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Actualidad

01 Abril 2023

A vueltas con el Gobierno y Ferrovial

primitivo fajardoLos políticos mentirosos que juran en campaña no hacer ciertas cosas porque no podrían dormir –es obvio a quién me refiero–, deberían ser castigados a permanecer en vigilia in aeternum cuando incumplen lo prometido al trincar el poder. Decía don Camilo que “los soñadores debieran dedicarse al cultivo de la música o de la poesía pero no al ejercicio de la política, en evitación de que sus sueños pueden quitar el sueño a los demás”. Viene a señalar el Nobel el mecanismo: el político sueña en voz alta, medra encandilando a las masas, hace la campaña en olor de multitudes, accede al poder y hunde el país. Tal cual. “Es muy peligroso –afirmaba Cela– eso de sentirse mesías redentor y más todavía brindar a los compatriotas soluciones por mil años, y sería muy prudente el que su solo intento estuviera prohibido por ley bajo muy duras penas: Stalin y Hitler son los dos más claros y próximos ejemplos de iluminados soñadores que dieron con la mágica fórmula de arreglar el mundo para siempre...”.

Pues en esas estamos desde que nos colonizó un payaso lerdo, ridículo y patético llamado Sanchinflas, que se cree el listo de la función porque mea en Falcon y ha puesto a quinquis más tontos que él, si cabe, a actuar en las pistas del circo nacional convirtiendo las instituciones del Estado en pocha almoneda, en una vergüenza y en el hazmerreír de Europa.

Lo de Ferrovial es una pifia más de este insolvente que se comporta como Lucky Luciano y ha hecho del Gobierno la Cosa Nostra, una mafia organizada sólo para atracar al contribuyente, extorsionar a las empresas y esquilmar las arcas del Estado. Lo digo cargado de desprecio y con razón amparándome en lo irrefutable. Véase si no el maltrato al que ha sometido con agresiones verbales y amenazas injustificables –echarle los perros de la Agencia Tributaria– a una empresa privada como Ferrovial, constructora que lleva aquí 70 años y genera cuantiosos dividendos, muchos puestos de trabajo y jugosos ingresos a las arcas del Estado. Es de cenutrios y gánsteres la obscena exhibición de acoso, de coacción de un Ejecutivo contra una compañía privada pretendiendo nada menos que torcerle el pulso sólo por querer cambiar de sede en Europa, un espacio económico en el que se supone existe la libre circulación de personas, capitales y empresas.

La gran constructora se va a cotizar desde Ámsterdam en la Bolsa de EE.UU. y a operar más fácilmente en el mercado internacional. Y de paso, no nos engañemos, para huir de la inseguridad jurídica y la hostilidad fiscal de este Gobierno insaciable y trilero regido por un chulángano desquiciado, fullero y botifler cuya pulsión autócrata y su desprecio a la libertad ha puesto el colimador en los creadores de riqueza y empleo y va a cargarse por igual pequeñas o medianas empresas que grandes y autónomos. Con el IRPF más alto de la historia arruina la economía dilapidando presupuestos e hipotecando el futuro con una gestión nefasta que ha disparado en 303000 millones la deuda en cuatro años de tejemanejes.

SEÑALA EL NOBEL EL MECANISMO: EL POLÍTICO SUEÑA EN VOZ ALTA, MEDRA ENCANDILANDO A LAS MASAS, HACE LA CAMPAÑA EN OLOR DE MULTITUDES, ACCEDE AL PODER Y HUNDE EL PAÍS.

Es una pena lo de Ferrovial porque España necesita cuantas más empresas fuertes mejor. Pero eso es cada vez más difícil en un país cuyo Gobierno, fiero enemigo de la democracia liberal, pone trabas a su libertad de movimiento, las persigue e insulta. El payaso travestido en subastador inmobiliario sabe bien que sólo del respeto a la propiedad privada y la seguridad jurídica que protege a personas y bienes de las garras depredadoras del poder político que él representa depende la buena marcha del país. Por eso va a cargárselo con leyes como la de la vivienda, o la del sisí emperatriz, que son el claro ejemplo de leyes hechas por delincuentes para favorecer a delincuentes.

Luego, el cachondeo de que a la demonización de Ferrovial por el Gobierno se haya sumado cuestionar con sentencias morales la veracidad de las motivaciones de la compañía, calificar con menosprecio la inteligencia de sus accionistas y acusar a su presidente de “falta de patriotismo”. Es para partirse el eje de abscisas y ordenadas de la risa. Tiene pelendengues, mi brigada, que lo diga este jeta de hormigón armado que gobierna con la élite circense más antipatriota y antisistema del país: la tropa de acróbatas perroflautas, ena nos independentistas y domadores filoterroristas.

De las embestidas de rucio del maquiavelo monclovita y sus socios analfaburros no se escapa nadie. Va a cargarse la Constitución, que es la fortaleza de nuestra democracia porque la justicia nos hace libres, la ley que nos ampara nos vuelve más fuertes y el derecho nos convierte en mejores. Va a por la separación de poderes y a por los derechos y libertades de los españoles Todo eso que al macarra ramplón, demagogo y sectario le suscita un odio africano. La injerencia gubernamental llega hasta nuestas cocinas y confirma la deriva populista de un Ejecutivo desnortado y enfermo de un montaraz bolivarianismo.

Que es un peligro tener a psicópatas mandando ya lo decía don Camilo hace seis lustros: “El mundo no madurará hasta que no se acierte a aislar e inhabilitar y esterilizar al soñador utopista y aventurero, esto es, al hombre que jamás debiera tener mando político; el gobernante debe ser manso, aplicado y eficaz, ya que los contribuyentes nos merecemos que se nos administre con humildad y suficiente sentido puesto que para eso pagamos más de la mitad de lo que ganamos con nuestro trabajo (...) El buen político, como el buen árbitro, es aquel que conduce la partida a útil y normal término sin mirar al tendido, ni buscar el aplauso, ni dejar suerte alguna de recuerdo”.

Enviar al estercolero al payaso sulfuroso que pulveriza lo que toca y derogar cuanto ha legislado es un imperativo moral para todos los demócratas.


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