Fue uno de los fundadores de la asociación Atemcop.

El pasado viernes 22 de enero de 2021 se murió un genio. Fallecía en Madrid, a los 94 años de edad, Julián Rojo López, persona muy querida en nuestro sector y vinculada al mundo de la maquinaria por su trabajo en las empresas Agromán y Nekel y en la asociación Atemcop, sector al que siguió sentimentalmente unido después de jubilarse, pues se reunía cada tres meses con sus compañeros y amigos de siempre para disfrutar de su compañía y recordar viejas hazañas. Fue hace cuatro años, cuando cumplió los 90, que estos le brindaron un homenaje y le entregaron una placa conmemorativa. Julián Rojo ha muerto por causa de un cáncer de estómago y en estos tiempos difíciles no ha podido ser homenajeado como su estatura profesional y humana merecían. Fue despedido por su familia el 23 de enero en una misa en la capilla del tanatorio de Soto del Real (Madrid). Estaba casado con Luisa María Montijano Rodajo y tenían seis hijos: José, Ana, Félix, Jesús, Luis e Ignacio, y 14 nietos que le adoraban y de los que siempre hablaba con orgullo.

Primitivo Fajardo

Julián Rojo había nacido el 1 de julio de 1926 en Medina del Campo (Valladolid), en medio del año que simbolizó la época dorada de la aviación militar española, el tiempo de las grandes gestas aéreas, cuando tres vuelos legendarios: el Plus Ultra, la Patrulla Atlántida y la Patrulla Elcano, a Argentina, Guinea y Filipinas, respectivamente, convirtieron a un grupo de pilotos en héroes y dieron fama mundial a la incipiente industria aeronáutica de nuestro país. Sería quizás por esa marca de nacimiento que Julián Rojo entró a estudiar en 1947 en la Academia Militar de Ingenieros Aeronáuticos, donde se licenció en 1953 como ingeniero aeronáutico y piloto elemental, doctorándose en 1967 como ingeniero aeronáutico.

Sus inquietudes profesionales, sin embargo, habrían de llevarle por derroteros terrestres bien distintos a los caminos invisibles del cielo. Estuvo en el Ejército del Aire tan solo dos años, como jefe de mantenimiento en el taller de la Base de la Academia General del Aire, en San Javier (Murcia), encargado de las revisiones de los aviones.

En 1955 cambió de rumbo al ser fichado por la constructora Agromán, donde comenzó construyendo pistas y el estacionamiento de la base aérea hispano-americana de Morón de la Frontera (Sevilla). En 1957 pasó a ser jefe de obra e intervino en ejecuciones como la entrada de la carretera a Bilbao, el tren de Bandas de Basconia, el tren Blooming, en el tramo experimental de carreteras del nudo Barajas-Torrejón de Ardoz y en la construcción de la pista del aeródromo de Villanubla (Valladolid).

EN 1955 SE INCORPORÓ A LA CONSTRUCTORA AGROMÁN, DONDE COMENZÓ CONSTRUYENDO PISTAS Y EL ESTACIONAMIENTO DE LA BASE AÉREA HISPANO-AMERICANA DE MORÓN DE LA FRONTERA (SEVILLA).

En 1961 fue nombrado director de maquinaria de Nekel, donde realizaría el proyecto y creación de un nuevo parque con talleres de mantenimiento y reparación de equipos pesados (parque de 6 ha y talleres en naves de 5400 m2). También mantenimiento, revisiones generales y reparación de la maquinaria del parque (unos 1100 equipos para carreteras y pistas). Y además se ocupó de la formación de mecánicos y maquinistas.

Como inventor, su trabajo le llevó a afrontar con sobrado ingenio todo tipo de retos: mantenimiento de maquinaria en obra y gestión de personal; proyecto y fabricación de una grúa hidráulica auxiliar sobre camión y de diversa maquinaria, como plantas de suelo y grava cemento; plataforma desplazable sobre patas hidráulicas para trabajo de tablestacas en la playa de Almería; sistema de contenedores sobre camión; conjuntos móviles de clasificación de arenas y gravas; unidades de machaqueo y clasificación de gravas con circuito de realimentación sobre chasis móvil; laboratorios móviles para control de materiales de firmes de carreteras; grupos de tanques de almacenamiento calefactados para betunes en plantas asfálticas; tanques verticales de almacenamiento de mezclas asfálticas; carrozado de 300 camiones volquete...

