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Actualidad

18 May 2020

Armado con brazo de Case el carro «Alacrán». Excavadora de combate.

El “Alacrán” Armado con una retro de Case, el carro «Alacrán» ha servido en el Ejército durante dos décadas.

Hemos consumido algún tiempo y cuantiosas dosis de ilusión persiguiendo un objetivo castrense y, finalmente y felizmente, en una fulgurante operación exenta de riesgo, lo hemos alcanzado. Resulta que hace quince años dábamos cuenta de la noticia sobre el carro de combate M60A1 con el que contaba el Ejército español, que estaba dotado de un brazo retroexcavador y al que las autoridades, en un alarde de imaginación, bautizaron con el nombre de «Alacrán», que había visto la luz diez años antes. Entonces nos pareció curioso el armatoste híbrido, medio máquina de movimiento de tierras, medio arma de combate, y como originalidad lo publicamos. Hace bien poco y por casualidad aparecieron en un cajón las fotografías de aquella máquina, hechas en 2005, y nos preguntamos qué habría sido de ella tres lustros después. Lógicamente, nos lanzamos a rastrear su pista. Como reza el sabio refranero, el que la sigue la consigue, cosa que entre los cazadores de codornices en los llanos de Albacete se traduce por el que la sigue, la mata y el que no, la desbarata. Al fin dieron fruto nuestras pesquisas y hallamos hace unos meses los vestigios de una unidad debidamente protegida en la Brigada de Infantería Acorazada Guadarrama XII, la más importante del Ejército español, de guarnición en El Goloso, antigua División Acorazada Brunete. En aceptable buen estado y rodeado de otros carros de combate de última generación, como los Leopardo 2E o los vehículos de transporte de tropas BMR Pizarro, y también viejas glorias del cuerpo de caballería como los vetustos Pánzer, T-62, AMX-30, etc., hallábase el «Alacrán» en el museo del acuartelamiento. Así pues, con las ilustraciones de la máquina en acción en sus buenos tiempos y las actuales en su nuevo escaparate bélico, contamos aquí su breve y brava historia.

Primitivo Fajardo

El carro de combate M60 de la serie Patton, tanques medios del Ejército estadounidense, fue bautizado así en honor del general George S. Patton, comandante del Tercer Ejército de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y uno de los primeros militares norteamericanos que defendió el uso de los carros en el campo de batalla. El M60, creado para competir con el T-62 que a principios de los 60 estaba desarrollando la Unión Soviética, fue el principal carro de batalla básico estacionado por los Estados Unidos en Europa (Alemania), Corea del Sur y otros países miembros de la OTAN durante la Guerra Fría, mientras su antecesor, el más veterano M48 Patton fue empleado por el Cuerpo de Marines y el Ejército americanos en Vietnam desde 1965 hasta 1975. Entre 1960 y 1983, cuando dejó de producirse, se fabricaron unas 15000 unidades del M60 en sus múltiples variantes. En 1963 fue actualizado al M60A1 y siguió fabricándose hasta el año 1980.

EL 10 DE DICIEMBRE DE 1996, EL GOBIERNO ESPAÑOL APROBÓ LA EJECUCIÓN DEL PROGRAMA «CARRO DE ZAPADORES CZ10/25E», CON UN GASTO DE 3441 MILLONES DE PESETAS (521,36 MILLONES DE EUROS).

Fue en 1992 cuando el Ejército de Tierra español recibió 260 carros de los modelos M60A3 y M60A3 TTS estadounidenses, excedentes del US Army en Alemania, que estaban siendo retirados de Europa Central en cumplimiento del Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales.

En el paquete iban otros 50 de la versión A1. Aunque la previsión era haber recibido 110 unidades más del M60A1, dado el mal estado en el que se encontraban nuestras autoridades renunciaron a ellos. El Ejército norteamericano los cedió gratuitamente, al igual que a otros países de la OTAN como Grecia y Turquía, que recibieron cantidades muy superiores, pero en unas condiciones que dejaban mucho que desear, pues eran vehículos que ya tenían muchos años encima y además la mayoría de ellos no procedía de unidades operativas, sino de depósitos en los que habían estado almacenados mucho tiempo.

APROBACIÓN DEL PROYECTO CZ10/25E

Por tanto, fueron directamente aparcados en espera de saber qué hacer con ellos. Como eran anticuados, en un primer momento se pensó en modernizarlos al nivel M60A3, aplicando el programa de modernización que se había llevado a cabo en los AMX-30EM2, con un sistema de control de fuego digital Hughes/ Enosa Mk9 A/D, cámara térmica Enosa y motor diésel MTU 833 con transmisión automática ZF LSG 3000. Sin embargo, la aprobación del programa para adquirir los Leopardo 2 supuso la cancelación de dichos planes, por lo que se pensó en convertirlos en blindados especiales para ingenieros y zapadores.

Así ocurrió hace casi veinticinco años. El 10 de diciembre de 1996, el Gobierno español, a través de la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, aprobó la ejecución del programa Carro de Zapadores CZ10/25E, con un gasto de 3441 millones de pesetas (521,36 millones de euros). Los carros M60A1 ya tenían destino: convertirse en los vehículos de ingeniería de combate Alacrán.

