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Actualidad

01 Diciembre 2021

La honrilla de SMOPYC

primitivo fajardoEscribiendo el monográfico sobre lo bien que ha estado la feria Smopyc’2021, donde ha ido todo como la seda y ha resultado un exitazo, a pesar de los palos en la rueda de la bicicleta que ha puesto el destino en su camino: pandemia, crisis, suministros, etc., me acordé de los viejos tiempos. Creo haber contado alguna vez que no me he perdido una edición desde 1980, cuando se creó como feria independiente en el viejo recinto de la Romareda y era un sencillo muestrario de maquinaria en medio de Zaragoza. Yo era un imberbe que aún no había perdido los dientes de leche ni el tupé –ni la inocencia–, pero aquello me gustaba y apuntaba maneras. Han pasado 41 años, nada menos, y en estas cuatro décadas se han sucedido 18 ediciones de las que podríamos escribir un libro porque ha pasado de todo.

Cuán lejos quedan las modestas ediciones de los años 80 y luego las del recinto de la carretera de Madrid, a partir de 1988. Y aquellas otras tan exitosas de los años 90 y 2000, que rozaban los cerca de cien mil visitantes y unos dos mil expositores, en las que a pesar del éxito todo eran problemas de grueso calibre. Eran otros tiempos en los que hubo ediciones que brillaron más por las quejas que por sus logros. Disputas siempre ha habido y siempre habrá porque no es fácil contentar a todo el mundo y hay imprevistos que se escapan al control más exhaustivo, pero las protestas eran de toda índole y condición, de variada tipología y amplio y refulgente espectro, aunque nada que no tuviera remedio con un mínimo de voluntad y algo de previsión: limpieza, deterioro de las instalaciones, incomodidades para los visitantes y quejas de los expositores, particularmente de los asiduos del certamen cuya experiencia les hacía ser siempre más exigentes con la organización ferial.

La carestía de los hoteles, larguísimas colas y atascos a la entrada del recinto, follones en los aparcamientos supuestamente asfaltados que luego eran de tierra y la eterna promesa de la inminente apertura de una estación del AVE en la propia feria, que sigue siendo una utopía, eran motivos de enérgicos aspavientos. Las voces disconformes se dejaban oír a gritos en el recinto ferial y la protesta corría como la pólvora por los pabellones. A veces con razón ya que los fallos nos devolvían a la imagen pretérita de feria provinciana que costó esfuerzo erradicar.

En los inicios del siglo XXI, cuando se hizo trienal la feria y había mucha expectación porque se acometía por primera vez la sectorización, tema polémico al que había que clavarle los empastes sin piedad, y además se hizo un esfuerzo especial de promoción para atraer más expositores y visitantes extranjeros, seguíamos sufriendo el acoso de esa vergüenza ajena que nos inundaba cada vez que en la solemne sesión de apertura, con la presencia como testigos de las autoridades, los expositores, la prensa diaria, técnica y extranjera... ¡catapún!, se fundían los plomos y se iba la luz de todo el recinto. Lo más gracioso es que los jefes le echaban el muerto al “tirón eléctrico”.

Quien bien te quiere te hará llorar. Yo siempre fui moderadamente crítico con los responsables de Smopyc porque para mí era mi casa –lo sigue siendo–. Y como familiar directo sentía la obligación de señalar con el dedo acusador las carencias y los excesos detectados en su seno por el bien de todos y de nuestro propio porvenir. Y a ello me dediqué con entrega, implorando disculpas por si en alguna apreciación podía errar.

«NO PODRÍAMOS HACER UN BALANCE MÁS POSITIVO POR LA CANTIDAD DE VISITANTES Y POR LA ILUSIÓN Y EL OPTIMISMO QUE HEMOS PERCIBIDO EN EL MERCADO. SMOPYC HA SIDO UN FERIA MUY HUMANA, UNA FERIA DE REENCUENTROS»,

No siempre mis críticas, a veces severas, fueron bien entendidas porque a nadie le gusta que le afeen la conducta, sobre todo cuando los estándares que se supone se han de cumplir no alcanzan el nivel exigible, que es ahí donde se concentraban las protestas generadas: en la propia expectación, que no se veía satisfecha lo suficiente y las quejas iban a fijarse en las deficiencias de la atención ferial a los expositores, que esperaban mejoras –las justas– en lógica correlación con la mayor exigencia de valores y la superior inversión planteada por la feria para afrontar los retos del certamen.

