Vamos a analizar, en líneas generales y con brocha gorda, la situación del mercado de maquinaria en el mundo y las ventas que ha registrado el año 2017, incluyendo Europa y concretamente la locomotora alemana, que siempre sirve de ejemplo, aunque difícilmente alcanzable.

Pero antes quiero agradecer de nuevo a todas las personas que a título personal o en nombre de la empresa a la que pertenecen, nos han felicitado por la publicación, el pasado mes de enero, del número 50 de OP MACHINERY, un hito modesto para una revista especializada pero que tiene un significado gigante para los que en ella trabajamos, dadas las circunstancias adversas que en forma de desierto hemos tenido que atravesar –aun seguimos, como todos en este sector, claro es– desde hace poco más de un lustro, cuando comenzamos la singladura.

Si en el número pasado lo celebramos con algunos temas diferentes y curiosos, en el presente nº 51 complementamos con dos pioneros del siglo XX, uno español y otro norteamericano. El primero, un ingeniero dedicado a la construcción de grandes obras de infraestructuras en España, más concretamente en el País Vasco y especialmente en obras portuarias. El segundo, un mecánico con un talento superior para diseñar y fabricar las máquinas más originales, diferentes y prácticas para cualquier aplicación en el mundo entero. Nos referimos a Ramón Iribarren y a Robert G. LeTourneau. También ofrecemos a nuestros lectores un ránking muy especial que hemos elaborado con las diez excavadoras hidráulicas más grandes del mundo, clasificadas según su peso operativo, y de paso hacemos un informe de las características y la evolución de estas poderosas máquinas de producción de gran capacidad, especializadas en el movimiento de tierras y la minería.

Como tema original hemos confeccionado un artículo dedicado al Hyperloop, que es ese invento que pretende poner en marcha Elon Musk, el intrépido empresario dueño de Space X, PayPal, Tesla, The Boring Co. y no sé cuántas más, con el que pretende revolucionar –además del transporte espacial con sus cohetes Falcon 9 y Heavy–, el transporte terrestre, pues el ingenio permitirá el desplazamiento de personas y mercancías a una velocidad de 1200 km/h viajando por levitación magnética en túneles cerrados. Otra revolución. O eso pretende ser.

Estos son los temas principales, pero hay muchos más, les invitamos a sumergirse en nuestra revista tras leer en este editorial lo práctico de las ventas de maquinaria, que se analiza en un reciente informe de la asociación de fabricantes alemanes de equipos de construcción, VDMA, donde se realiza una valoración del mercado interno y del volumen de negocio del sector a escala mundial, en el que destaca China, que ha sido una vez más el mercado de maquinaria de construcción más grande del mundo porque casi ha duplicado sus ventas en 2017. Es algo increíble.

Podemos afirmar que el conjunto global de los mercados creció alrededor del 15% en 2017, llegando a los niveles de 2011 con un cómputo total de 116000 millones de euros. Hasta el momento, el crecimiento no muestra signos de ser una nueva burbuja, según dicen los redactores del informe. Los clientes en todos los subsegmentos están trabajando a su capacidad real, el movimiento de capital es fluido, la situación en los mercados de materias primas está mejorando y las empresas se están beneficiando de la recuperación. Todo mejora.

Por regiones, con un aumento de las ventas de dos dígitos, América del Norte se acercó, a finales de 2017, a las cifras históricas que se registraron en 2006. En América del Sur, los fabricantes aumentaron las ventas en un 26% al concluir 2017, impulsados por el crecimiento en Chile, Perú y Argentina; en particular Argentina, mercado con un gran potencial que merece más atención, según el informe alemán. La zona de Oriente Medio ha sido la única región en la que el sector volvió a registrar eso que los cursis tecnócratas llaman un “crecimiento negativo”, aunque con una mejora considerable durante la segunda mitad del año.

Un poco más al este, el mercado indio creció por segundo año consecutivo en un 12%, pero sigue siendo pequeño en comparación con el gigante chino, que tras cinco años de desaceleraciones, a veces muy pronunciadas, ha remontado muy positivamente en 2017, hasta alcanzar un 86% y ahora es el mayor mercado de maquinaria de construcción del planeta –una vez más–, aunque sigue siendo muy volátil y carece de la estabilidad deseada.

Si las ventas de excavadoras son un indicador de la vitalidad de la actividad económica de un país (los expertos afirman que una creciente demanda de estas máquinas se deriva generalmente de un desarrollo próspero de la minería y las infraestructuras), podemos decir que China va como un cohete –por algo será que los chinos inventaron la pólvora–. De hecho, las ventas de los principales fabricantes de excavadoras de China se multiplicaron casi por dos en 2017, lo que se suma a otras señales de recuperación de la economía de este país.

