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Antes de que lo olvide
Memoria de los buenos tiempos.
Acaba de ver la luz editorial el libro «Antes de que lo olvide», de Esteban Langa Fuentes, viejo conocido del sector, ya retirado hace unos años. Muchos le recordarán por su carisma personal y su trayectoria profesional, que se movió dentro del campo de los explosivos en sus diferentes áreas, facetas y diversas empresas, desde las aplicaciones y trabajos especiales, como voladuras subacuáticas, corte de metales, excavaciones urbanas, etc., hasta la actividad de demolición por voladura. Su paso por la industria de los explosivos durante cuatro décadas de trayectoria profesional, por fuerza habían de dejarle huella. Y buena parte de ese rescoldo vivo ha quedado reflejado, con la autoridad, la ironía y el humor que imprime Langa a sus escritos, en «Antes de que lo olvide».
Antes de que lo olvide es el tercer libro que sobre su vida y aventuras ha escrito en poco más de un lustro Esteban Langa (1945). Es secuela de las incursiones en la memoria que le precedieron: Cuentos de unos recuerdos (2012) y Cuentos de unos recuerdos II (2014). No se trata de autobiografías, pero sí de libros de memorias, recuerdos agavillados de un tiempo que siempre fue mejor para el autor y este, con su prodigiosa memoria, ha sido capaz de recopilar y reflejar con su personal forma de ver la vida. Antes de que lo olvide ha sido publicado por Laureano y Luis Fueyo, bajo su sello de Fueyo Editores, y prologado por Primitivo Fajardo, director de OP MACHINERY.
Aparte, Langa tiene en su haber otro libro técnico, titulado Demoliciones por voladura, que vio la luz en 2011, también en el sello de Fueyo Editores, que acaba de recopilar y publicar esta última entrega literaria de Langa en la que, a lo largo de 39 capítulos, nos lleva de la mano el autor a compartir, con su personal visión, sus vivencias y experiencias únicas.
El hombre vivió siempre, al menos desde el sacro imperio romano germánico, a caballo entre dos mundos: el ámbito de su pequeña región y el de la conciencia de saberse formando parte de una realidad supranacional, eso que convenimos en llamar “mundo” y que muchos filósofos, exploradores y aventureros se dedicaron a recorrer para descubrir. Pues mundo es lo que tiene Esteban Langa, mucho mundo, y eso es lo que nos desvela en sus relatos: el restringido mundo de su entorno personal, que desvela sin pudor, y el anchuroso universo de los explosivos, que se dedicó a explorar durante la friolera de cuarenta años al servicio profesional del sector.
Aventuras salpicadas de ironía
Langa, en las páginas de Antes de que lo olvide, ha “perpetrado” una obra sencilla que tiene un grandísimo mérito solo por su contenido intrínseco –a veces provocador, en ocasiones emocional, siempre irónico, siempre genial–, que ha ido componiendo pieza a pieza con el tiento de minucioso artesano, delicado orfebre y discreto erudito, galvanizando cada una de las historias en el catalizador de sus amplios conocimientos, su socarronería de castellano viejo y su buen humor.
El autor ha bautizado su obra con un título sugerente dando a entender que su memoria tiene caducidad –como la de todos– o que no le importa el futuro. Pero todos sabemos que el pasado solo tiene valor desde y para el futuro. Esteban Langa sabe que la memoria es la mejor moneda, el mejor aval de la esperanza.
Esteban Langa, antes de ponerse a escribir
Esteban Langa Fuentes nació en Madrid, en abril de 1945. Está casado y tiene dos hijos, cinco nietos y un bisnieto. Es Ingeniero de Minas por la E.T.S. de Madrid, 1971. Su actividad profesional se ha desarrollado siempre en el campo de los explosivos, en obras públicas, minería, demoliciones y aplicaciones especiales (voladuras subacuáticas, corte de metales, voladuras en sondeos, etc.). Comenzó su vida laboral en el departamento técnico de Unión Española de Explosivos (UEE), recorriendo profesionalmente diferentes empresas y sus filiales, siempre relacionadas con el campo de los explosivos, tanto en su fabricación como en su aplicación. Allí fue, en UEE, donde dio sus primeros pasos y, tras un periodo prestando sus servicios en el departamento de Minería y Construcción de Ingersoll- Rand, dedicado a la venta de equipos de perforación, pasó a trabajar en la Compañía Auxiliar de Voladuras (Cavosa), prestando sus servicios en España y Venezuela. Tras su regreso a España se incorporó a Demoliciones Técnicas, S.A. (Detecsa), dedicado a las demoliciones tanto mecánicas, manuales y especialmente mediante voladura. Rio Blast (filial de Cavosa y Unión Española de Explosivos), Ibernobel (filial de Cavosa y Pronobel), Demoliciones y Reciclados, S.A. (DYR) (filial de Cavosa y Detecsa), fueron también lugares de trabajo donde prestó sus servicios Esteban Langa, quien dedicó los últimos años de su vida laboral a la firma Voladuras Controladas, S.A. (Volconsa), como responsable de la gerencia de demoliciones. Allí le llegó la edad de jubilación en 2011.