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Los 75 años de Liebherr y más allá
El gigante alemán celebra su 75º aniversario en la localidad de Kirchdorf an der Iller, donde la fundó Hans Liebherr en 1949.
Darío Fajardo Galván
Según la OMS, la esperanza de vida actual se sitúa en los 72 años. Seguramente, la OMS no tiene competencia en cuanto a calcular la longevidad del mundo industrial, pero, en una ficticia comparación, la compañía de maquinaria de obras públicas y minería Liebherr puede jactarse de haber superado esa estimación al cumplir en 2024 sus 75 años de vida. Y como la ocasión lo merecía, porque 75 años, da igual en cómputos humanos que empresariales, es una barbaridad de tiempo, Liebherr celebró su onomástica por todo lo alto los pasado días 28 y 29 de octubre en la localidad de Memmingen (Alemania), en la histórica fábrica de Liebherr en Kirchdorf an der Iller, en la Alta Suabia, donde surgió la vida del gigante hace tres cuartos de siglo gracias a un emprendedor llamado Hans Liebherr, que la puso en marcha para ayudar en la reconstrucción del país y mejorar la vida de la gente con sus inventos mecánicos para obras, tras el desastre de la II Guerra Mundial, que había laminado a los países participantes en la contienda provocando una dura y larga postguerra. Al igual que en «Toy Story», en esta importante celebración se juntaron las máquinas clásicas con las novedades recientes, mostrando al mundo que Liebherr es una empresa con un rico pasado que tiene establecidos los fundamentos para seguir creciendo en el futuro, pero con los pies bien afianzados en el presente.
Este 2024 se ha conmemorado la fundación, por Hans Liebherr, de la compañía que lleva su apellido, que el joven ingeniero puso en marcha en 1949. Lo que comenzó como una modesta empresa con sede en Kirchdorf an der Iller (Alemania), que pretendía aportar soluciones a la reconstrucción del país tras la II Guerra Mundial, ha evolucionado hasta convertirse hoy en una multinacional de renombre, uno de los grandes fabricantes del sector de la maquinaria de construcción y minería, que ha celebrado la onomástica bajo el título: “75 años de progreso”.
Steffen Günther, director de Liebherr International, y Wolfang Beringer, director de márquetin y comunicación de Liebherr-Werk Ehingen, hicieron un detallado viaje audiovisual por la historia de la compañía en la presentación organizada para conmemorar sus siete décadas y media de andadura. En 1949, se estrenó Liebherr en el mercado cuando Hans Liebherr registró la patente de la primera grúa de construcción móvil del mundo, la TK 10, diseñada para permitir un montaje rápido y económico con el objetivo de acelerar la reconstrucción de la Europa de postguerra. Sin embargo, su producción en masa no comenzaría hasta 1950, trasladándose finalmente, en 1954, a la localidad alemana de Biberach. En ese momento, la compañía contaba con 110 empleados.
El fundador demostró ser fiel heredero del espíritu alemán, puesto que, ante la adversidad, encontraba soluciones de forma rápida y efectiva. Así es como la propia compañía comenzó a fabricar aquellos componentes que no encontraba o no existían entonces en el mercado, permitiendo hacer evolucionar sus proyectos sin apenas limitaciones.
En esa década de los 50 diversificó su negocio al adquirir una fábrica de frigoríficos y congeladores, sector en auge en aquella época. Además, revolucionó el segmento de la tecnología del hormigón al introducir en el mercado la mezcladora reversible UAW 150/200, fabricada en Bad Schussenried. Al tiempo, consolidó su liderazgo en el sector de la maquinaria hidráulica con la fabricación de la L 300, la primera excavadora hidráulica de Europa. Dicha máquina era poderosa, pero cuatro veces más ligera que las convencionales de aquellos tiempos.
HANS LIEBHERR NO SE CONFORMÓ CON LANZAR LA PRIMERA EXCAVADORA HIDRÁULICA DE EUROPA, SINO QUE SIGUIÓ MEJORANDO SUS PROTOTIPOS EN MATERIA DE MAQUINARIA DE CONSTRUCCIÓN Y GRÚAS.
