Su filosofía se fundamenta en la simplicidad, la funcionalidad y la calidad de los materiales para sus prendas clásicas y sin estridencias, sus creaciones visten a una mujer sensible a la belleza.

En ese sentido, corre paralelo el diseño en el interiorismo de sus tiendas, donde busca crear espacios elegantes, atemporales y con mucha clase que transmitan una sensación de bienestar y conexión con la naturaleza, evitando elementos superfluos y apostando por la autenticidad de los materiales naturales. La textura, el color y el aroma de éstos, como las maderas europeas de diferentes especies en diferentes entintados y la piedra natural de orígenes geográficos diversos, juegan un papel fundamental en la experiencia sensorial de sus locales de moda, a lo que contribuye también la iluminación.

UN ELEMENTO DISTINTIVO QUE DEFINE LA IDENTIDAD VISUAL DE MUCHAS DE LAS BOUTIQUES DE ADOLFO DOMÍNGUEZ ES LA PRESENCIA IMPONENTE, ATRACTIVA Y DISCRETA DE LA PIZARRA.

La pizarra como eje temático
En un mundo donde la inmediatez y la producción en masa marcan el ritmo, las tiendas de Adolfo Domínguez se erigen como oasis donde el gusto por lo artesanal y los materiales nobles evocan una conexión profunda con la tierra. Al cruzar el umbral de sus espacios públicos, el comprador percibe una atmósfera que trasciende la mera transacción comercial y le invita a un recorrido sensorial.

Un elemento distintivo que define la identidad visual de muchas de sus boutiques es la presencia imponente, atractiva y discreta de la pizarra, de la que España es un productor de alta calidad. Este material, de una belleza austera y una textura rica en matices, no es una elección casual. La pizarra es la piedra angular de la arquitectura tradicional gallega, la tierra que vio nacer al modisto y a la marca. Su incorporación en el diseño de las tiendas es un claro y elegante guiño a estas raíces, un susurro de la geología y la cultura que inspiran su mundo empresarial.

Se utiliza la pizarra sin intervenirla ni pulirla en modo alguno, recogida directamente tal y como aflora en la naturaleza del oriente gallego, de las canteras del norte de Castilla y León o de los pueblos negros de Guadalajara, regiones con una larga tradición en la extracción y elaboración de este material. La roca viva en todo su esplendor. Esta pizarra se manifiesta de diversas formas: revistiendo paredes enteras o los arcos de conexión entre habitáculos (“atravesarlos es un rito ancestral que anuncia la magia transformadora de la ropa”, según el diseñador), creando suelos de una sobriedad elegante o incluso esculpida en mostradores y elementos decorativos. Su color oscuro y profundo contrasta a la perfección con la luminosidad de las prendas, la transparencia de las mesas de cristal y la calidez de la madera en columnas y mostradores, creando un equilibrio visual que transmite calma y sofisticación. Cada pieza de pizarra, con sus vetas y su tacto único, aporta una dimensión artesanal que se aleja de la frialdad de los materiales industriales.

Amor por lo artesanal
La presencia de la pizarra, por tanto, no es sólo un recurso estético; es una declaración de principios. Es un recordatorio constante del origen, de la importancia de la tradición y del valor de la naturaleza. En un mundo globalizado, Adolfo Domínguez elige anclarse en su tierra, celebrando la belleza de sus materiales y la sabiduría de sus artesanos. La visita a cada una de sus tiendas se convierte así en una experiencia que va más allá de la moda, invitándonos a apreciar la belleza de lo sencillo, lo natural y lo perdurable. Es un homenaje silencioso a Galicia, transformado en un lenguaje estético universalmente elegante y atemporal.

Este amor por lo artesanal se extiende más allá de la elección de las rocas de pizarra. En las tiendas de Adolfo Domínguez se percibe una atención meticulosa al detalle, una búsqueda de la autenticidad en cada elemento. Por ejemplo, la cal que enjalbega las paredes es una “poesía telúrica: se rompe con el fuego, se fragua con el agua y se solidifica con el aire. Una tradición que permite respirar a los muros”, afirma el afamado modisto, que también colabora con los alfareros y artesanos de su tierra demandándoles colecciones de piezas cerámicas en edición limitada.

