Santiago Sánchez, elegido nuevo presidente en la asamblea general.

El 4 de mayo se celebró la asamblea general electoral ordinaria de Anefa, a la que asistieron dos centenares de personas y en la que, tras nueve años como presidente, Ramón Ruberte Auré ha cedido el testigo a Santiago Sánchez Álvarez, empresario leonés que era vicepresidente de la asociación. A este cambio se añade una renovación parcial de la Junta Directiva que, no obstante, mantiene un perfil continuista por la buena gestión de la organización y los excelentes resultados cosechados estos años. En el momento del relevo en la cabecera de la asociación tuvo lugar un emotivo homenaje al presidente saliente, un agradecimiento merecido por su gran dedicación en favor de la industria de los áridos desde que fue elegido en 2014. Antes de la asamblea, los directivos de la misma dieron una rueda de prensa en la sede de la asociación ofreciendo a la opinión pública la panorámica del sector. Los presidentes saliente y entrante, Ramón Ruberte y Santiago Sánchez, junto con César Luaces Frades, director general de Anefa, y Juan Diego Herranz Criado, presidente de la AFA Madrid, compartieron las «intimidades» del sector con la prensa señalando los puntos flacos y las fortalezas que lo caracterizan. Uno de los puntos positivos que destacó Ruberte es el cambio de visión de la clase política hacia el sector extractivo: «Hemos pasado del olvido a estar en el centro de todo por el problema registrado con la escasez de los recursos minerales». La preocupación por la evolución de los precios de la energía, el déficit de la mano de obra, los problemas de sucesión en las cabeceras de las compañías, el impacto de la crisis de precios, que ha ralentizado o pospuesto muchas obras, la piratería, que va disminuyendo pero aún queda por erradicar, o la inestabilidad por el año electoral, cuya perspectiva es que «no va a ser un año malo, pero a ver...», fueron algunos de los temas abordados por los directivos de Anefa, que a continuación celebraron su multitudinaria asamblea.

El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras, la edificación, la industria y la protección del medio ambiente, lo que le confiere el carácter de industria estratégica. Esta simple, clásica y certera definición ha cobrado valor y saltado a la actualidad a raíz del grueso problema de la falta de esas materias primas y su encarecimiento y, según los responsables de Anefa, parece que el estamento político va tomando conciencia de esta realidad y valorando en su medida lo que hasta ahora denostaba por puro desconocimiento o sectarismo. Hemos tenido que llegar a una severa crisis para que su mirada cortoplacista vea al sector extractivo con un sesgo menos ideológico y más práctico. Aún así, no todos están dispuestos a abandonar la condenación sistemática de las labores extractivas, justificando su beligerancia en una supuesta agresión al medio ambiente que no contempla defensa alguna del sector porque figura en su programa político y de ello, de una u otra forma, siempre sacan tajada.

Según, Anefa, los áridos es la segunda materia prima más consumida por el hombre después del agua y cada español ha consumido, en 2020, unos 2900 kg anuales, es decir unos 7,950 kg diarios. Se emplean en las obras como hormigón preparado, prefabricados de hormigón (cerca del 80% del hormigón son áridos), mortero, aglomerados asfálticos (más del 95% son áridos), construcción de carreteras (el 94% de los materiales necesarios para una carretera son áridos), ferrocarriles (balasto), etc.

Los problemas, sobre la mesa

En la asamblea de Anefa se subrayaron y discutieron estos y otros aspectos fundamentales para el desarrollo de la actividad extractiva de los áridos, material indispensable para asegurar el desa rrollo económico y social, así como los grandes desafíos que forman el presente y el futuro de nuestro mundo, eso que todos los políticos se apresuran a abanderar: la transición energética y digital, la lucha contra los efectos del cambio climático y el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible.

LA INDUSTRIA DE LOS ÁRIDOS HA CERRADO EL AÑO 2022 CON UNA LEVE RETRACCIÓN DEL CONSUMO DE ÁRIDOS NATURALES PARA LA CONSTRUCCIÓN ESTIMADO EN EL –2,10%, PARA UN TOTAL DE 137,4 MILLONES DE TONELADAS.

Los materiales englobados en los áridos se emplean mayoritariamente en las etapas iniciales de las obras, por lo que la evolución de su consumo es un buen indicador adelantado de la eficacia de los planes de infraestructuras.

Entre los asuntos de vital importancia, los directivos de Anefa destacaron la crisis de precios, costes, energía y suministros, así como las acciones emprendidas para aliviar la situación de las empresas. A su vez, entre lo más destacado del ejercicio pasado, resaltaron la presentación de la Hoja de Ruta para la gestión sostenible de las materias primas minerales del MITERD, primera planificación estratégica de la industria extractiva en los últimos 40 años. En su elaboración la industria ha jugado un papel esencial como impulsora y como colaboradora en su desarrollo, al igual que en el diseño del plan de acción que la llevará a la práctica, tras su inminente aprobación.