La década de los 60 trajo a los Beatles, los hippies o el Concilio Vaticano II, y para Liebherr fue un momento dulce de ampliación y diversificación de industrias, lanzándose al desarrollo de sistemas de trenes de aterrizaje y de componentes de alta precisión en su fábrica alemana de Lindenberg. Al igual que haría un empresario actualmente, Hans Liebherr no se conformó con lanzar la primera excavadora hidráulica de Europa, sino que siguió mejorando sus prototipos en materia de maquinaria de construcción y grúas con ejemplos como la RT 1000, una excavadora producida en Colmar (Francia) dedicada al movimiento de tierras, o la AK 50B, la primera grúa móvil, precursora de las actuales grúas móviles sobre cadenas.
En las décadas de los 70 y 80, Liebherr afrontó el desafío de la globalización con la inauguración de plantas en EE.UU. (Virginia), Canadá (Ontario) y Brasil (Guaratinguetá), y otros mercados internacionales. Esto permitió a la compañía seguir liderando el mercado con productos novedosos como la LTM 1025 que, en 1977, se convirtió en la primera grúa móvil todo terreno del mundo. En 1983, debido al enorme crecimiento de la empresa, Hans Liebherr fijó la sede de la compañía en Bulle (Suiza), reorganizando toda la estructura de la misma. En ese año se lanzaron las L 531 y L 541, cargadoras de ruedas con sistema de conducción hidrostático que reducía el consumo de combustible y contaba con un sistema de transmisión muy innovador.
La herencia de Hans Liebherr
El 7 de octubre de 1993 falleció, a los 78 años de edad, el fundador de Liebherr (nacido el 1 de abril de 1915). El legado que dejaba era inmejorable: 46 fábricas en todo el mundo y 15000 empleados, siendo un referente en el mundo de la maquinaria de construcción. La dirección de la empresa recayó a partir de ese momento en los hijos de Hans, Isolde y Willy Liebherr, que se ocuparon del negocio familiar sin perder su política de independencia y flexibilidad operativa, lo que ha permitido a la compañía desa - rrollar tecnologías claves y protegerla de fluctuaciones económicas, siendo pionera en la innovación de productos.
La década de los 90 aportó a Liebherr el desarrollo de maquinaria para la industria minera y su introducción en los mercados asiáticos y de la antigua Unión Soviética. Entre 2003 y 2008, la inversión de la compañía se duplicó, permitiendo extender su logística y mejorar los servicios de venta y distribución y de redes informáticas en todo el mundo.
Es en esta época, en octubre de 2008 para ser más precisos, cuando en España se establece en Chiloeches (Guadalajara) una división para la maquinaria de movimiento de tierras, en un edificio que compartirían Liebherr Ibérica y Liebherr Alquiler Ibérica, hasta la fusión de ambas en 2014 en la sociedad Liebherr Ibérica, S.L. La firma alemana ya estaba presente en nuestro país desde los años 80, cuando comenzó su actividad con la adquisición de la firma Imenasa Grúas, en Pamplona, que dio lugar a la creación de Liebherr Industrias Metálicas, con fábrica propia, viéndose reforzada su presencia en 1988 con la constitución de Liebherr Ibérica como subsidiaria de la matriz alemana.
El crecimiento de la compañía ha sido exponencial en este tiempo, hasta alcanzar las 150 empresas y casi 54000 empleados en todo el mundo actualmente –en 50 países–, con una facturación consolidada de más de 14000 millones de euros en 2023. Ha triplicado su tamaño en treinta años, desde la muerte de Hans Liebherr en 1993, como ya hemos señalado. Por añadir una referencia comparativa, hace diez años, en 2014, eran ya 120 empresas, 41000 empleados y 9000 millones de euros de facturación (28000 empleados y 6500 millones en 2006).
Esta cifra de negocios procede de 13 segmentos de producto: movimiento de tierras, cimentaciones especiales, grúas móviles y sobre cadenas, grúas torre, tecnología de hormigón, manipulación de materiales, minería, grúas marítimas, sistemas aeronáuticos y ferroviarios, tecnología de engranajes y sistemas de automatización, frigoríficos y congeladores, así como componentes y hoteles.
Desde hace unos años, Liebherr está centrando sus esfuerzos también en la descarbonización de su flota y en mejorar la digitalización, para lo cual requiere de una gran inversión en investigación y desarrollo. En 2023 destinó 600 millones de euros a buscar soluciones sostenibles como los sistemas de propulsión de bajas emisiones y en tecnologías digitales que mejoren la eficiencia. Setenta y cinco años después, Liebherr celebra su historia y reafirma su enfoque en el desa rrollo sostenible sin perder su excelencia técnica. El futuro que la dirección actual ha dibujado, ya con los descendientes de Willy e Isolde en los puestos de mando del grupo familiar, se dirige hacia la innovación, la sostenibilidad y la colaboración como signos de identidad.