En 1965, como jefe del parque de maquinaria de Nekel llevó a cabo obras de construcción de carreteras del plan REDIA en las provincias de Zamora, Valladolid y varias gallegas. En 1970 obras de la empresa Medina y del parque de maquinaria Nekel, realizando obras de carreteras y autopistas en Galicia, Castilla y León, Aragón y Cataluña.

En 1975 cruzó el Atlántico para realizar obras en América Central y del Sur, como las presas de Valdesia y El Hatillo, en la República Dominicana, autopistas en El Salvador y carreteras en Guatemala y Costa Rica; colaboró en el proyecto hidroeléctrico Daule y en la carretera de circunvalación de Guayaquil, en Ecuador. En 1984 fue nombrado director técnico de la sección de métodos y estudios de obras en el exterior de Agromán y llevó a cabo el estudio del nuevo aeropuerto de Atenas, participando en estudios de obras en Egipto, Argelia, Libia y Marruecos en colaboración con otras empresas: Tecnimont, Huarte, Dragados...

Atemcop y su producción editorial
Julián Rojo perteneció al grupo fundador de Atemcop, la Asociación Española de Técnicos de Maquinaria para la Construcción y Obras Públicas, donde colaboró en todo: organización de jornadas y cursos de movimiento de tierras y compactación, en la revista de la asociación con múltiples artículos técnicos, en las primeras ediciones del Manual de Costes de Maquinaria, elaborado con la Comisión de Maquinaria de Seopán; y fue representante de Atemcop en la Asociación Técnica de la Carreteras y colaborador técnico de la firma Aving, S.L.

Fue asesor y colaborador en diversos estudios de ejecución de obras y preparación de documentación oficial para concursos de obras del MOP, Aena y GIF para Agromán, Huarte, OHL, FCC, Sando, Elsán, Laín, Sacyr, Ginés Navarro, Aldeasa, Copasa, Tapusa, Dicaminos y Elsamex. Realizó los estudios sobre estimación de costes y método de construcción del túnel del Estrecho de Gibraltar, por encargo de Seceg, que fue presentado en Rabat, y el estudio de la vialidad invernal en la carretera entre Argentina y Chile por el cerro del Corazón de Jesús (falda del Aconcagua, a 3800 metros sobre el mar). También fue asesor de Anagrumac, de la Asociación Española de Distribuidores de Equipos de Manutención, Medea, y colaborador de Geoconsult en túneles.

JULIÁN ROJO FUE CONFERENCIANTE Y PROFESOR EN CURSOS Y JORNADAS Y ES AUTOR DE OBRAS Y MANUALES DE MAQUINARIA Y DE NUMEROSAS PUBLICACIONES.

En cuanto a publicaciones, Julián Rojo es autor de las siguientes obras: Teoría y Práctica de Compactación, editado por Dynapac. Manual del Curso de Maquinistas de Excavadoras Hidráulicas, por encargo de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Manual del Curso de Maquinistas de Cargadoras sobre Ruedas (CNC). Manual del Curso de Maquinistas de Tractores sobre Cadenas (CNC). Manual de Movimientos de Tierras a Cielo Abierto, editado por Fueyo Ediciones, que compendia todo el conocimiento y la aplicación de la maquinaria en obras.

Asimismo, escribió numerosos artículos sobre componentes de la maquinaria de construcción en revistas del sector como la propia Atemcop, Potencia, etc.

Fue conferenciante de lujo en jornadas de la feria Smopyc, en la Universidad de Cantabria y en la Asociación Técnica de Carreteras. Como ejemplo: la presentación que hizo en Rabat (Marruecos), en abril de 1999, del estudio de costes y métodos de ejecución de túneles con TBM, en las jornadas organizadas por la Association Internationale des Travaux en Souterrain (Aites) y de la International Tunneling Association (ITA).

Durante cinco años fue profesor del Curso Internacional de Carreteras para Extranjeros, organizado por la Fundación Betancourt, en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid. Y también lo fue del Curso de Mecánica del Suelo, puesto en marcha por la Fundación Gómez Pardo.

Finalmente, Julián Rojo, que cosechó varios premios de la marca John Deere, fue colaborador de la CNC en los cursos de formación de formadores y redactando programas de diversas máquinas.