El cierzo ha soplado con ímpetu desde entonces y la muestra ha mejorado notablemente en las formas, en el fondo y en el contenido –aún con los altibajos de las ediciones postreras a la crisis de 2008– y ha crecido hasta ocupar el lugar de importancia que ostenta como la primera feria española en su género y entre las tres primeras de Europa, junto a Bauma e Intermat.

Como testigos voluntarios de las manifestaciones feriales, cumpliendo con nuestra misión informativa, los periodistas tenemos el deber y el privilegio de visitar durante el certamen a numerosos expositores, fabricantes y/o distribuidores de maquinaria para valorar su índice de satisfacción, algo que suele ser tema espontáneo de conversación. También después preguntamos si las expectativas se han cumplido o no. En honor a la verdad, he de confesar que el resultado de ese particular sondeo en esta esperada edición registra una calificación de excelente. Sobre lo que otros construyeron a lo largo del tiempo se ha erguido Smopyc’2021 y lo ha hecho con sobresaliente nota para todos.

Así nos lo han manifestado los expositores de marcas importantes consultadas, cuyos comentarios recalcan las buenas sensaciones tras la feria y la calidad de los visitantes. Mostramos aquí una docena, si bien de forma anónima, para que no sea solo nuestra voz la que monopolice el análisis:

—“No podríamos hacer un balance más positivo por la cantidad de visitantes y la ilusión y el optimismo que hemos percibido en el mercado. Smopyc ha sido un feria muy humana, una feria de reencuentros donde los visitantes, más que productos y servicios nuevos, buscaban el contacto con las personas. Agradecemos a todos los clientes y amigos que hayan pasado por nuestro stand, que han sido muchos. Smopyc 2021 deja el listón de las grandes ferias muy alto”.

—“La feria ha sido un punto de encuentro muy interesante para mantener el contacto con clientes y proveedores y, a nivel de ventas, esperamos que Smopyc sea el inicio de muchas operaciones que se cerrarán en 2022”.

—“La feria ha sido muy fructífera. Teníamos esperanza en que iba a ser buena, pero los resultados han superado todas las expectativas. Todos los días han sido muy intensos, con visitantes profesionales del sector privado y del sector publico también, que han mostrado gran interés”.

—“Cabe resaltar el conocimiento del cliente y su actitud. A diferencia de otras ferias, en Smopyc observamos que la gente venía con las ideas muy claras y con poco tiempo que perder. Se nota que el cliente está cada vez más informado y sabe lo que quiere, y fueron a sacarle rendimiento profesional a la feria. Es de agradecer y dice mucho del desarrollo de nuestro sector”.

—“Tuvimos una gran afluencia al stand toda la feria, si bien el perfil del visitante fue cambiando. El miércoles fueron sobre todo alquiladores, el jueves grandes cuentas y distribuidores, y viernes/sábado, excavadores y constructoras”.

—“Los nuevos modelos han sido muy bien acogidos. En particular, muchos clientes que no conocían la nueva serie se han quedado sorprendidos de su diseño y características”.

—“En esta feria presentábamos en el mercado español equipos que verdaderamente han suscitado muchísimo el interés de los clientes. Pensábamos que podía haber interés particular en ellos, pero realmente nos ha sorprendido la atención que hemos captado y la cantidad de contactos que hemos obtenido gracias a los mismos. El mercado es sabio y los clientes, mejor que nadie, saben realmente lo que es bueno”.

—“Nos hemos ido con muy buen sabor de boca, con buenas sensaciones. Tuvimos muchas visitas y muy profesionales, con gran aceptación de las grandes novedades presentadas. En algún caso ya ha empezado a dar sus frutos con la recepción de los primeros pedidos tras la feria”.

—“Ha sido exitoso nuestro paso por la feria Smopyc. Hemos expuesto equipos de todas las categorías y, como en pasadas ediciones, recibimos numerosísimas visitas. Agradecemos la asistencia de un gran número de clientes que se acercaron a saludar y a conocer de primera mano el portfolio y servicios”.