Liebherr en la actualidad
La fábrica de Kirchdorf an der Iller, que cuenta con 435000 m2, 2200 empleados, 5 líneas de fabricación y produce unas 3800 máquinas al año, habiendo sacado al mercado desde su fundación unos 100000 equipos, sirvió en esta onomástica como museo al aire libre para mostrar los orígenes de la compañía y su futuro inmediato. De la mano del jefe de coordinación de ingeniería tecnológica, Philipp Suhm; del director de desarrollo digital de Liebherr, Heinz Klemm; y del director de finanzas de Liebherr Hydraulikbagger, Matthias Zettler, se presentaron las novedades de este ejercicio y un prototipo que en dos años dará mucho que hablar.
La nueva bomba de hormigón sobre camión 36 XXT es una máquina compacta y muy versátil con tecnologías revolucionarias para responder a las demandas de los operarios. Consta de una pluma distribuidora de 5 tramos que no sobresale por la parte trasera, perfecta para trabajar en espacios reducidos, con un peso de 26 toneladas repartido en sus tres ejes, lo que mejora la estabilidad y movilidad del mismo.
Como innovaciones técnicas cuenta con una tolva de carga mejorada que favorece un flujo uniforme del hormigón con un bombeo más eficiente. Consta de una unidad Powerbloc, un sistema pionero que elimina las mangueras hidráulicas aportando robustez, alto rendimiento y un funcionamiento más silencioso. Además, le han incorporado un circuito de aceite semicerrado (HCC) que reduce el volumen de aceite necesario garantizando más eficiencia energética. Consta de un control remoto que proporciona al operador información importante en tiempo real gracias a una pantalla de alta visibilidad. Permite equiparlo de serie con iluminación LED, cajas de almacenamiento y soportes para mangueras.
EL CRECIMIENTO DE LA COMPAÑÍA HA SIDO EXPONENCIAL, HASTA ALCANZAR LAS 150 EMPRESAS Y CASI 54000 EMPLEADOS EN TODO EL MUNDO –EN 50 PAÍSES–, CON UNA FACTURACIÓN CONSOLIDADA DE MÁS DE 14000 MILLONES DE EUROS EN 2023.
Otra innovación presentada es la excavadora de cadenas R 928 G8 de la generación 8. Con esta máquina, la compañía amplía su gama de excavadoras sobre cadenas cubriendo la necesidad intermedia que tenían en cuestión de peso y capacidad de carga. La unidad combina una superestructura y equipo de trabajo de la excavadora sobre cadenas R 926 G8 en un chasis LC o NLC de la R 930 G8, optimizando su peso para facilitar el transporte en aquellos países con restricciones de carga en carretera.
Tiene mayor fuerza de excavación y arranque, lo que, junto a un par de giro más elevado, asegura un alto rendimiento en las obras. Además, es más eficiente energéticamente gracias a su diseño, que reduce el consumo de combustible y prolonga la vida útil de sus piezas gracias a contar con un sistema de engrase centralizado automático. En cuestión de confort y seguridad, su cabina espaciosa con climatización de serie, ventana frontal retráctil, asiento neumático y pantalla táctil de alta resolución reducen el posible estrés de los operarios. Por su parte, la tecnología LED aporta una iluminación eficiente y las cámaras trasera y lateral mejoran la visibilidad panorámica.
El mundo del ferrocarril está de enhorabuena con la excavadora de carretera y ferrocarril A 922 Rail Litronic, una máquina versátil que puede operar tanto en vías férreas de diferentes anchos como en carretera gracias a un chasis móvil y un innovador sistema de desplazamiento ferroviario. Liebherr ofrece un paquete completo que incluye la máquina base, sistema de desplazamiento, acoplamientos rápidos, accesorios y sistemas de seguridad diseñados por la empresa.
Cuenta con un motor de 120 kW (163 hp) que facilita la fluidez y velocidad en los movimientos. Además, su sistema hidráulico avanzado con una bomba de doble desplazamiento variable mejora el rendimiento y la operación simultánea con diferentes implementos. Cuenta con unos frenos integrados que mejoran la seguridad al reducir la distancia de frenado. Su diseño permite el acceso a puntos de mantenimiento desde el suelo con facilidad, tales como filtros, válvulas y sistemas de lubricación central, reduciendo costes y tiempos de mantenimiento. Las tecnologías integradas de limitación del par de carga, altura y oscilación, así como una “pared virtual”, garantizan la seguridad en las obras de construcción.
