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Actualidad

01 Noviembre 2022

Bauma frena su crecimiento

primitivo fajardoLa recién clausurada feria Bauma, buque señero del sector de la maquinaria, que se ha desarrollado a finales de octubre, sorprendentemente ha cerrado su balance con una caída significativa de los parámetros anteriores, hasta ahora siempre en continuo crecimiento. Siendo el epicentro planetario de nuestra industria como magna exposición, esta vez no ha podido cantar el alirón y revalidar el título ya clásico de vapulear todos los records precedentes. Seguramente, el cambio de fechas de primavera a otoño, propiciado por las imposiciones restrictivas de la pandemia, la difícil situación económica con la inflación generalizada y la guerra de Ucrania, unidos a otras dificultades existentes antes en el sector: los elevados precios de la energía, los problemas de la cadena de suministro, la escasez de mano de obra cualificada, la falta de componentes, la caída general en la construcción residencial europea, etc., han mermado sus aspiraciones de superación de las históricas cotas logradas en la edición de 2019.

La organización ha publicado las cifras de expositores y visitantes, pero de manera ambigua, al menos de momento. Según estas, “alrededor de 3200 expositores de 60 países y más de 495000 visitantes de más de 200 países llegaron a Múnich para participar en la feria líder para maquinaria de construcción, máquinas de materiales de construcción, máquinas de minería, vehículos de construcción y equipos de construcción, celebrada del 24 a 30 de octubre”. El territorio expositivo no ha variado con respecto a la edición anterior: 614000 m2 en total, repartidos en 414000 m2 de espacio exterior y 200000 m2 de pabellones cubiertos.

Si comparamos estas cifras con las de la feria de 2019, cuando expusieron en el recinto de Múnich 3684 expositores de 63 países y 627603 visitantes de 200 países, constatamos la caída, justificada por la situación económica y el complejo escenario europeo, como decimos. Este menor volumen, aún siendo considerable, es relativamente insignificante si tomamos como referencia los valores absolutos: los techos elevadísimos que había alcanzado desde sus inicios en el año 1949.

En cuanto a la proporción de visitantes extranjeros, según la feria, ha sido de alrededor del 50%, mientras los expositores internacionales fueron el 65%. Los diez países que han aportado más expositores son, por orden de magnitud: Alemania, Italia, Turquía, Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Países Bajos, Francia, Estados Unidos, Austria, España y China.

Las cifras de esta 33ª edición, a pesar de esa disminución del 25% con respecto a la anterior, siguen siendo abrumadoras y demuestran que la feria es una potencia de referencia en el sector.

Como abrumador es el resultado “moral” obtenido por los expositores, que, según la VDMA, la asociación alemana de fabricantes de maquinaria y materiales de construcción, que agrupa a 3500 compañías alemanas y europeas del sector, “han quedado muy satisfechos con la feria después de siete días de éxito. Los fabricantes miran hacia el futuro con gran confianza”. Según la asociación, todo ha salido perfecto, desde la concurrida asistencia de visitantes, tanto de casa como del extranjero, hasta el clima, con escasa lluvia y una temperatura bonancible, pasando por los excelentes resultados de las gestiones y los contratos de venta cerrados o apalabrados durante los días de la exposición. Las firmas sondeadas por la organización ferial tras echar el cierre han reconocido y agradecido los resultados, resaltando el interés en su empresa y sus productos de los visitantes, que los expositores han recibido en nutrida afluencia.

Desde el primer día de feria quedó desterrada la incertidumbre con que muchos expositores acudían al recinto pensando en cómo se iba a desarrollar. Con este balance, Bauma ha mostrado su fortaleza como plataforma de negocios, incluso en estos tiempos tan inestables, y la industria ha dado ejemplo de optimismo, en contra de la tendencia económica negativa general. La mayoría de expositores ha presentado sus innovaciones mayormente encaminadas hacia la digitalización, automatización y sostenibilidad de las máquinas y las obras de construcción y minería, un desarrollo que ya no puede pararse y no tiene marcha atrás. Estamos en medio de una profunda fase de transformación de los cánones tradicionales en la industria de la construcción, cambios ine ludibles ante los desafíos relacionados con la neutralidad del CO2 en los que se han implicado todos los actores: fabricantes, distribuidores, constructores, clientes... Solo las empresas más pequeñas, que operan a nivel regional, muestran su escepticismo y no son tan optimistas sobre la situación y el futuro que les espera.

UNOS 3200 EXPOSITORES DE 60 PAÍSES (3684 EN LA EDICIÓN ANTERIOR) Y MÁS DE 495000 VISITANTES DE 200 PAÍSES (627603 EN 2019) ES EL BALANCE FINAL DE BAUMA’2022.

Apunte aparte, una conclusión que desde esta publicación nos permitimos añadir al resultado de esta edición de Bauma, visto con otros ojos tras el aislamiento social propiciado por los dos años de pandemia, es que nuestra industria necesita precisamente este tipo de encuentros donde todo el mundo pueda establecer contactos personales y experimentar directamente el placer que supone ver y tocar los productos de su interés de las distintas marcas reunidas en un mismo recinto.

En España, tenemos la oportunidad del reencuentro piripintada gracias a la feria Smopyc, que estaba prevista para abril pero por su cercanía con Bauma ha desplazado sus fechas a noviembre de 2023, a petición de muchos expositores.

La fecha para la próxima edición de Bauma se ha fijado para 2025, esta vez en abril: del 7 al 13.

Por nuestra parte, dada la dimensión e importancia de las novedades presentadas en Bauma por los principales fabricantes, ante la imposibilidad de reunir todo el material en una sola edición, iremos dando buena cuenta en las páginas de OP MACHINERY, en este y en los próximos números.


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