—“Smopyc 2021 ha sido una oportunidad no solo para cerrar muchos negocios, sino también tener contacto físico con muchos de nuestros clientes y concesionarios que nos visitaron. Verdaderamente, había una necesidad de cercanía porque el mundo de la maquinaria se hace también a través de las relaciones personales”.

—“Aunque hasta poco antes del certamen nos planteamos nuestra participación por la incertidumbre de saber si la inversión se justificaría, finalmente apostamos fuerte y asistimos con el stand más grande contratado hasta la fecha. Había un ambiente increíblemente bueno, con una elevada profesionalidad de los visitantes de todo el territorio nacional y de las islas, desde el primer día, lo que ha contribuido a nuestra satisfacción. Se vieron más que cumplidas las expectativas generadas para esta edición. Smopyc 2021 superó con creces las esperanzas y nosotros calificamos esta edición como un éxito en todos los aspectos”.

«A DIFERENCIA DE OTRAS FERIAS, EN SMOPYC OBSERVAMOS QUE LA GENTE VENÍA CON LAS IDEAS MUY CLARAS Y CON POCO TIEMPO QUE PERDER. SE NOTA QUE EL CLIENTE ESTÁ CADA VEZ MÁS INFORMADO Y SABE LO QUE QUIERE, Y FUERON A SACARLE RENDIMIENTO PROFESIONAL A LA FERIA. ES DE AGRADECER Y DICE MUCHO DEL DESARROLLO DE NUESTRO SECTOR».

A la vista de estos logros conviene mencionar que el mérito es de todos los actores intervinientes. Desde el público, que acudió solícito en sólidos cardúmenes, a los expositores, que han arriesgado su tipo y su peculio para dar con su presencia el impulso que la feria y el sector necesitan. También la organización de Feria de Zaragoza, con Rogelio Cuairán y Alberto López encabezando el equipo de vigilantes en la impecable disposición de las infraestructuras feriales y el cumplimiento de los dispositivos de seguridad anticovid. Detrás, el Comité Organizador, capitaneado por Stoian Markov, que ha renovado el oro de la presidencia y cuenta ya como laureado césar para la siguiente feria de 2023. Y el mérito añadido que, sin restar un adarme al de cada cual en su posición dentro de la estructura ferial, hay que atribuir al empeño y la concienzuda labor de dos zapadores clave y poco menos que indispensables en el desarrollo de esta edición: el director Luis Fueyo y su mano derecha Arancha Morquecho, cuya presencia constante en los actos sectoriales y promocionando la feria en todos los frentes tenía que dar a la fuerza unos excelentes frutos.

Lo dije hace un lustro con este mismo altavoz, cuando llegaba Smopyc’2017, que con la incorporación de Luis Fueyo a la organización para ejercer la dirección ejecutiva y comercial del certamen no se equivocaba Feria de Zaragoza y, tras el fracaso de la edición de 2014, daba un golpe de efecto apostando a caballo ganador. Es lo que tiene el aire fresco, que empuja con fuerza y alivia los sofocos. A juzgar por los resultados de 2017, que se vieron perjudicados por los rescoldos de la crisis que veníamos padeciendo desde 2008, tampoco yo me equivocaba. Como no lo hago ahora al insistir en la capacidad y buen hacer del tándem Fueyo-Morquecho, cuyo trabajo ha sido extraordinario a pesar de haber sufrido el perjuicio inherente a la cruel pandemia, pues muchos expositores se retiraron de la lista al suspenderse la muestra en 2020 ante el avance de los contagios de la enfermedad y otros lo hicieron a última hora al verse trastornados por la reducción de la producción de los fabricantes a causa de la falta de componentes, el coste y la escasez de las materias primas, el retraso de los fletes, el encarecimiento del transporte, la subida de la electricidad y el gas y, en consecuencia, no disponer de maquinaria adecuada con la que presentarse ante la parroquia ferial, o hacerlo pidiendo equipos prestados a clientes próximos o muy alejados.

A pesar de las adversidades y situaciones comprometidas por la pandemia, como la ausencia de público internacional por las limitaciones en los viajes o el riesgo de una meteorología adversa por las fechas casi invernales elegidas, etc., feria de Zaragoza ha tirado del carro sin ceder un ápice en su propósito de reconducir a la feria por donde solía en sus mejores tiempos. Ahí queda el feliz resultado: se ha salvado la honrilla de Smopyc’2021 con creces y el éxito ha sido sonado.


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