Un total de 25 de los principales fabricantes de excavadoras vendieron más de 140000 máquinas el año pasado, lo que supone un aumento interanual del 99,5%, según los últimos datos de una asociación –que no es la VDMA– que hace un seguimiento del desarrollo de la industria china. Las ventas nacionales de excavadoras se incrementaron un 107,5% con respecto al año anterior, hasta superar las 130000 unidades, mientras que las exportaciones subieron un 32% y las ventas llegaron a 9600 máquinas. Solo el fabricante líder de maquinaria de China, la compañía Sany, vendió 30000 excavadoras el año pasado, registrando de paso un aumento tanto en la producción como en las ventas en toda su gama de productos. Como referencia, solo el pasado mes de diciembre estos 25 fabricantes de excavadoras vendieron unas 14000 unidades, una subida interanual del 102,6%. Dadas las perspectivas de expansión económica estable, y tirando por lo alto, los analistas estiman que las ventas de excavadoras registrarán en China un aumento de entre el 10% y el 20% en 2018.

Entrando en Europa, Alemania encarrila su cuarto año consecutivo de crecimiento, habiendo cerrado 2017 con una facturación de 10800 millones de euros, lo que significa un aumento del 15% en comparación con el año anterior. Según la VDMA, que agrupa a los más importantes productores alemanes de equipos para obras públicas, construcción y minería, los pedidos aumentaron un 19% a final del año. En consecuencia, se espera que 2018 sea también un excelente ejercicio con un pronóstico de crecimiento cifrado en el 8% de facturación, mejoría que debería continuar en 2019. Esto se desprende de la atmósfera optimista generalizada que se está dando en el sector –que no existía en Alemania desde hacía años–, reflejada en la reunión anual de la asociación celebrada este mes en Frankfurt, de la que dimana el informe que comentamos.

Según el cual, el crecimiento alemán ha sido considerable en todos los subsegmentos de maquinaria en 2017, con el mayor crecimiento reflejado en los equipos de movimiento de tierras (hasta un 21%), seguido por los equipos de construcción (hasta un 11%) y la maquinaria de carreteras (hasta un 9%). El grado alcanzado en la facturación es consecuencia de la alta demanda simultánea registrada en todo el mundo, según el presidente de la asociación de ingeniería de maquinaria y equipos de construcción, encuadrada dentro de la VDMA.

Afirman los analistas que de ello entienden que no se vislumbran señales de que la situación pueda cambiar este año a peor, por lo que, como se ha señalado, se espera continuar el crecimiento y es previsible que se extienda también al año 2019. Esta situación se prevé favorezca por añadidura la celebración de Bauma, la más importante feria mundial del sector, que tendrá lugar en Múnich en el mes de abril del año que viene.

El mercado alemán ha sido, por tanto, el impulsor del crecimiento en Europa en 2017, pues los fabricantes germanos crecieron en ventas otro 3% con respecto al año anterior, un crecimiento que para los propios analistas del país se antoja sorprendente. Únicamente el segmento de máquinas compactas ha sido el principal freno de este crecimiento, porque podría haber sido mayor. Después de subir en los últimos dos años, este segmento está empezando a saturarse y ha experimentado un comportamiento negativo, aunque de un solo dígito.

En Europa se vendió cerca del 20% más de máquinas de construcción el año pasado que el 2016. Las ventas de equipos alcanzaron niveles récord en Europa del norte y occidental, mientras que la demanda en Europa meridional y central aumentó considerablemente, aunque desde un punto de partida bajo, como es el caso de España, el más afectado por la crisis de esta última década. Por su cuenta, Rusia sigue causando preocupación para los fabricantes a pesar de la reciente recuperación, pues aun no ha alcanzado su nivel de ventas pasado.

En nuestra vieja piel de toro, como ya indicamos en el número anterior, el resultado del ejercicio 2017, según Andicop, ha sido muy esperanzador, con un 49% de crecimiento de las ventas de maquinaria sobre lo alcanzado en 2016, lo que supone un total de 4465 equipos vendidos, contra 2998 del año anterior. Por segmentos, las máquinas de producción crecieron un 34%; un 62% lo hicieron las “minis” y compactas; un 75% las manipuladoras telescópicas y, finalmente, las máquinas de compactación subieron un estimable 23 por ciento.