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Damos continuación a esta visita a Toledo –con el Imserso, por supuesto– siguiendo con la ciudad y continuando con las poblaciones que hemos tocado en este viaje.
—Tres culturas. Enlazamos con esto de las tres culturas porque históricamente, y aún hoy en día, la estirpe que empieza con los visigodos, la que comienza con los musulmanes y la que pertenece a los judíos, han compartido y comparten ciudad, teniendo cada una su barrio definido. Imagino que esto del barrio ancestral no se llevará a rajatabla hoy en día. En cualquier caso nos suena un tanto optimista eso de que las tres culturas convivieran tranquilamente en Toledo. Y hemos de creer que ha habido sus más y sus menos, como es lógico; no hay que olvidar que eso de la noche toledana rememora aquella en la que se cortaron cabezas a troche y moche para imponer una paz por la fuerza de las armas.
—Conventos. Toledo es también la ciudad de los conventos. Parece ser que llegó a haber una treintena de ellos; hoy quedan unos pocos abiertos y con una dotación muy escasa de monjitas –cosa que no es exclusiva de Toledo, claro está–, obligándose la Diócesis a traer sangre nueva de los países latinoamericanos y, más modernamente, de Kerala, un estado del suroeste de la India. Estas mujeres, en cifras mínimas también, están ahora a cargo de los conventos, hacen mazapanes y dulces y viven como pueden. Este sino amenaza igualmente a la ciudad en sí, ya que no es práctico, ni mucho menos, vivir en una ciudad que no proporciona el confort y las comodidades a las que aspiramos hoy en día y que ha de soportar la avalancha diaria de visitantes. Hay mucha más población viviendo en los nuevos barrios extramuros, y el Ayuntamiento, con buen criterio, subvenciona los gastos de los vecinos que acometan obras en sus viviendas, en la esperanza de que continúen residiendo en esta joya que es Toledo.
ANCHA ES CASTILLA. ES ESTA UNA DE LAS FRASES QUE TODOS HEMOS PRONUNCIADO, Y NO UNA SOLA VEZ, PARA ANIMARNOS O ANIMAR A ALGUIEN A TOMAR UNA DETERMINACIÓN, ENTRE OTRAS OPCIONES. TAMBIÉN ES UN HECHO, Y COMO TAL NOS PERCATAMOS AL VISITAR ESAS TIERRAS. LA PROVINCIA DE TOLEDO PUEDE SER UN BUEN EJEMPLO,
—Ancha es Castilla. Es esta una de las frases que todos hemos pronunciado, y no una sola vez, para animarnos o animar a alguien a tomar una determinación, entre otras opciones. También es un hecho, y como tal nos percatamos al visitar esas tierras. La provincia de Toledo puede ser un buen ejemplo: va uno por esas carreteras en cualquier dirección y se ven campos y campos y, alguna vez, los pueblos, y parece que no se acaba nunca; en lontananza algún monte y naturalmente algún río, aparte del Tajo, que la recorre por entera.
Entre los pueblos cabe destacar Oropesa y Puente del Arzobispo, el segundo por sus alfares, y que ha sido declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La belleza de sus producciones bien justifica la visita. Otros pueblos a visitar son Orgaz, por su castillo y su historia, y Consuegra, cuyos habitantes se llaman consaburos, que Consabura era el nombre que le dieron los carpetanos que la fundaron. Del cerro Calderico y sus molinos hablaremos más adelante.
—Trilogía. Aunque esta palabra se refiere a un conjunto de tres obras, preferentemente literarias, tiene otros muchos usos, y refiriéndose a España se suele hablar de su pertenencia a la trilogía mediterránea para señalar que los productos de la tierra son principalmente el trigo, la vid y el aceite, que los tres son propios del ámbito mediterráneo. Y como es lógico son cultivos que se ven desde la carretera, y en la zona de Oropesa, más cercana a Salamanca, se ve la consabida dehesa a lo largo de kilómetros, que es una vista preciosa; en la dehesa salmantina tenemos ganado y encinas y robles, en tanto en esta de Toledo, a veces, vemos viñedos. De modo que ya tenemos esos cultivos, pero hay otro que también abunda y es la huerta solar. Las placas solares cubren kilómetros cuadrados de extensión y tienen la ventaja de que no hay que trabajarlas, todo es automático. Pero lo curioso es que ni siquiera en algunas elevaciones del terreno se ven aerogeneradores. Y claro está, esa fuente de energía tiene en Consuegra sus orígenes, pues los molinos de viento que desconcertaron a Don Quijote son el antecedente remoto de los actuales aerogeneradores.
He tratado de resumir al máximo y aun hay detalles que se quedan en el tintero, como la plaza mayor de Tembleque, amén de las fotos de esos detalles y otras que no se mencionan, que están a disposición de quien las pida. De algunas no he podido escribir nada por problemas de espacio, no porque no lo merezcan.
José María Pozas |