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Un paraíso para la imaginación y la creatividad de los arquitectos
Pasear por las calles de aspecto futurista de Dubái contemplando rascacielos refulgentes es una auténtica delicia. Domina el paisaje la torre más alta del mundo, el edificio Burj Khalifa, de 830 metros de altura, pero destacan muchos otros, como el de la foto: el edificio que aloja el hotel Me by Meliá, obra póstuma de la premiada Zaha Hadid, que representa un cubo con aperturas por las que penetra la luz natural. The Opus es una estructura arquitectónica hecha de curvas y animada por un cubo de hielo derritiéndose. La construcción comenzó hace 10 años y para levantarla se trajeron 4544 piezas de vidrio de formas diferentes fabricadas en China.
La ciudad árabe más moderna y cosmopolita de Oriente Medio, y una de las urbes más impresionantes del planeta por sus espectaculares edificios, nos ofrece las obras de los más prestigiosos arquitectos, que han encontrado aquí su paraíso, en parte porque la normativa urbanística no está limitada como en las ciudades europeas, por lo que ofrece muchas posibilidades a la imaginación y la creatividad.