Igualmente, la empresa utiliza en sus decoraciones la madera de castaño, “el árbol totémico de Galicia que guarda en sus anillos nuestra historia”. Con la madera natural compone muebles orgánicos y suelos desiguales, tal y como hacían los artesanos de antaño. “De este modo, se celebra la imperfección y se emplea toda la madera, sin generar ningún tipo de desperdicio. La sostenibilidad antigua”, afirma el fundador de la marca en 1973, hace ya medio siglo, que se puso de moda gracias a “la arruga es bella”.

La coherencia entre la filosofía de diseño de la ropa –el lino, el cuero, etc.– y la estética de los espacios comerciales donde reina la pizarra, refuerza la identidad de Adolfo Domínguez como una marca que valora la calidad, la durabilidad y la conexión con lo auténtico. Su éxito es indiscutible. Su trabajo, su esfuerzo y su amor por la ropa y el diseño le han convertido en uno de los grandes de la historia española de la moda.

P.F.


EL MODISTO GALLEGO ADOLFO DOMÍNGUEZ
Vida de un diseñador de éxito

EL empresario, intelectual, modisto y escritor Adolfo Domínguez Fernández nació en Puebla de Trives (Orense), en 1950, tiene por tanto 75 años. Sus padres tenían en esa localidad una tienda de ropa donde Adolfo creció correteando entre las telas que abarrotaban el taller de sastrería. Años después la familia se mudó a Orense, donde abrieron la sastrería El Faro, que se convirtió en un referente. En 1973, tras estudiar Filosofía y Letras en Santiago de Compostela y ampliar sus estudios de Estética y Cinematografía en París, y después de una estancia en Londres, regresó a su tierra chica para crear una empresa textil a partir de la sastrería familiar.

En la década de 1980, lanzó el famoso eslogan La arruga es bella, que se convirtió en un símbolo y tuvo una gran difusión internacional. “Quise que mi ropa fuera una segunda piel y de ahí mi eslogan de la arruga es bella”, dijo en una entrevista. En esta época, también creó la línea AD Mujer y comenzó a presentar sus colecciones en las pasarelas de Madrid y París. Su éxito le llevó a vestir a los protagonistas de la famosa serie estadounidense Miami Vice, Don Johnson (Sonny Crockett), Philip Michael Thomas (Ricardo Tubbs) y Edward James Olmos (Teniente Castillo). Precisamente, esta serie es largamente recordada principalmente por las ropas elegantes que los detectives vestían, trajes de lino blanco, incluso de cuello mao, con camiseta.

La hija mayor, presidente de AD
En 1990, Adolfo Domínguez se convirtió en el primer diseñador español en lanzar su propio perfume (Agua Fresca). En 1991, un incendio arrasó sus fábricas en Orense. En 1997, su empresa fue la primera marca de moda española en cotizar en Bolsa. En 2001 superó la opa hostil que le lanzó el grupo Cortefiel para hacerse con la empresa. A lo largo de los años, ha diversificado su oferta con líneas para jóvenes, niños, hogar, joyas, novias y mascotas, y es el modisto gallego más premiado.

Ha recibido la Aguja de Oro del Ministerio de Cultura, en 1997; el Premio Telva de Moda, en 2004; el Lifetime Achievement (Miami Fashion Week), en 2006; el Premio Nacional de Diseño de Moda, del Ministerio de Cultura, en 2019; y el Premio Miguel Ángel Furones, en 2024. Su empresa es considerada una de las más populares de España y una de las más internacionales.

En la actualidad, el grupo cuenta con 362 tiendas en 24 países (llegó a tener 600 en todo el mundo), siendo San Cibrao das Viñas (Orense) la sede central de la firma, desde donde gestiona su actividad global y concentra al 30% de su plantilla, que se cifra en un total de 1000 empleados. La última facturación anual se situó en 126,7 millones y se corresponde con el ejercicio 2023-2024. El ebitda alcanzó los 9,9 millones de euros.

En 2020, Adolfo Domínguez cedió la presidencia ejecutiva de la empresa a su hija mayor, Adriana Domínguez, aunque permanece como consejero y principal accionista, con el 31,5% del capital. Sus otras hijas, Tiziana y Valeria, trabajan en las áreas de diseño y tecnología, respectivamente. Desde entonces, él se ha dedicado a la escritura, publicando su primera novela, titulada Juan Griego, en 2018.