Skip to main content

Actualidad

01 Enero 2025

Algo huele mal

primitivo fajardoQue este Gobierno es un dechado de oprobio y corrupción sólo asimilable a la mafia que rige los designios de países bolivarianos como Cuba, Nicaragua, Venezuela, etc., convertidos en narcoestados, lo vengo diciendo desde la llegada al poder del payaso psicópata, pues todos sus tejemanejes anteriores y a partir de su encumbramiento están orientados por sus complejos, su sectarismo, su desmedido afán de notoriedad y su ansia viva de poder y lucro personal.

Con alguien así a los mandos, difícil era que sus acólitos no superaran el listón de sus tribulaciones. Tiene a su familia y a su entorno político imputado por delincuentes, y a toda la maquinaria del Estado colonizada por su miseria personal para intentar salvarlos de la trena, pero ahí sigue, para vergüenza propia de españoles de bien y ajena del mundo occidental. No voy a recordar sus actuaciones y la presión que le acosa sin derribarle, pero no hay día que no salte a la opinión pública un escándalo nuevo.

Con relación a uno de sus quehaceres más mafioso, el caso Koldo –con permiso de la trama de hidrocarburos–, hace poco nos hemos enterado de que la constructora Azvi, empresa familiar señera en la industria ferroviaria, que en noviembre de 2023 contrató a Erikapat, la sociedad de la mujer del chorizo Koldo, mano derecha del putero, perdón, del ex ministro de Transportes Ábalos Meco, es una de las constructoras que desarrolla el macroproyecto del tren maya de México para el que el tal Aldama, el nexo de todas las corrupciones gubernamentales, presumió de abrir las puertas al contrato en febrero de 2019. Por ello, según dijo en la Audiencia Nacional, el presidente del Gobierno le felicitó personalmente. En su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional, el tal Aldama sostuvo que el 3 de febrero de 2019 fue a la presentación del candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Pepu Hernández, en el teatro La Latina, porque así se lo pidieron Koldo y Ábalos, puesto que el presidente Sánchez quería conocerle y felicitarle personalmente por la organización de un viaje a México en el que se obvió al embajador español para que Aldama organizara la agenda al ministro. Es evidente que entre chorizos anda el caldo, digo el Koldo.

En octubre del año pasado, hace cuatro meses, el juez de la Audiencia Nacional que investiga a los Bee Gees de la corrupción, Koldo, Ábalos y Aldama, por sus apaños en contratos públicos para traer material sanitario a España durante la pandemia por valor de 53 millones de euros, pidió a la Guardia Civil que averiguara qué trabajos prestó la empresa de la esposa del ex asesor del ministro a la constructora Azvi y por qué importe.

EL TAL ALDAMA SOSTUVO QUE EN 2019 FUE A LA PRESENTACIÓN DEL CANDIDATO SOCIALISTA A LA ALCALDÍA DE MADRID PORQUE ASÍ SE LO PIDIERON KOLDO Y ÁBALOS, PUESTO QUE EL PRESIDENTE SÁNCHEZ QUERÍA CONOCERLE Y FELICITARLE.

Tanto el juez instructor como la Fiscalía Anticorrupción sospechaban que la sociedad era una tapadera para ocultar comisiones ilegales fruto de los contratos de las mascarillas con la compañía a la que Aldama representaba en 2020, que era objeto de la investigación.

Para justificar que no era así, Koldo alegó que entró a trabajar en Erikapat en 2022, cuando Ábalos y él ya no estaban en el Ministerio de Transportes, y presentó ante el juez un contrato de consultoría firmado en noviembre de 2023 con Azvi. Las condiciones del contrato entre Erikapat y Azvi contemplaba pagos de 6000 euros al mes con una prima de éxito del 0,75 por ciento del monto total de cada proyecto que consiguiera, hasta un máximo de 350000 euros por operación. A cambio, Erikapat, que no tenía empleados, según los informes de la Uco, debía realizar “análisis de mercado y búsqueda de potenciales clientes”. No bastaba con hacer listados de objetivos, tendría que producirse una “intermediación efectiva”.

El contrato fue rescindido una vez la compañía conoció que Koldo y su señora habían sido detenidos e investigados por corrupción. Azvi dijo que se contrató a Koldo para “consultoría en Latinoamérica”. Pero ni la señora ni Koldo tenían formación en consultoría ni experiencia laboral en este campo. Aldama respaldó esta versión afirmando que Koldo fue captado como asesor y consultor para abrir nuevos negocios en Latinoamérica, pero –según el propio Aldama– el lío se había fraguado con anterioridad, puesto que se conocían, y la compañía de la señora fue adjudicataria de varios contratos de obra pública licitada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que dirigió Ábalos entre 2018 y 2021.

Aldama también afirmó de sí mismo que “el Grupo Azvi participó en la obra del tren maya del ferrocarril en México, que se fraguó en la visita de la delegación española a Ciudad de México, organizada por don Víctor de Aldama”, reivindicando el éxito de la participación de empresas españolas en el macroproyecto. Azvi niega que el encargo de la obra del tren maya fuera gracias a la mediación del empresario ahora investigado, pero lo cierto es que Ábalos le pidió en nombre del Gobierno que les echara una mano porque sabían de sus contactos con el Gobierno de México y había varias empresas españolas interesadas en entrar en el proyecto. Los investigadores reconocen que Aldama se convirtió durante aquel viaje en una especie de “representante informal” de España, puesto que acompañó al ministro en los distintos encuentros, incluso con su homólogo en aquel país. A ver quién deslía el grueso embrollo...

Total, que aunque por su volumen de negocio Azvi ha sido habitual receptora de obra pública con gobiernos de distinto signo durante décadas, entre 2018 y 2021, años en los que Ábalos fue ministro de Transportes, la constructora andaluza recibió adjudicaciones públicas por un valor superior a los 100 millones de euros. Algo huele mal.


Artículos relacionados