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Actualidad

10 Diciembre 2018

El futuro asusta

primitivo fajardoNO, no me refiero al futuro que nos espera con la clase política que nos ha caído en desgracia a los españoles, que también. Me refiero a que asusta lo que está por llegar en cuanto a tecnología y los cambios de vida que nos espera en breve plazo con su uso. Deberíamos estar acostumbrados porque las novelas futuristas y sus secuelas fílmicas nos ponen sobre aviso, pero somos tan descreídos que ni por esas.

Hace poco leí una entrevista con el CEO de Mercedes Benz en la que decía que sus competidores ya no son otras compañías de automóviles, sino Tesla, Google, Apple y Amazon, y que la mayoría de las empresas de automóviles probablemente se irán a la quiebra porque las tradicionales intentan un enfoque evolutivo simplemente construyendo un coche mejor, mientras que las compañías de tecnología mencionadas harán el enfoque revolucionario fabricando un ordenador sobre ruedas. Muchos ingenieros de la industria del automóvil están completamente aterrados con la marca Tesla.

Y es que el nuevo enfoque y un software sofisticado ad hoc, o sea, lo que viene a ser la inteligencia artificial, se van a cargar la mayoría de las industrias tradicionales en la próxima década, empezando por el automóvil.

La prueba es que Uber, siendo solo una herramienta de software y sin poseer ni un solo coche, es ahora la compañía de taxis más grande del mundo. Lo mismo que Airbnb es ya la mayor empresa hotelera del mundo... sin tener un solo ladrillo en propiedad.

Los automóviles autónomos serán pronto una realidad. Este año ya se han puesto en marcha las pruebas con notable éxito y algún que otro fallo gordo. Las empresas de alquiler urbano funcionan con coches eléctricos de maravilla, o casi, y esto hará que en 2020 la industria cambie por completo porque muy pocos querrán tener un coche en propiedad, y menos aún que contamine, dadas las prohibiciones a la circulación en los núcleos urbanos y las amenazas gubernamentales con fusilar la combustión interna. Con los autónomos bastará con llamar solicitando un vehículo, se mostrará su ubicación y nos llevará al destino. No se necesitará estacionarlo y solo se pagará por la distancia recorrida, pudiendo aprovechar el tiempo para menesteres laborales, ociosos o “conyugales”. Nuestros niños del futuro no necesitarán un carné de conducir y nunca poseerán un coche, con lo que al tiempo se evitarán las muertes por accidentes de tráfico en todo el mundo, un millón de vidas cada año. En consecuencia, las compañías de seguros tendrán problemas porque sin accidentes el seguro de automóviles será baratísimo y su modelo de negocio tenderá a desaparecer.

Las ciudades serán menos ruidosas porque todos los coches funcionarán con electricidad, que será barata y limpia. Con la electricidad barata vendrá el agua barata y abundante gracias a la desalinización porque, según el jefe de Mercedes, no tenemos escasez de agua en la mayoría de los lugares, solo tenemos agua potable escasa.

Otro ejemplo. En Estados Unidos, los jóvenes abogados no tendrán empleo. Debido a IBM Watson, cualquiera puede obtener en cuestión de segundos asesoramiento jurídico (hasta ahora para cosas más o menos básicas) con una precisión del 90%, en comparación con el 70% de precisión cuando lo hacen los seres humanos. Así pues, los estudiantes de derecho que lo dejen cuanto antes porque en el futuro habrá un 90% menos de abogados, solo quedarán especialistas, afirma el gurú.

Watson ya ayuda a los servicios médicos a diagnosticar el cáncer, siendo cuatro veces más preciso que los galenos. Esto traerá una mejora en los métodos diagnósticos en el ámbito de la salud y con nuestro móvil podremos analizar medio centenar de biomarcadores que identificarán casi cualquier enfermedad. Como será barato, los hospitales tenderán a reducir su número. También Facebook tiene un software de reconocimiento de patrones que puede identificar caras mejor que los seres humanos.

Otra innovación que nos va a dejar patidifusos es la impresión 3D, que cada vez es más barata y rápida. Las grandes empresas de calzado ya han comenzado a fabricar zapatos de impresión en 3D. Como los nuevos teléfonos inteligentes tendrán posibilidades de escaneo en 3D, se podrá escanear los pies e imprimir el zapato perfecto en casa. Algunas piezas de repuesto para aviones ya están impresas en 3D y hasta la estación espacial internacional tiene una impresora 3D que elimina la necesidad de la gran cantidad de piezas de repuesto que traían los trasbordadores. En China, ya han construido un edificio de oficinas completo de 6 pisos impreso en 3D. Antes de 2030, el 10% de todo lo que se está produciendo en el mundo estará impreso en 3D.

Vamos a lo práctico: las oportunidades de negocio. Según el arúspice de Mercedes, si no funciona con el teléfono, mejor olvidarse de la idea: “Cualquier idea diseñada para el éxito en el siglo XX está condenada al fracaso en el siglo XXI. Si piensa en un nicho al que desea ir, pregúntese: «¿En el futuro, tendremos eso?». Y si la respuesta es sí, «¿cómo puedo hacer para que eso suceda antes?»”.

Respecto al trabajo, afirma el consabido jefe de la marca de la estrella que el 70-80% de los empleos actuales desaparecerá en veinte años, aunque habrá un montón de otros nuevos, si bien no deja claro si habrá suficientes nuevos para todos.

Podría contar más cosas relacionadas con el futuro (agricultura, educación, demografía, etc.), pero para cumplir con el titular vale decir que en 2030 los ordenadores serán más inteligentes que los seres humanos. ¿Asusta o no asusta el futuro?


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