También se subrayó la actuación decisiva en el masivo rechazo en el Congreso de los Diputados a la toma en consideración de la propuesta de Ley de Minas impulsada por el sector podemita. Respuesta mayoritaria del sector que se volvió a demostrar en la consulta pública previa sobre la modificación de la Ley de Minas, impulsada esta vez por el MITERD, o la reciente propuesta de Reglamento Europeo de Materias Primas. Críticas porque no sólo excluye a la inmensa mayoría de la industria extractiva (también a los áridos) sino que perjudica notablemente a todos ellos de forma inadmisible. Afortunadamente, gracias a la aplicación del Plan Estratégico Áridos 2030, las empresas tienen una brújula para asegurar el futuro de este sector.

A su vez, quedó patente que los miembros de Anefa contribuyen a los objetivos medioambientales en materias como biodiversidad, gestión del agua, calidad del aire, economía circular, energías renovables, transporte, mitigación y adaptación al cambio climático, así como a objetivos socioeconómicos como la salud y la seguridad, el progreso social, las normas técnicas, las finanzas sostenibles y el capital natural.

La I+D+i, a través de los proyectos europeos DigiEcoQuarry (H2020) y Rotate (Horizonte Europa), son uno de los ejes de trabajo donde Anefa es líder en esta industria europea y donde se seguirá avanzando en el ejercicio presente. También se abordaron los déficits de formación y de nuevos trabajadores de la industria, que se pretende impulsar, a través de la renovada Cátedra Anefa de Tecnología de Áridos para la Sostenibilidad, entre otras acciones.

Otra de las iniciativas impulsadas desde Anefa que merece reconocimiento especial es la Fundación Minería y Vida. Este proyecto tiene como fin principal realizar actuaciones que hagan compatible el progreso sostenible económico y social con el respeto al medio ambiente y a los recursos naturales, garantizando la salud de los trabajadores y ciudadanos. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de generaciones presentes y futuras, así como impulsar el conocimiento de la industria española de las materias primas de rocas y minerales. Todo para convertirse en un punto de encuentro entre la sociedad y la minería que ha de ser fundamental para nuestro desarrollo y que necesita de toda nuestra colaboración.

Evolución y perspectivas 2023

Los materiales englobados en los áridos se emplean mayoritariamente en las etapas iniciales de las obras, por lo que la evolución de su consumo es un buen indicador adelantado de la eficacia de los planes de infraestructuras.

Así, la industria de los áridos ha cerrado el año 2022 con una leve retracción del crecimiento del consumo de áridos naturales para la construcción estimado en el –2,1%, para un total de 137,4 millones de toneladas, con variaciones territoriales importantes.

A esta cantidad hay que añadir unos 4,5 millones de toneladas de áridos reciclados y en el entorno de 1,7 millones de áridos artificiales. Así, el consumo total de áridos para la construcción alcanzó los 143,6 millones de toneladas, el 75,6% del mercado de áridos (+1,1% considerando reciclados y artificiales). Las canteras de áridos produjeron, asimismo, 46,4 millones de toneladas de áridos industriales (+7,5%) con destino a la fabricación de aglomerantes, a la de productos cerámicos, a otros usos industriales, a la industria alimentaria y a la exportación.

LA ASOCIACIÓN ABRE UN NUEVO CICLO TRAS LA ELECCIÓN DE SANTIAGO SÁNCHEZ ÁLVAREZ COMO NUEVO PRESIDENTE DE ANEFA, SUSTITUYENDO A RAMÓN RUBERTE AURÉ, TRAS SUS NUEVE AÑOS DE EXITOSA GESTIÓN.

Por lo tanto, en 2022, se consumieron 183,8 (+2,2%) millones de toneladas de áridos naturales para el conjunto de aplicaciones. Contando los áridos reciclados y artificiales, se alcanzaron, en total, los 190 millones de toneladas de áridos (+2,59%).

La industria de los áridos, dentro de la industria extractiva española, es el primer subsector en empleo directo, con el 44,9% del total, en número de explotaciones activas, con el 66,5% del total, así como en volumen de producción, con el 82,05% del total de las rocas y minerales extraídos y el segundo subsector en volumen de negocio con el 25,7% del total, tras la minería metálica.

El importante papel de Anefa

Tras la asamblea tuvo lugar la conferencia titulada: Perspectivas de la industria de la construcción en 2023. Los productos de construcción ante el Pacto Verde, a cargo de Luis Rodulfo Zabala, presidente ejecutivo de Cepco (Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción). Rodulfo hizo hincapié, entre otros asuntos, en la necesidad de contar con una legislación ajustada con la realidad en cuanto a tiempos de aplicación y que se haga cumplir en todos los casos.

Para finalizar, Daniel Torrejón Braojos, Subdirector General de Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, fue el encargado del acto de clausura. Torrejón reconoció ampliamente el papel de Anefa como representante del sector, su importante papel como interlocutor y resaltó la colaboración entre instituciones como palanca de mejora.