La cabina tiene una protección antivuelco (Rops) con cámara trasera y lateral, pantalla táctil y controles ergonómicos, además de incluir un segundo asiento trasero con puerta independiente. Cuenta también con el sistema de acoplamiento rápido Solidlink 33-9, que facilita el intercambio de accesorios desde la cabina, incluyendo implementos hidráulicos como extensiones de brazo.
Grúas móviles y automontables
Liebherr amplía su gama de grúas móviles con la LTM 1100-5.3, diseñada para cumplir con las normativas internacionales de carga por eje, permitiendo operar cargas de hasta 12 toneladas por cada eje, lo que facilita los permisos y las homologaciones. Cuenta con un contrapeso de 16’9 toneladas y un ancho compacto de tan sólo 2’55 metros, ideal para entornos urbanos con acceso limitado. Su pluma telescópica de 62 m cuenta con un plumín hidráulico ajustable que aumenta la altura hasta los 76 m, con un radio de 64 m. Además, incorpora las tecnologías VarioBase y VarioBallast que aportan más estabilidad y flexibilidad en diferentes terrenos.
La compañía ha renovado su software haciéndolo más veloz y añadiendo una telemetría integrada para la gestión de flotas. Su interfaz es intuitiva y aumenta la comodidad del operario gracias a la pantalla táctil de la cabina, rediseñada para ser más ergonómica, con materiales de alta calidad, aire acondicionado automático y tecnología LED. Todo ello sin olvidar su sistema de embrague refrigerado por aceite, más eficiente y que reduce el coste de mantenimiento.
En grúas automontables han presentado la serie L, caracterizada por una nueva estructura de acero más robusta y eficiente, con un sistema hidráulico mejorado de accionamiento modular que optimiza el rendimiento, equipadas con el sistema de control Control 5 y el Tower Crane OS 2 que facilita actualizaciones y futuras ampliaciones. Cuenta con el Sway Control para reducir de forma automática el balanceo de la carga, mejorando la seguridad y eficiencia; el Micromove para permitir un posicionamiento preciso de las cargas; y el Speed2Lift que permite seleccionar automáticamente la velocidad óptima para ahorrar tiempo en el manejo de cargas.
Esta serie cuenta con longitudes de la pluma de hasta 30 metros con variantes de lastre y ejes para una mayor flexibilidad. Sus dimensiones reducidas permiten un mejor transporte y su aplicación en espacios limitados. Tiene un sistema que permite el montaje rápido, un manejo intuitivo y sistemas de asistencia inteligentes para mejorar la seguridad del entorno de trabajo y la eficiencia de las labores desempeñadas.
Sostenibilidad hidrogenada
Las personas de edad madura suelen preo cuparse por el legado que dejarán a las futuras generaciones. A sus 75 años, la compañía Liebherr no podía ser menos y, desde hace ya unos años, está centrando sus esfuerzos en impulsar la descarbonización y sumar cada vez más maquinaria ecológica en sus flotas.
Sebastian Hegy, director de producto de Liebherr-Mischtechnik, fue el encargado de presentar el prototipo de gran cargadora sobre ruedas con motor de hidrógeno L 566 H, la primera del mundo en su categoría. Durante los próximos dos años, Liebherr y la firma Strabag estarán probando este prototipo en la cantera austríaca de Gratkorn con el fin de poder descarbonizar el sector de la construcción de una forma segura sin perder la eficiencia de su maquinaria.
La L 566 H está equipada con un motor de pistón alternativo de hidrógeno fabricado en la planta suiza de Bulle y tiene el potencial de ahorrar hasta 100 toneladas de CO2 anuales, el equivalente a 37500 litros de diésel. Este prototipo resulta ser una gran noticia para el sector, puesto que la maquinaria pesada está siendo un reto a la hora de conseguir electrificarlas. El hidrógeno proporciona una alternativa de cero emisiones a los equipos con altos requerimientos energéticos de hasta 40 toneladas.
El hidrógeno que se utiliza es suministrado por la compañía Energie Steiermark a partir de fuentes renovables como la eólica, la hidroeléctrica o la solar. Para ello, se ha instalado una estación de repostaje de hidrógeno en una cantera con el fin de garantizar la operación de forma continuada. Este combustible alternativo es clave para descarbonizar aquellas industrias donde la electrificación no es viable. Strabag, una de las mayores constructoras europeas, participa como primer cliente en esta fase de pruebas para alcanzar su objetivo de neutralidad climática para 2040.