Para llevar a cabo el proyecto, al concurso público del Ministerio de Defensa concurrieron dos empresas: Peugeot Talbot España, S.A. y el Grupo Auxiliar Metalúrgico, S.A. (Gamesa). Aunque ambas presentaron sus prototipos, Gamesa lo hizo fuera de plazo y con el disño sin terminar. Por tanto, en 1997 se firmó un contrato de producción con la división de Productos para la Defensa del fabricante Peugeot Talbot España que contemplaba la transformación de 38 carros M60A1, facilitados por el Ejército de Tierra, en vehículos de combate especiales para zapadores. Los 12 restantes se convirtieron en carros lanzapuentes blindados VLPD 26/70E, equipados con el modelo de puente alemán Leguan, de despliegue horizontal. La entrega al Ejército español se iniciaría en 1997 y se terminó en 1999.

LA TRANSFORMACIÓN

Los carros de combate fueron sometidos a operaciones de transformación manteniendo las mismas prestaciones de movilidad que el M60A1, con su grupo motor, su tren de rodaje y la suspensión del mismo. Con ello se consiguió una excavadora blindada con la potencia y movilidad de un carro de combate. Externamente, la diferencia más significativa fue la sustitución del cañón de 105 mm como arma principal por un brazo retroexcavador, y como complemento la instalación de una hoja empujadora en la proa del carro. Internamente, las modificaciones fueron la eliminación de la dirección de tiro, los alvéolos de munición de la torre y los de proa del carro; se sustituyó el puesto del cargador y se abrió una escotilla para el operador de los nuevos sistemas. El bulbo de la torre quedó modificado para instalar el cabrestante principal, manteniendo el sistema de transmisiones, y al puesto de conducción se le incorporaron los mandos de control de la hoja empujadora. Para el funcionamiento del brazo retroexcavador se incorporó en el centro de la barcaza una central hidráulica de 59 hp con dos relaciones de desmultiplicación; también se dispuso de un grupo hidráulico destinado al movimiento de la hoja empujadora.

El “Alacrán” en el Paseo de la CastellanaEl brazo articulado retroexcavador del Alacrán fue obra del fabricante Case, que lo dotó con un sistema de cambio rápido de implementos que le permitía utilizar distintas herramientas en función de las necesidades operativas de la unidad y del teatro de operaciones.

El Alacrán tenía una anchura de 4 metros, una longitud de 9,1 m, una altura de 3,37 m y un peso de 53 toneladas. Con una velocidad máxima en carretera de 45 km/h, su autonomía era de 480 kilómetros y podía superar pendientes del 50%, pendientes laterales del 30% y fosas de 2,3 metros. La propulsión del carro provenía de un motor diésel turboalimentado Continental AVDS-1790-2, de 750 CV de potencia.

EQUIPAMIENTO DEL BRAZO

La retroexcavadora Case del Alacrán, al estar instalada en la torreta, giraba 360º. Tenía una profundidad de excavación de 2,65 metros frontalmente y hasta 4 m transversalmente, y un alcance de 7,2 m; la capacidad de la cuchara, de 60 cm de ancho, era de 0,43 m³, y la fuerza de levantamiento, de 25 toneladas. Para las operaciones de demolición y corte, el Alacrán disponía de un martillo hidráulico NPK y de las cizallas de Verachtert VTC-3, de Caterpillar, que le facilitaban el corte de estructuras de hierro y hormigón. También podía utilizar una multigarra para mover todo tipo de objetos de hasta 7 toneladas. La hoja empujadora instalada en la proa del carro tenía 4 metros de largo por 80 cm de alto y le permitía empujar hasta 35 toneladas, resultando muy útil para realizar trabajos de explanación, movimiento de tierras, despeje de obstáculos o dar estabilidad al carro cuando estuviera empleando la retro en funciones de excavación.

EL BRAZO ARTICULADO RETROEXCAVADOR DEL «ALACRÁN» FUE OBRA DE CASE, QUE LO DOTÓ CON UN SISTEMA DE CAMBIO RÁPIDO DE IMPLEMENTOS QUE LE PERMITÍA UTILIZAR DISTINTAS HERRAMIENTAS.

Como autoprotección y defensa para sus 3 tripulantes, el Alacrán disponía, además del blindaje propio del carro M60A1, de dos baterías de cuatro lanzafumígenos Wegman, de 76 mm, a ambos lados de la torre, unido a un sistema de inyección de gasóleo a escape, que le permitía crear cortinas de humo. Al carecer del preceptivo cañón, el armamento se reducía a la ametralladora M85, de 12,7 mm, con 900 disparos. Como armas individuales, la tripulación disponía de tres fusiles de asalto, 8 granadas de mano y un lanzagranadas C-90.

El M60A1 Alacrán, del que apenas quedan unidades en activo, fue especialmente concebido para trabajos de movimiento de tierras y constituyó en su origen un paso adelante en el equipamiento del Arma de Ingenieros. Fue un carro de combate original y único en el mundo.


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