El encarecimiento de los materiales aumenta los costes de las obras y amenaza con una nueva crisis en la construcción

Este mes de junio se ha confirmado en nuestro país el fuerte encarecimiento de las materias primas básicas destinadas a la construcción, que ha ido en aumento en los últimos meses, lo que ha encendido las alarmas en el sector porque pone en riesgo el abastecimiento de las obras y amenaza con el aumento de sus costes e incluso con su continuidad. Respecto a los precios mínimos marcados en 2020, el cobre se ha disparado un 102%; el aluminio ha subido un 56%; el petróleo, un 106%; el acero corrugado, un 78%; y las mezclas bituminosas, un 85 por ciento.

Lógicamente, esto también afecta de manera significativa a los fabricantes de maquinaria de todo el mundo, que están teniendo dificultades para hacer frente a los nuevos pedidos por este aumento de los costes de las materias primas, las dificultades añadidas para encontrar componentes mecánicos y el retraso en los envíos. Comienza a registrarse cierta escasez en la disponibilidad de maquinaria y equipos para afrontar los proyectos en marcha de muchas empresas constructoras.

La situación afecta a toda la cadena y es especialmente preocupante porque coincide con un momento en el que la llegada de los fondos europeos de recuperación podría suponer un revulsivo tanto para la actividad de la construcción como de la conservación o la rehabilitación urbanística.

RESPECTO A LOS PRECIOS MÍNIMOS DE 2020, EL COBRE SE HA DISPARADO UN 102%; EL ALUMINIO HA SUBIDO UN 56%; EL PETRÓLEO, UN 106%; EL ACERO CORRUGADO, UN 78%; Y LAS MEZCLAS BITUMINOSAS, UN 85%.

Escalada sin precedentes
Ha sido la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, Seopán, la que ha dado la voz de alarma sobre que la escalada sin precedente en los precios de las materias primas está afectando gravemente a la producción en curso de todas las empresas del sector, tanto en el ámbito de la edificación como de la obra civil. El impacto podría provocar incluso el abandono de los proyectos sin concluir, tal y como ha advertido la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Desde su punto de vista, “la viabilidad de muchos proyectos podría estar en peligro por culpa del sobrecoste que sufre la mayoría de empresas. En caso de no revisarse los precios, podría resultar preferible abandonar una obra o un proyecto que asumir el incremento de los costes”.

Desde la patronal de la reforma, la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción, Andimac, han reconocido que se vienen registrando retrasos en las entregas, pero todavía ningún abandono. “No conviene llamar al alarmismo”, aseguran, pero reconociendo que si el retardo en materiales como las maderas o los aparatos de frío-calor continúa, “después del verano sí podríamos ver una situación más complicada”. Por su parte, la Federación Europea de la Construcción (FIEC) ha alertado a la Comisión Europea solicitando que los estados miembro implementen mecanismos de revisión de precios para los contratos de obras en ejecución.

La inflación es el resultado de la reactivación de la demanda mundial tras la crisis sanitaria del coronavirus, junto con el incremento en el precio del transporte internacional marítimo de contenedores y coincide, tal y como recuerdan desde Seopán, con la puesta en marcha de grandes planes de inversión para la recuperación económica de los países fuertes, lo que supondrá un histórico incremento de la demanda global de inversión en construcción e infraestructuras, pero también un nuevo factor de presión al alza en los niveles de precios.

Insostenible a largo plazo
Los sobrecostes en algunas partes de las obras están llegando a más del doble y en el sector califican la situación de “insostenible” a largo plazo. Desde Seopán reclaman que para resolver el problema habría que actuar cuanto antes en dos frentes: “Por un lado y con carácter urgente, en las obras en curso, habilitando una norma especial que, con carácter excepcional, permita resolver esta situación mientras persista la inflación. Por otro lado, para los nuevos contratos habría que incorporar, con carácter obligatorio, los mecanismos de revisión de precios recogidos en nuestra regulación en todos los pliegos de contratación, lo que requeriría modificar la Ley de Contratos del Sector Público, así como la revisión del actual procedimiento de determinación de los índices de revisión de precios de contratos de las Administraciones Públicas”.

DESDE SEOPÁN ASEGURAN QUE HAY QUE ACTUAR CUANTO ANTES PORQUE LOS SOBRECOSTES EN ALGUNAS PARTES DE LAS OBRAS ESTÁN LLEGANDO A MÁS DEL DOBLE Y EN EL SECTOR CALIFICAN LA SITUACIÓN DE INSOSTENIBLE A LARGO PLAZO.

En la CNC defienden que se establezca un sistema automático de reequilibrio que tenga en cuenta las alteraciones de los precios posteriores a la presentación de las ofertas para un proyecto: “La escalada de las materias primas debería empujarnos a poner en marcha algunos mecanismos. Por una parte, la derogación de la Ley Reguladora de la Desindexación en Materia de Contratación Pública. Por otra, el restablecimiento del sistema de cláusulas de revisión de precios en los contratos públicos, puesto que no se corresponden con los vigentes en el momento en que se presentó la oferta. Tengamos en cuenta que estos sistemas juegan a favor y en contra del licitador, pues lo que buscan es dotar de estabilidad al contrato”.