LLEVA YA VARIOS AÑOS LIEBHERR APOSTANDO POR LA DIGITALIZACIÓN COMO PILAR CLAVE EN SU ESTRATEGIA EMPRESARIAL, INTEGRANDO ESTA TECNOLOGÍA EN TODAS LAS ÁREAS DE NEGOCIO.
Además, trabajando codo con codo con Maximator Hydrogen, han desarrollado la primera estación de repostaje de hidrógeno en Salzburgo, que incluye proyectos de estaciones móviles para repostar maquinaria directamente en obras remotas y se abastece con hidrógeno verde producido con energías renovables de MPreis. Proyectos que demuestran la importancia de la cooperación entre líderes industriales para la transformación del sector de la construcción en uno más sostenible. Así mismo, posicionan a Liebherr como líder en la transición ecológica utilizando el hidrógeno como alternativa a la electrificación en la carrera por la descarbonización.
Esto se debe a que Liebherr ha intensificado su compromiso con la sostenibilidad basándose en criterios de reducción de CO2, viabilidad tecnológica, infraestructuras y costes. Por ello, aunque lo más llamativo es este proyecto con el hidrógeno, la compañía lleva años trabajando en otras tecnologías alternativas como el HVO (aceite vegetal hidrogenado), que reduce hasta un 90% el CO2, o por medio de la electrificación de su maquinaria a través de asociaciones como la que tiene con Fortescue, demostrando que hasta los equipos pesados pueden ser eléctricos.
Como indican varios estudios recientes, la mayor reducción de emisiones se logra durante la fase de uso de la maquinaria, punto en el que Liebherr ha concentrado los esfuerzos de sus tecnologías. Sin embargo, esta compañía no para de innovar y están realizando investigaciones en el uso del amoníaco como fuente de energía sostenible y medio de transporte para el hidrógeno.
Digitalización e Inteligencia Artificial
Lleva ya varios años Liebherr apostando por la digitalización como pilar clave en su estrategia empresarial, integrando esta tecnología en todas las áreas de negocio con el fin de optimizar los productos, los servicios y poder desarrollar nuevos modelos que den respuesta a las exigentes necesidades de los clientes. Así se facilita personalizar las soluciones, mejorar la conectividad de una forma avanzada y la implementación de la Inteligencia Artificial (IA). Para la compañía alemana, la digitalización engloba los 13 segmentos de productos durante todo el ciclo del cliente y es coordinado por el Centro de Desarrollo de Liebherr que impulsa la adopción de IA, red colectiva de dispositivos interconectados (IoT) y soluciones en la nube.
Mediante esta tecnología se permite la gestión de flotas basada en la nube con monitorización a tiempo real, planificación del mantenimiento y análisis de los datos para minimizar los tiempos de inac tividad. Las máquinas se han modernizado hasta el punto de detectar y comunicar problemas potenciales antes de que acontezcan los fallos, lo que reduce los costes y riesgos para el personal.
La implicación de la IA permite “obras inteligentes” en las que un análisis a tiempo real optimiza la posición, funcionamiento y seguridad de las máquinas y sus operarios, automatizar la producción y realizar controles de calidad más precisos y simulaciones y pruebas que mejoren la eficiencia y eficacia de los trabajos.
Respecto al usuario, la interface es muy intuitiva y permite personalización, facilitando la supervisión integral y la gestión eficiente. Para ello, la estrategia multicloud flexibiliza y facilita esa personalización, mejorando la colaboración global interna y permitiendo dar una respuesta más ágil a las necesidades del mercado y de los clientes.
¿Cuál es el siguiente paso para Liebherr? La expansión de la IA y el IoT con el fin de desarrollar maquinaria autónoma y sistemas con autoaprendizaje que optimicen los procesos en tiempo real, lo que facilitará la creación de nuevos modelos de negocio basados en los datos y la expansión de la infraestructura digital.
Como conclusión, podríamos decir que Liebherr, a sus 75 años, no deja de ser un sugar daddy con mucho futuro por delante y que en los próximos años nos va a sorprender cambiando el paradigma de los equipos ecológicos gracias a los movimientos estratégicos y la innovación que está llevando a cabo.